Darkness |Ticci Toby|

Capitulo 8

Mi cuerpo se siente pesado. Meneo la cabeza llorando. Todo en lo que puedo pensar es en Toby.
Liv acaricia mi cabello.
-Ya pasó Amity. Todo esta bien ahora.

Niego con la cabeza.
-Nada esta bien- digo dejando que las lágrimas se deslicen por mi rostro. Quisiera poder contarle lo que pasó en el bosque, pero no podía involucrar a Liv en esto. Lo único que quería era estar con Toby, aunque Slenderman y los proxys me quisieran matar por ello.

Es increíble como puede llegar a pasar el tiempo que pierdo pensando en Lyra y Toby.
Me incorporo en la cama y miro hacia la ventana, la luna está brillante y permite iluminar parte de la habitación.
Luego miro a Liv, esta dormida en un sofá cama.

Siento un peso hundirse a mi lado. Me vuelvo y veo a Lyra sentada a mi lado. Las dos estamos muy serenas, disfrutando del silencio.

-Casi olvidaba como era verte físicamente- me digo rompiendo el silencio. Ella me sonríe.
-Te extraño. Y también a Toby.
El dulce sonido de su voz me tranquiliza y me embelesa.
-Toby...- chillo -No sabes lo mal que esta...
-Lo se muy bien- dice. La miro fijamente -Se cuanto has sufrido por nosotros.
Cierro los ojos y unas lágrimas mojan mis mejillas.
-Mi mundo... Se derrumbó ante mis ojos- aprieto la mano de Lyra -Se derrumbó con ustedes.

Abro los ojos. Lyra me mira enojada.
-No debería ser así. Amity, debes continuar.
-Lo se- digo haciendo una mueca -Estoy una mierda.
Pero ella no me sonríe como lo hubiera hecho antes.
Nos quedamos unos segundos en silencio. Siento su mirada dura sobre mi.
-Tienes que dejar a Toby- me dice firmemente. Casi con desprecio.
Abro los ojos sorprendida.
-¿Qué te pasa? ¡Lyra, tu hermano está peor que nunca! ¡Yo soy la única que puede ayudarlo!

Ella suspira exasperada.
-¡No lo entiendes!- ruge. Su voz entonces me suena distorsionada. Lyra no es así. Lyra no diría eso. Ni me trataría así.

Suelto su mano desconfiada.
-Tu no eres Lyra- le espeto.
-Déjalo, déjalo, déjalo- repite sombríamente con la cabeza gacha. Entonces unas marcas aparecen en sus brazos, son "o" con una "x" en medio. Me aterro y la sacudo.
-¡Lyra!- aún si no fuera ella, mi afecto hacia su apariencia no había cambiado.

Entonces levanta la cabeza. Ahogo un grito.
Un vidrio está clavado en su frente. Sus ojos están totalmente blancos y su cara inexpresiva. Su mandíbula cuelga de unos pocos tendones que la sostienen.
Las marcas siguen formandose por su cuerpo.

-¡Déjala en paz!- chillo llorando. La luz de la luna me permite ver una figura pequeña detrás de Lyra, en la oscuridad brillan un cabello dorado y unos ojos puntos rojos.
Después, una sonrisa.

Lyra y el ser detrás de ella ríen macabramente.
-Déjalo. Morirás- dicen al mismo tiempo. El ser detrás de ella se va acercando lentamente. Entonces veo que lleva ropas verdes, como un duende. Y de sus ojos brota un liquido rojizo.

Me muerdo la lengua para no gritar y me lanzo a un lado de la cama. Alejándome de ellos.

-¡Despierta! ¡Amity!- grita alguien. ¿Qué?.
El ser esta a unos metros de mi. Es como un muchacho Rubio vestido de elfo, sangre brota de sus ojos negros con pupilas rojas.
Y su presencia hace una distorsión en el ambiente.
Me sonríe y mi visión se hace más distorsionada. Grito por ayuda.

Mis ojos se abren. Tengo la imagen de Liv a unos centímetros de mi rostro.
-¡Amity!- chilla abrazandome -¡Mamá, llama a una ambulancia!- grita. La separo un poco de mi.

Ya es de día. No entiendo nada, ¿fue una pesadilla?
-¿D-donde esta Lyra y el elfo?- digo sonando como una loca. Ni siquiera hay rastros de sangre en la colcha de la cama.

Liv me acaricia la mejilla.
-Ya viene la ambulancia, todo va a estar bien- dice y sale por la puerta de la habitación.
Me levanto y voy hacia el espejo de cuerpo completo en una de las paredes de la habitación.
Me arde la cara y el torso.

Entonces lo veo.
De mis ojos está corriendo sangre. Como el elfo.
Me saco la camisa de la pijama y aprieto los puños.
Mis costados y costillas están marcados con las palabras "déjalo" y "Ben"
Aparte del signo que tenía Lyra en los brazos, están por todo mi torso. En diferentes tamaños y profundidades.

Adornando mi cuerpo de un rojo vivo. Vuelvo a ponerme la camisa con cuidado, ya que las marcas me arden.

Un paramédico llega a la habitación y me mira horrorizado. Posiciona una mano en mi espalda y otra en mis rodillas, alzandome.

La mano en mi espalda presiona mis heridas y hace que sangren y ardan.
Lanzo un chillido.

Me suben a una ambulancia y todo lo que veo son personas alrededor mío. Mi madre, Liv y su madre. Y tras personas que no conozco, que sólo vienen por el chisme.

Cierro los ojos.
Veo al elfo, pero no me da miedo. Me da rabia.
Aprieto mis puños.
-No lo dejaré.