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–¿Definitivamente algo esta pasando con afrodita no lo crees amor?–Hablo una mujer desde la cosina

–¿Por que lo dices?–Le respondio otra desde la sala

–Es que nuestro ganado no a dejado de reproducirse...

Estaba Sergio feliz recibiendo a todos en su templo andaba de muy buen humor y aun que aun no tenia tiempo para ir con Niko las flores cada dia sin falta llegaban a montones,tanto hasta que con estas mismas ya llevaban 15 vestuarios y 20 coronas de flores que se hacia,las de metal ya no,pero eso no importaba cuando aquellas hermosas flores lo llenaban de alegria.

Pero todo no era perfecto pues el problema con el mortal seguia,y ahora era su deber detenerlo,no lo podia matar ya que tenia el favor de Lewis,pero si podia alejarlo con ayuda de Max,el dios de la guerra era alguien realmente dificil de tratar a palabras de los demas,pero para el era como un pequeño leon.

Aun haci termino el horario de ofrendaz y llego su parte favorita del dia,ir a bendecir personas y bebes,corrió hacia su patio,directamente a su lago y despues de mover unas cuantas flores una pequeña ventana de agua se formo.Paso un bueno rato ahi,hasta que sin darse cuenta alguien llego a su santuario,destilando a su paso la pesades de la muerte en sus manos.

–Deberias concentrarte–Aparecio una figuro robuzta mientras al entrar su armadura sonaba–Afrodita ya es hora de irnos–Ares dejo a un lado su casco mientras lo miraba y peinaba su pelo revelde

Sergio no lo oyó por lo cual con sus nuevas flores a cada reflejo del agua que se le aparecia junto con la imagen de un bebe este le soplaba solo a los que veia con un verdadero potencial o incluso a personas apunto de hacer el amor,estaba sentado cerca de la orilla observando a detalle todo lo que se le mostraba.

Siguio haci sin prestarle atencion a Max,hasta que solamente cuando sintio una presencia detras de él fue cuando voltio y ahi frente a el estaba la figura mas imponente de todas las que antes habia visto.

–Oh perdon Max,si quieres sientate a mi lado ya estoy por terminar–Le hizo un espacio al lado de su figura–¿No crees que son hermosos?–Le dijo en cuanto Max se sentó a su lado,mostrándole inmediatamente la imagen de un bebe.

Todo su alrededor lucia tan puro y Max se sintio cono una mancha en esa pureza,haciendo que se sintiera incomodo.

–Yo no le encuentro la belleza a nada–Respondio a secas mientras se intentaba alejar un poco,pues no queria contaminar tal belleza con su tacto.

Sergio se sorprendió y cuando vio que se empezaba a levantar queriendose ir lo jalo hacia el y lo sentó,quedando frente a frente.

–¿Eso es verdad?–Lo agarro fuertemente de la cara arrodillandose para quedar mas juntos–¿Ni yo que soy la personificación de la belleza?–Pregunto triste mientras intentaba que lo mirara a los ojos.

Max se mordió el labio antes de responder con pesar–Ni tu que eres la personificación de la belleza–Dicho eso intento alejarse suavemente,intentando no lastimar a Sergio–Con lo de la guerra ya no veo lo bonito de las cosas,personas o incluso dioses,perdoname

Sergio no se aguanto lo jalo hacia el y lo volvio a jalar esta vez tumbandolo al piso,hacia a Max soltar un pequeño grito de dolor

–Escucha Sergio deja de em-–Su respiración se corto en cuanto sintio a el dios subirse encima de el,por una parte se avergonzó y la otra hizo se evaporo

Una vez subido encima de el Sergio se inclino,acercándose a su rostro,cerrándole los ojos mientras sentía como unas manos subian a sus caderas,inmediatamente las quito delicadamente,no sin antes recibir un apretón por parte de las manos ajenas,pero eso ya no importo cuando estando a segundos de la boca del dios de la guerra su rumbo cambio al de sus párpados cerrados,los cuales beso cada uno con delicadeza

A decisión de la belleza (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora