Capítulo 3

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Rodrigo:

Al aterrizar pasó un buen rato para que Tomas y yo nos encontremos nuevamente, fuimos a buscar nuestras maletas y luego cada uno se separó para poder regresar a nuestras casas, yo al llegar a casa salude a Barry que se había quedado con mi madre y ahí estaba ella, en mi casa

— Hola ma

— ¡Holaaaa Rodri!

Me abrazo fuertemente y yo le correspondí el abrazo

— Te extrañe mucho mamá

— Yo también, no sabía que ibas a venir a esta hora, pero igual estaba haciendo una chocotorta para vos, veni veni

Ella se fue con una expresión feliz hacia la cocina y yo la seguí, me prepare un café mientras ella terminaba de hacer la chocotorta, me sirvió un pedazo para mi y otro para ella mientras yo tomaba un trago de mi café, me senté junto con mi madre en el comedor mientras ella me miraba aún contenta mientras comíamos.

— Rodri, ¿ya conseguiste entrenador?

— Sip

— ¿En serio? Que bien hijo, pero ¿quién es?

— Es Tomás ma

— ¿No era que se habían dejado de hablar-?

— Si, pero retomamos nuestra amistad

La corte antes que siguiera interrogándome, me sentía incomodo respecto a ese tema, no sé el porqué de eso, pero me ponía incomodo, quizás porque realmente no sabía el motivo por el cual ambos habíamos dejado de hablarnos. Luego de unas horas y muchos abrazos y besos de parte de mi madre, ella se marchó para al colectivo para viajar de nuevo a bahía blanca. Me quedé un rato en silencio recortado en el sofá con Barry en mis piernas, ronroneando mientras le acariciaba el lomo. Agarre mi celular con esperanza de que Tomás me hubiera mandado un mensaje, y no, solo tenía las notificaciones de siempre, nadie importante para mi, me puse a leer los chats con Tomás hasta aquel día... el último mensaje que me había mandado ese día, apagué el celular con una presión en el pecho ¿por qué me sentía así? Volvimos a ser amigos, sin rencores, ni dolencias. Lo llamé, fue un impulso, lo llamé. Me contesto al tercer tono y me saludo preguntándome si había pasado algo.

— Tomi, simplemente quiero empezar a entrenar lo más pronto posible, ¿cuando vas a poder? En lo posible que sea hoy.

— Rodri, dentro de una hora estoy en el gimnasio privado que acordamos aquel día, te voy a pasar la dirección.

— Gracias, te am-

Corte la llamada antes de terminar lo que iba a decir y Barry se fue de mis piernas, me puse extremadamente ansioso, yo siempre solía decirle a mis amigos que los amo o que los quiero, pero... ¿por qué no podía con Tomás? Me puse nervioso y empecé a morderme las uñas, mire al techo y empecé a pensar en él, en su cuerpo, sus manos, su hegemónico rostro, su mirada atractiva, sus labios rojos y besables... ¿cómo saben sus labios? Sacudí mi cabeza al pensar en eso, él no me gustaba, solo es mi amigo y me parece atractivo y listo. Sin darme cuenta se me había puesto dura otra vez, me levante del sofá y me fui al baño, me baje los pantalones y levante la tapa del inodoro, suspiré pesado, empecé a pensar en él nuevamente y me empecé a masturbar imaginando cómo si él me estuviera tocando, apoye mi mano que estaba libre en la pared mientras jadeaba y mis mejillas se tornaban de un color rosa intenso, me lo imaginaba chupándomela mientras me miraba a los ojos con una mirada dominante que me volvía loco... en ese instante acabé y solté un suspiro pesado nuevamente mientras miraba el techo. Me subí los pantalones de nuevo después de limpiarme la punta de mi miembro y limpié con otro pedazo de papel la tapa del inodoro, me lave las manos y luego la cara, me mire un rato en el espejo. Estaba confundido, ¿que estaba pasando por mi cabeza en estos malditos momentos? Tomás me mando la ubicación en tiempo real justo en ese momento, salí del baño nuevamente y le di de comer a Barry antes de irme a el gimnasio donde estaba Tomás, no sé cómo podría ver a Tomás sin sentirme culpable por lo que había hecho.

¿Tenías que ser tan atractivo, entrenador? Rodritom (Robleis x carre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora