Utena se consideraba a sí misma invisible, una persona que pasaba desapercibida, a quien nadie tomaba en cuenta más allá de ser "una compañera de clase".
Más allá de sus actividades en clase, ella formaba parte del Comité de Embellecimiento, por lo que regaba las flores de la escuela con regularidad, una actividad simple en la que se permitía despejar su mente.
Sin embargo, si había algo emocionante en su vida, era su afición a las Chicas Mágicas, a ella le encantaban, simplemente sentía que era algo especial para ella, por lo que normalmente su mesada se iba directo a comprar productos relacionados a la temática.
Era una persona solitaria, no tenía personas a las que pudiera llamar amigos y ella estaba bien con eso, mientras pudiera disfrutar de sus aficiones en paz y tener una tranquila vida escolar...estaba bien.
O al menos eso pensó hasta que alguien se hizo presente en su vida.
-¿No tiene un estilo muy subido de tono esa ropa de chica mágica?-.
-¡Hiii!-.
-Es sorprendente lo bien detallados que están los tentaculos-.
-¡Wah!-.
-¿Eso no cuenta como sadomasoquismo?-.
-¡Kyaaa!-.
Kazuma Satou.
Un estudiante de un año superior, según supo, se había ausentado el primer semestre de clases, algo sobre ser un Nini y arrepentirse luego de un accidente que casi lo mata.
Utena solo podía pensar en como el chico se volvió...¿Una fuente de tormento recurrente? ¿Un bully que le gastaba bromas simples?
O tal vez...un amigo...
La idea la hacía ruborizarse y que su corazón palpitara a gran ritmo, es cierto que el chico la molestaba y bromeaba mucho con ella avergonzandola...pero, nunca cruzaba alguna línea y siempre la acompañaba, incluso charlaban sobre animes y juegos.
Utena debía admitir que no estaba muy enganchada a los juegos, pero podía seguir una conversación al respecto, y él siempre prestaba un buen oído cuando ella hablaba de los productos o obras de Chicas Mágicas que ella suele consumir...
A veces se burla un poco, otras se ríe y en contadas ocasiones ha compartido sus opiniones positivas poniendo su parte, era...agradable.
Se sentía bien tener alguien con quien compartir...
Con el pasar de los días, reunirse con él se volvió recurrente, siempre ocupaban la misma banca en el patio del instituto, a veces él la esperaba ya sentado, otras ella llegaba primero y el la sorprendía dandole un susto y comentando algo para avergonzaría.
Luego de eso simplemente...charlaban, reían, incluso alguna que otra ocasión discutieron ideas acaloradamente.
¡No importa que tan chiclé sea! ¡Tener un familiar bonito es parte de la esencia de una Chica Mágica!
Si, ella sin duda se puso energica ese día...
Le valió algunas risas por parte de su amigo y a la vez ella misma se permitió reír...el último mes, la presencia de Kazuma ya se había vuelto algo... reconfortante en su día a día, aún cuando hacia bromas de como no se bañaba seguido.
¡Ya! ¡El ganó! ¡Ya se estaba bañando a diario! ¡Ahora que deje de usar eso para pinchar su débil orgullo!
Dejando de lado eso... comenzó a sentirse cómoda teniendo...un amigo.
Y consideró que se volvió algo especial cuando él la apoyó.
"Creo que tú serías una gran Chica Mágica"
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De Chicas Mágicas y Hikkikomoris
FanfictionSatou Kazuma estaba seguro de que había sacado la lotería cuando casi muere de un mini-infarto. No en conocer una diosa, esa perra fue lo de menos, ¡pero había vuelto a la vida con una habilidad especial increíble! Aunque...la experiencia lo hizo re...