Darkness |Ticci Toby|

Capitulo 13

Perdón por no haber subido en muchísimo tiempo, tenía la inspiración por el culo. Estuve leyendo "Disorder" de Scene, y tiene muchas similitudes con mi novela. Pero de una vez aviso que NO SABÍA NADA de la trama de la novela ni de los personajes hasta hace unos dos días (creo). Así que no es plagio. Besos a Scene, amo su novela, ah.

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La mujer en frente mío posee unas ojeras notablemente marcadas, sus párpados están caídos y su coleta mal hecha, se desveló seguramente. Y obviamente no quiere estar escuchando a una patética loca de dieciocho años. Pero se supone que siendo psicóloga, es una obligación.

-Amity... No viniste durante un buen tiempo, y según lo que me contó tu madre, han pasado muchísimas cosas... ¿Cómo te has sentido?

-Usted parece estar esforzándose por no dormirse.- suelto aburrida -Lo aprecio, o por lo menos lo intento. Sólo le diré que no hay nada que usted pueda hacer para ayudarme, y es en serio.

-Cariño, se que tu y yo podremos progresar juntas con lo que te esta pasando, no es fácil...

-No es fácil, lo se. Pero ya prácticamente se tomar mis decisiones yo sola. Así que, tomese un descanso, duerma. Yo me iré.- digo levantandome y yéndome del consultorio, oigo como la mujer me llama un par de veces, pero al cabo de unos segundos, para.

Meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y suspiro, comienzo a caminar por las calles cerca del centro y donde hay mucho comercio, ya comenzaba a hacer frío y se acercaba el mes de octubre, junto con mi cumpleaños, Halloween y la graduación.

-¡Amity!- oigo que me llaman a lo lejos. Me vuelvo girando la cabeza para encontrarme con Andy, que corre hacia mi, esquivando muchas personas.

-Oh, hola.- lo saludo. Él me da un abrazo rápido y me sonríe.

-Te vi pasar e intente saludarte, pero estabas perdida en tu mente.- dice sonriendo -Lo cual no es raro en ti.

-Lo se, Andy. En fin, ¿qué pasa?- no tenía prisa de ir a ningún lado, pero la cabeza comenzaba a dolerme, y el exceso de gente no ayudaba para nada.

-Esta haciendo un frío aterrador aquí afuera, mi padre dijo que te invitara a pasar...

-¿Tu padre?- pregunto un poco mareada.

-Aja, tenemos un local por acá- dice señalando detrás de él -Es de armas.

Parpadeó varias veces, conocía ese lugar y a los que trabajaban ahí, el vendedor era un hombre robusto y alegre, como Santa Claus, sólo que en vez de dar regalos a los niños, vende armas y municiones para cacería. No sabía que Andy era su hijo.

-¿Vamos? Preparamos chocolate caliente...- dice tomando mi mano y guiándome entre el montón de gente. Íbamos en contra de la corriente, haciendo que varias personas nos empujen.

En medio del mar de cabezas logró ver dos caras conocidas, bueno, máscaras... ¿Esos son Hoodie y Masky?. A medida que vamos avanzando hacia el local, ellos se van acercando hacia nosotros, siguiendo la corriente.

-Santa mierda, ¿que hacen aquí?...- susurro alarmada. Me detengo, también arrastrando a Andy, este se vuelve hacia mi y nota mi cara de pánico.

-¿Qué pasa?- pregunta preocupado. Niego con la cabeza e intento sonreír. Él me devuelve la sonrisa y me vuelve a jalar.

El momento en que estamos a menos de dos metros siento como mi respiración se altera y mis manos sudan. La mirada fría de ambos pasa de mi a Andy.

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-Eres una chica muy hermosa, Amity- me halaga el padre de Andy, el señor Collins.

-Gracias...- murmuro apenada. Andy suelta una risa socarrona y el Sr. Collins prosigue.

-Por eso... Tengo algo para ti, las calles son inseguras- dice sacando una bolsa negra. De hay saca una bella navaja plateada. -Es por protección.- dice entregandomela.

Sonrio y le doy un fuerte abrazo -Gracias, señor Collins.

Andy le da una palmada amistosa a su padre en el hombro -Saldremos a caminar un rato.

-Pero son las nueve de la noche- le reprende su padre. Andy sonríe.

-Perfecto para probar la navaja.

-Que tonto- responde el Sr. Collins -Tengan cuidado.

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El frío me calaba los huesos, pero intentaba no temblar. Andy soltaba pequeñas nubes por su boca que quedaban volando en el aire por unos segundos, para luego desaparecer.

-Nunca pensé que llegarías a ser mi amigo...- susurro. Las calles estaban desoladas y el silencio inundaba el ambiente, parecía un crimen hacer ruido.

-Yo tampoco.

Me vuelvo hacia él y sonrió. Es entonces cuando veo una silueta a lo lejos, más bien dos. Una femenina y otra masculina.

Y puedo reconocer fácilmente quienes son : Jane y Toby.

En ese preciso instante debí decirle a Andy que nos largáramos de ahí rápidamente, pero no veía a Toby desde hace un tiempo, su piel traslúcida, su ropa extraña, su cabello y sus tics...

Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos. Siento la mano de Andy sobre la mía.

-¿Qué pasa, Ami?- pregunta su voz, pero parece distante, como si no estuviera ahí. Como si sólo estuviéramos Toby y yo, mirándonos fijamente.

"No es lo que piensas Toby, no escuches a Jane" pienso. Pero no soy capaz de decirlo, y los labios de Jane no dejaban de moverse, envenenando los pensamientos de Toby.