Meet me for a coffee (maybe I let you in)

Capitulo 7 "Guardaré tu recuerdo en una caja"

Pov's Draco

Besar a Hermione le recordó a la primera vez que voló en su escoba, la emoción de tener los pies en el aire era mayor que su miedo a caerse. Se había imaginado este momento tantas veces y la estaba besando como se había permitido secretamente desearlo.

Pensó, de manera completamente egoísta que podía tenerla una vez y quizás así dejaría de doler tanto, como si tuviera que hacerlo hasta que esté fuera de su sistema, pero una vez que lo hizo se dio cuenta que era demasiado, que nunca más iba a querer otra cosa.
Ver que ella le devolvía el beso con la misma necesidad hizó que sus piernas temblaran. No había espacio para nada en su mente que no sean sus manos en su pelo o sus cuerpos fundiéndose en uno solo. La forma en que su nombre brotaba en sus labios lo derrumbaba, lo llevó a cuestionarse seriamente que después debía pedir que nadie más que Hermione Granger pudiera pronunciarlo.

Estaba arruinado.

No entendía que lo había llevado a hacerlo, podía ser por su educación o su forma de ser, pero Draco Malfoy no era impulsivo, no hacía las cosas porque simplemente queria hacerlas, pero de alguna forma cuando estaba cerca de ella sus paredes se caían y todo se desdibuja hasta que quedaba un punto: Hermione.

Podía culpar el pinchazo de celos que sintió cuando la vió bailar con Weasley, la mirada de enamorado de la comadreja era descarada, la manera que la sostenía con toda la naturalidad del mundo hizo que Draco sintiera la necesidad de marcarla por todos lados. Escuchar a todos los invitados hablar de lo hermosa que se veía también lo hizo cuestionarse cosas, parecía ser él único en la habitación incapaz de apreciar la belleza de Hermione Granger, pensó en lo corriente de decirle que se veía hermosa, queria mas que eso, quería demostrarle todo lo que le hacía a su mente y a su cuerpo.

Cuando estaban en el medio de la ceremonia, Astoria se inclinó sobre él y le dijo:

_Granger se ve increíble, ¿verdad?

Lo estaba probando

_ ¿Tú crees?_ preguntó Draco
desinteresadamente, porque acá no pasa nada, nada va a ocurrir, todo es una fiebre que tarde o temprano bajará.

Después del beso, ella se separó y le dió una larga mirada, como si buscara un atisbo de arrepentimiento o duda en él. Tenia los labios hinchados y el vestido arrugado. Queria tomar su mano y decirle no puedo casarme, no ahora que se lo que se siente ser egoista, no cuando estas aquí viendome de una manera que hace que mi mente deje de funcionar. Vales el riesgo Hermione, por favor dejame seguirte a todos lados, dejame demostrarte que eres la unica para mi.

En cambio, se hizo un lado y la dejó marcharse.

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Al llegar a la mansión se sintió vacío y solo.
El fantasma de Hermione Granger lo atravesaba en el medio del pecho, se preguntaba cómo seguir en paz luego de haber experimentado algo increíblemente poderoso. Todas las interacciones con ella le hacía latir el corazón de una forma que recordaba todo lo que alguna vez había olvidado.

Demasiado aturdido para dormir, bajó a la cocina a preparar una taza de café y la hizo de manera muggle, Granger tenía razón, realmente sabía mejor.
Cuando entró a la biblioteca se encontró que su madre se había quedado dormida en el sillón, con delicadeza para no despertarla, la tomó en sus brazos y la cargó hasta su habitación.

Narcissa, medio somnolienta, comenzó a hablarle con la cabeza apoyada en su pecho, empezó a observar su traje caro

_ Te ves bien Draco

_ ¿Cómo te sientes?

_ Mejor que ayer, hoy fue un día agitado. Pude conseguir las flores que tanto quería Astoria para la boda, tu prometida tiene un gusto excesivamente caro, incluso para nosotros.

_ Ya deseo verlas

_ Estás de buen humor... ¿acaso se debe a tu encuentro la señorita Granger?

_ ¿Me estás espiando?

_ Estoy enferma no ciega, te has encariñado con ella, puedo verlo

_ Es solo una amiga

_ Mejor así, odiaría que fuera otra cosa y no pudieras estar con ella por mi culpa

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Draco se fue a dormir, sabiendo que la culpa no era de nadie más que él.

Al otro día, se preparó con normalidad, listo para enfrentarse a Granger, pase lo que pase entre ellos no iba a dejar de entrenarla, le debía al menos eso. Un escalofrío recorrió su espalda al pensar en besarla de nuevo, pero no iba a hacerlo, no le gustaba la idea de llamar a lo que habian compartido un "error", pero no podía equivocarse nuevo.

Mantén tus ojos en la meta, no dejes que nadie se interponga en lo que tanto has buscado: Cuidar a tu madre, casarte con Astoria, intentar estar bien con eso.

No hay espacio para nada más, compórtate, levanta tus paredes de oclumancia. Colocá a Granger en una caja, lo suficientemente grande para poder guardar su olor, su sabor, la forma que tiene de tocarte, el sonido de su risa o de sus besos.

Guarda esa caja en un estante lo suficientemente lejos para no verte tentado a abrirla, pero lo suficientemente cerca como para saber que es real, para tener el recordatorio de que quizás en otra vida, hubiera sido un buen plan.