Meet me for a coffee (maybe I let you in)

Capitulo 11 "Te estaré esperando"

Pov's Draco

El día que Hermione le enseñó a manejar un auto, Draco cometió el error de quedarse a dormir con ella.
Mientras Hermione se estaba bañando, un patronus apareció frente a él con un mensaje. Astoria

_ Draco, es tu madre, la maldición llegó a su corazón

Se vistió tan rápido que olvidó ponerse los zapatos. Cuando llegó a San Mungo, los médicos le dijeron que hicieron todo lo posible, pero que la maldición estaba demasiado avanzada. Finalmente, lo dejaron despedirse.

Draco sostuvo su mano todo el tiempo, le susurraba cada momento, bueno o malo que pasaron juntos, se lamentaba la cantidad de gente que iba a estar contenta con esta noticia, Astoria tuvo que echar a más de tres periodistas que intentaban meterse en la habitación para obtener la premisa de la muerte de su madre.

Los recuerdos caían como piezas de dominó.
Narcissa Malfoy no era una madre tradicional de la alta sociedad.
Tradicionalmente las madres no participaban de la crianza de sus hijos, los elfos domésticos se encargaban de gran parte de sus cuidados hasta el padre podía empezar a participar activamente para construirlo en un heredero.
Pero Narcissa no estaba de acuerdo con eso, ella realmente cuidaba a Draco, lo acompañaba, se interesaba por él, sabía las cosas que le gustaban y las cosas que no. Recordó cuando él tenía fiebre y su madre le mojaba la frente con paños, o cuando tenía seis años y se quebró volando en su escoba y lloró al verlo llorar.
Cuando él tenía pesadillas, ella siempre estaba ahí para cuidarlo. Eso nunca cambió, ella recibió la maldición con una fuerza que solo una persona que ama demasiado puede recibir. Si cerraba los ojos todavía podía recordar sus llantos, como le decía: no te culpes hijo mío, fuiste muy valiente.
Pensó en sus conversaciones con ella somnolienta y confundida, como derramaba anécdotas que él nunca había escuchado o consejos que sonaban coherentes pero que no sabía de dónde venían.

Pensó en la última vez que había hablado con ella. Estaban en la biblioteca luego de que la encontró vagando en el medio de la noche, pero a diferencia de otras veces estaba completamente lúcida, ambos estaban mirando por la ventana hacia los jardines

_ ¿En qué piensas madre?

_ En ti _ respondió sin dudar_ Mereces una vida mejor de la que pude darte

_ Eso no es cierto

_ Lo es, pero ahora entiendo que nada de lo que hice fue con maldad. Fui egoísta mucho tiempo Draco, dejé que hicieras cosas que ningún niño debería hacer. Te falle, pero no volveré a hacerlo. No tienes que cuidarme hijo mío, cuando mi tiempo llegue, la única forma de irme en paz es sabiendo que estás en un lugar donde eres amado. Concedeme ese deseo

_ Vamos a dormir, mamá. Es tarde

De camino a sus habitaciones, ella se detuvo en la puerta y lo miro a los ojos con una sonrisa

_Granger es una chica muy bonita, había olvidado su inmenso cabello

_ ¿La viste?

_ Tenia curiosidad del café al que vas siempre así que hice una pequeña aparición, parecía sorprendida de verme

_ ¿Y qué te dijo?

_ Me conoces Draco, generalmente hablo mas de lo que escucho, por suerte puedo culpar a la edad de ese defecto. Pero ella parecía que tenía muchas cosas para decir. Mencionó algo sobre que "deberias ser mas egoista".

Si, eso sonaba como Granger, no pudo evitar que el fantasma de una sonrisa se asomara al imaginarse esa situación. Podía visualizar a Hermione con su cuello sudoroso, mientras jugaba con uno de los rizos que caían sobre su cara después de un largo día, era algo que solía hacer cuando estaba nerviosa. La imaginaba tomando fuerza cuando su madre habló por primera vez, lista para una discusión, con esa tenacidad tan suya, también podía verla sonrojarse al darse cuenta que de su madre no había ido a regañarla sino a animarla. Su corazón se encogió, había pensando esta situación miles de veces y en ningún escenario estaba preparado para que Hermione Granger le pidiera que la eligiera a ella.

_ No necesito que nadie me cuide. Soy consciente de todas mis decisiones y lo que implican, nadie me obliga a nada. Granger no debería haber dicho eso

_ Es mi trabajo y lo sabes. Y esa chica se preocupa por ti, deberías estar agradecido de tener esa clase de gente en tu vida. Los ojos de esa niña se iluminaban cuando hablaba de ti, realmente espera que tomes la decisión correcta y yo también
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A las diez menos diez, Draco besó la frente de su madre por última vez y le dijo:
"Está bien, puedes irte si lo deseas. Yo estaré bien. Tomaré la decisión correcta"
A las once de la noche, Narcissa Malfoy tomó su último aliento.

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Al salir de la habitación, el rostro de Astoria se oscureció y cuando tomó su mano en señal de apoyo, se dieron cuenta sin decirlo, que la boda estaba cancelada.

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Hermione lo llamó ocho veces preguntando si estaba bien, pero él finalmente apagó su teléfono, decidido a no responder. Pensaba: si no le cuento, no es real.

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Habían pasado dos semanas cuando Potter apareció en su oficina, entró aunque había sido echado y se sentó frente a él, Draco no lo miro hasta que él dijo:

_ Lamento lo de Narcissa

_ ¿A eso viniste? ¿a ofrecer tus condolencias?

_ Si, pero también a recordarte que no deberías pasar por esto solo, no es lo que tu madre hubiera querido

_ Pudrete Potter, ¿desde cuándo te importamos mi madre y yo?

_ Desde que se enfrentó al mago más oscuro para salvarme, le debo todo

Potter siguió hablando:

_ Y desde que mi amiga ha demostrado que de verdad te quiere

_ Eso no lo sabes

_ En realidad el único que no lo sabe eres tu

¿De verdad Hermione lo quería? una chispa de esperanza se incendió en su interior, se había rendido, estaba tan convencido de que no la merecía. Había hecho todo para alejarla, pero ella igual lo estaba esperando y él estaba siendo cobarde, de nuevo. Pero esta vez era diferente, ya había perdido demasiado, no iba a dejar que el miedo le saque algo más, le costó mucho darse cuenta de que Hermione era la decisión correcta, pero no iba a pasar un minuto más negando lo que sentía. Se dió cuenta que ya era hora de desarmar su caja.
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Cuando llego la noche, Draco salió afuera y observó el cielo, imitando algo que había visto hacer a Hermione miles de veces, cerró los ojos y le susurro un deseo a las estrellas:
Donde sea que estes mamá, cuidame.