Capítulo 9 | Final

147 23 11
                                    

Chifuyu sintió como el aire regresaba a sus pulmones y su rostro se iba calentando por las palabras de Takemichi, el miedo que sintió pensando que terminaría por irse sin decirle nada se desvaneció ante tal declaración. Y aunque su duda principal ya estaba resuelta, la conversación no había terminado ahí.

El omega no se veía nada bien, todavía se encontraba llorando y sus manos temblaban, Chifuyu se apresuró a delicadamente sostener las manos contrarias intentando expandir sus feromonas y tranquilizarlo, pero solo provocó que Takemichi —sin decir nada— le dedicara una mueca entre tantas lágrimas y retirara sus manos lentamente.

El silencio que había entre ellos dos no era para nada pacífico, todavía existía una tensión palpable en el ambiente, Takemichi se había confesado, sí, pero todavía actuaba distante con él. No podía culparlo, al fin y al cabo en ese momento recibió un golpe de realidad al recordar haberle gritado con un cero de empatía, actuando como un verdadero idiota gritándo a los aires en el patio del instituto. Se quería abofetear.

—Takemichi, lamento haberte gritado, no quiero que digas nada por presión de-

— ¡Chifuyu, ahora no me vengas con esa tontería! ¡Ya, lo dije! —suspiró con la voz entrecortada— Tampoco he dicho nada que no sea cierto...

Vio como su amigo se recostó de nuevo en la banca con la mirada al cielo llevando su mano al pecho, arrugó los labios, pasó saliba y suspiró una vez más. Era complicado decir este tipo de cosas, sobretodo en estas conversaciones en donde arriesgas al todo o nada con una persona importante en tu vida. Chifuyu nunca había tenido pareja antes, claro que había gustado de más personas, pero entendía ese nerviosismo al confesarte con alguien de esa forma.

No sabe exactamente desde cuando comenzó a ver a Takemichi con otros ojos que no sean de adoración, pero está seguro que no es cualquier cosa pasajera ni reciente. Poco después de haberse conocido —probablemente desde los diez—, pareciece que en él despertó un cariño especial por quien se convertiría en su mejor amigo. No niega haber tenido distintos gustos anteriores, pero en su mente, solo trataba de evitar arruinar la amistad que tenía con Takemichi.

Algo que siempre le llamó la atención, fue su espíritu indomable. Esa felicidad que cargaba y perseverancia sobre sus espaldas también le atraía. Cuando eran niños, Takemichi era el más fuerte, no lloraba, no se quejaba, siempre reía y nunca dejaba de lado esa hermosa sonrisa encantadora. Se quedaba embelesado por momentos cuando se veían o jugaban; cuando hablaban, su corazón se ponía muy nervioso y también se avergonzaba con cualquier roce entre los dos. No es que nunca entendiera bien lo que sentía, pero no fue hasta el día en que Takemichi le contó sobre su segunda sexualidad que pudo poner las cosas —su mente—, en orden.

La idea en un inicio había sido la de mantenerse al margen y esperar a que su amigo se casara con una mujer, hiciera su vida, tuviera hijos, fuera feliz y volverse el mejor tío del mundo, guardando en su interior el secreto de lo mucho que le hubiera gustado hacerlo suyo en vez de que se fuera con otra persona que no era él. Sin embargo, al resultar él un alfa y Takemichi un omega, existía la posibilidad, una pequeña probabilidad de que ambos pudieran ser felices juntos, claro si su amigo lo escogía como su pareja.

Aunque claro, el miedo se apoderó de él el día en que, como balde de agua fría, cayera en cuenta de que si su amigo lo rechazaba, eso podría causar de que perdiera a Takemichi para siempre. Quería intentarlo, pero era muy arriesgado.

Ya había tenido la misma conversación mil veces en su propia cabeza, por lo que prefirió olvidarse de sus sentimientos y continuar como si nada. Situación que no le resultó al darse cuenta que era inútil, él no quería a Takemichi por un capricho ni por un gusto pasajero, estaba perdidamente enamorado y quería no solo formar una familia con él, si no, olvidarse de la humanidad y del sistema solar con tal de nunca separarse de su lado, iba muy enserio. Digamos que se encargó de demostrarlo un poco más a la ligera de lo que alguna vez se imaginó.

—Take-

— ¡Ahí están! —la presidenta Hitomi los señaló muy enojada— ¿Qué hacen aquí afuera? ¡La clase ha empezado hace quince minutos, regresen aquí!

No podía permitir que le arrebaten esa oportunidad, por lo que agarró de la muñeca a Takemichi y se lo llevó a gran velocidad a su pasaje secreto de la institución. El menos ni siquiera opuso resistencia, e incluso lo apuró para salirse con la suya. En ese lugar podrían conversar de mejor manera sin que nadie los interrumpa, solo ellos dos.

Por un tiempo se quedaron callados sin decir nada y se recostaron en el césped mirando al cielo, algo en su mente le pareció familiar.

‿︵‿︵卍『Un Simple Rumor』卍‿︵‿︵

Ya lo había dicho, poco a poco sentía que volvía a respirar, lo que tanto se guardó ya había salido a la luz, solo quedaba su miedo por lo que estaría por pasar a continuación. Hayan sido distintas las circunstancias, algún día habría tenido que dejarlo salir.

¿Ahora qué? ¿Qué iba a hacer? No quería atormentarse con el futuro, de lo que le diría su padre o de lo que le haría a su madre, terminó siendo lo que su padre siempre repetía, pero ya estaba harto de atormentarse, ya quería ser feliz. Y ya se estaba comenzando a sentir progesivamente mejor.

— ¿Sabes? —empezó con tranquilidad— A mi papá le doy asco, nunca lo he dicho pero, nuestra familia es muy tradicional y muy loca, cuando resulté ser omega, mi papá comenzó a ser igual de abusivo conmigo que con mi mamá, alejó a mis primos, mis tíos y mis abuelos, nunca me enteré hasta hace poco que se murieron un par de semanas después de haber cortado comunicación, no llegué a despedirme... Siempre estuve acostumbrado a los comentarios machistas de mi padre, nunca le hacía caso porque yo no salía afectado, claro que cuando resulté ser un hombre capaz de tener funciones sexuales como las mujeres, me rebajó a ser una decepción como hijo y querer que me arrepienta de haber nacido. Mi vida en el instituto y en las calles, donde conocí a Mikey y a los demás, antes era mi refugio, huía de casa para no ver los abusos constantes hacia la pobre mujer que todos los días me pide perdón por haberme dado a luz. Al ser omega, a la vista de mi padre, pierdo todo valor como hombre, me convierto en una zorra hambrienta a que un alfa me coja, me embarace y me lleve a una vida miserable destinado al sufrimiento, así que prefiero mil veces callar antes de responder y no decir nada porque las pocas personas que para mí son estrellas, no quisiera apagarlas por una desgracia que a mí me toca pasar.

Chifuyu ecuchaba atentamente a todo lo que decía, agradecía no ser interrumpido.

—Me gustas Chifuyu, me gustas mucho... Y no sé si este desastre sea lo que quieras en tu vida, no quiero quedarme en un solo lugar, claro que quiero superarme y sanar, pero no es el mejor momento para mí. No es lo que quiero ahora cuando todo a mi alrededor falla y me siento en un remolino imparable.

Cuando se disponía a cerrar los ojos, Chifuyu lo agarró dulcemente de la mano, volteó a verlo y más lágrimas se apoderaron de sus ojos, su vista se nubló con solo verlo.

—Takemichi, te amo.

—Chifuyu, ¿Qué...?

—Voy a esperarte Takemichi, el tiempo que sea, que la vida continúe, cuando seas libre de esa casa, vayámonos juntos a nuestro propio mundo: tú y yo.

—Sí... —Takemichi sintió sus párpados pesados, enternecido.

-⎽__⎽-⎻⎺⎺⎻-⎽__⎽--⎻⎺⎺⎻--⎽__⎽-⎻⎺⎺⎻-⎽__⎽--⎻⎺⎺⎻-

Y colorín colorado! Este cuento se ha acabado!!!

¿Les ha gustado?

¿Cómo se sienten, cómo están?

Ya había mencionado anteriormente que esta obra duraría poquito, igual todavía falta el epílogo como siempre shagsjahgdhahgsd y pues nada, en verdad una disculpa por haberme ido durante mucho tiempo 😭😭😭💖

Los quiero mucho, y ahora, me despido, cuídense mucho, baiii

Un Simple Rumor [ChifuTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora