II

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Las trompetas sonaron nuevamente, anunciando la llegada de las invitados de honor.

–Ha su real alteza, las tres ilustres hadas– volvió a anunciar el mensajero, que se hizo a un lado para darle paso a las tres hadas –la buena hada Vico, la buena hada Sofi, y la buena hada Alfonsina–.

Las tres hadas se dirigieron a la cuna en la que se contraba el infante, al llegar y verlo una sonrisa se formó en sus rostros.

–Es un encanto– hablo Alfonsina mientras miraba al pequeño dormir. –Vuestras majestades– dijeron todas en coro mientras se inclinaban ante el rey. –Cada una de nosotros dotará al bebé de un raro don, que en suma serán tres– Vico se dirigió a la cuna y levanto su varita sobre ella.

–Dulce príncipe, mi don especial para ti será la belleza– sobre la cuna aparecieron suaves brillos de estrellas, que luego calleron sobre está.

A la cuna se dirigió Sofi y le sonrio gentilmente al infante –Gentil príncipe, mi don para ti será una melodiosa voz– como anteriormente había pasado, agitó su varita sobre la cuna, aparecieron algunos brillos y luego calleron en ella.

Luego se acercó Alfonsina a la cuna, y agitó su varita sobre está –Dulce principito, mi don para ti será..– no pudo terminar al haber sido empujada por una ráfaga de viento.

Las puertas se abrienron de par en par, los banderines que estaban colgados caían y unos se agitaban fuertemente. Los reyes se levantaron de sus tronos, y las hadas rodearon la cuna, esperando que fuera tan solo una tormenta. La puerta de entrada se cerro de golpe, en el centro del salón una llama color verde apareció y de allí, la figura de un ser malvado; acompañada de su cuervo.

–Es Maléfica– 

–¿Qué hace está bruja aquí?– hablaron dos de las hadas.

–Vaya, si que es esta una reunión brillante, rey Joaquín, la realeza, la nobleza, la plebe, y...oh..que singular, hasta la gentuza. Realmente me sentí apenada al no recibir invitación–

–Es que no te queríamos aquí– dijo Alfonsina en un notorio tono molesto.

–Qué no me..– la bruja río suavemente –..oh~.. Que embarazosa situación, esperaba que todo se debiera a un descuido, en ese caso será mejor que me vaya–.

–¿No?...¿No os sentís ofendida excelencia?– hablo la reina apenada

–No ¿por qué vuestra majestad?.. Y para demostrarles mi buena voluntad, yo también concederé un don a vuestro hijo–.

Las hadas se pusieron a la defensiva, mientras que aquel ser de mal entonaba las siguientes palabras –¡Oíd bien todos ustedes! Él príncipe si crecerá dotado de gracia y belleza, podrá ser amado por cuantos lo conozcan– hubo una pausa y esta bruja miro a la cuna, luego empezó a mover su mano al rededor de su cetro –Pero... Al cumplir los 16 años, antes de que el sol se ponga, se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá–

La reina corrió hasta su hijo, y lo tomó en brazos ocultándolo entre su pecho, con la intención de protegerlo, las risas de la bruja se escucharon por todo él salón antes de que una nueva llamarada de color verde apareciera tras ella. –¡Detened a esa hechicera!– Gritó el rey apuntandola, a lo que todos sus guardias obedecieron dirigiéndose a ella con sus ya desenvainadas espadas –atrás malditos– fue lo último que se escucho antes de que la bruja desapareciera de la misma forma en que había llegado.

Vico, al ver el temor de los reyes, pensó unos segundos en lo que se podría hacer.

–No desespereis sus majestades, Alfonsina todavía tiene un último don que darle– Dijo Vico acercándose a los reyes –¿Entonces podrá ella deshacer el maligno hechizo?– preguntó el rey con notoria tristeza.

–Ay no señor, los poderes de Maléfica son muy fuertes, pero puedo ayudar en algo– se acercó al bebé, tomó aire para relajarse y luego agitó su varita sobre el príncipe que aún estaba en brazos de su madre.

–Dulce príncipe, si por ese desdichado embrujo te ha de herir el huso de la rueca un dedo, que un rayo de esperanza el don que te consedo, y no con la muerte, si no en profundo sueño, tal profecía se cumplirá, y de ese sueño hechicero despertarás al calor del primer beso de amor– algunos brillos calleron sobre el infante, que con curiosidad los veía.

Mas el rey Joaquín, temeroso por la vida de su hijo, esa misma noche, decreto a quemar todas las ruecas que se encontraban en el reino, y la real orden, se cumplio. Aquella noche el palacio se iluminaba por la gran llamarada, que era rodeada por los nobles que habían asistido a la ceremonia.

☆•☆

Las hadas luego de varias discusiones idearon un plan, uno que rompería los corazones de los reyes, pero que protegería al príncipe, al menos hasta sus 16 años.

Los reyes se despidieron desde un balcón de su preciado hijo, y lo vieron partir junto a las hadas, que ahora eran tres simples campesinas.

Éstas se perdieron en el bosque, y después de aquel hecho no se les volvió a ver en las tierras del reino.


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Holaaa, estaba muy emocionada así que actualice temprano.

Las tres hadas como pudieron ver, son tres personitas conocidas, y a Maléfica le voy a dejar el nombre porque no se me ocurre otro.

Espero que les guste esta segunda parte, ya el próximo capítulo empezará a ser narrado desde la vista de nuestro pequeñito ✨️.

Se les quiere muchoo.

-Isvel

𝖬𝗂 𝖿𝗅𝗈𝗋 𝖽𝗎𝗋𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 「𝖤𝗌𝗍𝖾𝖻𝖺𝗇 𝖪𝗎𝗄𝗎×𝖥𝗋𝖺𝗇 𝖱𝗈𝗆𝖾𝗋𝗈」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora