Diosa del Infortunio.

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"¡DIOSA INÚTIL!"

Kazuma rugió mientras las múltiples laceraciones y heridas de su cuerpo sangraban.

Sentía sus costillas y brazo izquierdo rotos, su ropa estaba hecha un desastre, sus piernas temblaban y sentía todo su lado izquierdo arder en llamas.

¿Qué demonios lo golpeó?

¿500 bendiciones?

¿Un camión bendito fue suficiente para casi matarlo? ¿Que pasó con ser un ser supremo que parecía un dios y toda esa locura?

Claro. Ahora que lo pensaba, estaba frente a una verdadera diosa. O bueno, la excusa de una.

La idiota que se burló de él y casi lo manda a otro mundo con probabilidad de muerte cerebral. Pese a que ahora usaba ropa casual, era distintiva por su cabello azul y aires de superioridad, sin embargo tenía una clara falta de sutileza. Si. Definitivamente era una perra inútil, pero al menos le consiguió algo bueno en su momento.

Un poder para enfrentar a los dioses.

-¡King Demon Armamento! ¡Devouring Void!-.

Exclamó alzando sus brazos a los lados y su cuerpo fue cubierto por placas de armadura negra con detalles en verde oscuro. Un par de alas rojas revolotearon detrás de él.

Su cuerpo sanó, su constitución se remoldeo en una forma más atlética, ganado a su vez algunos centímetros de estatura.

Las escleroticas de sus ojos se oscurecieron en un negro absoluto, el iris verde de sus ojos ganó un halo rojo que rodeaba una pupila rasgada como la de un reptil.

Por último, marcas negras de estilo tribal se asomaron por sus mejillas y dos prominentes cuernos se alzaron desde los lados de su cabeza.

Foul Void estaba de vuelta.

-¡Hiiii!-. La reacción de la diosa fue dar un paso atrás con creciente nerviosismo y sudor frío recorriendo su frente.

La presión mágica en la atmósfera habría sido sofocante de no ser porque ella misma podía tolerar tal nivel de magia en el ambiente.

-¿Qué crees que haces? No, más importante, ¿Que quisiste hacer? ¿Creías que podrías matarme? ¿A mí? ¡Al gran Foul Void!-. Kazuma avanzó con ira hacia la diosa del agua, la cual puso una expresión algo despectiva por un momento.

-ugh, está soltando desvaríos chuunis...-. murmuró con un dije de disgusto en su voz.

-Desaparece-. Kazuma alzó su mano.

Magia oscura crepitó en forma de electricidad, como un flujo negro y verde en aumento. Finalmente la energía se liberó y una cadena de rayos avanzó destrozando el suelo en su trayecto directo a la peliazul.

-¡Waaaah!-. Ella inmediatamente saltó al interior del camión.

Y ante la mirada atenta de Kazuma, que sufrió un cambio de absoluta confianza a una incredulidad total, el vehículo se mostró intacto cuando el rayo impactó generó un torrente oscuro que se elevó al cielo esfumandose en el aire en segundos...

De Chicas Mágicas y HikkikomorisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora