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Recientemente había algo extra deslumbrante en Draco. No sabían qué era, pero sus ojos habían estado irremediablemente atraídos por sus largos dedos de piano y la curva de su cintura entre sus pantalones y su camisa de vestir por dentro durante días.
Probablemente lo había notado, ya que T/n no era nada sutil. Ni siquiera intentaron serlo. Por lo general eran buenos estudiantes, teniendo que concentrarse únicamente en los profesores hablando para no distraerse (Como solían serlo fácilmente si no se esforzaban en concentrarse) pero ahora se sentaban descaradamente vueltos hacia su compañero mientras este escribía. Notas con su pluma de aspecto bastante caro.
"¿Qué?".
Les susurró con dureza, antes de notar un rápido punto en su papel y volverse hacia ellos.
"¿Qué?".
Susurraron suavemente, con una sonrisa dibujando en sus labios.
"Sigues mirándome como si fuera un perro".
Draco con cuello, reflexionaron. Absolutamente inaudito, pero la imagen logró enviar calor a través de su estómago.
Al principio no dijeron nada, en lugar de eso, avanzaron poco a poco una mano para alisar un mechón de cabello pálido que se estaba cayendo de su lugar. Draco podría haberse alejado de este afecto público, pero resultó que estaban sentados muy atrás. Así que se quedó quieto y se dejó mimar.
"Nada, solo te ves muy encantador".
Su mano, hecha de alisarle el cabello, se deslizó a lo largo de su mandíbula. Él se estremeció. Ya sea por el tacto o por la mirada indescriptible en sus ojos. O ambos.
"'Encantador'? ¿Estás enfermo?".
Sonrieron, antes de volver a su propia pluma y recogerla.
“¿Sobre qué se suponía que íbamos a escribir? ¿Dragones?".
Draco habló distraídamente, "Duendes".
Continuó, pero empeoró. T/n estaba empezando a preguntarse si tenían algún tipo de gen de hombre lobo, ya que actuaban de forma bastante animal.
No pudieron evitarlo. La actitud protectora era fuerte. Se sentaban al lado de Draco siempre que podían, tenía una mano en su espalda baja cada vez que caminaban.
No se detuvo. Todavía se veía hermoso. Empezaban a preguntarse si alguien les estaría añadiendo una poción de amor a su comida: pero eso no era posible.
¿Por qué nadie más lo miraba constantemente? ¿A esta hermosa estrella de un niño cuya belleza chocaba con cada flor y criatura mitológica destinada a atraer a la gente con su apariencia?.
No importaba lo que estuviera haciendo. Cuando escribía parecía tan entrañablemente pensativo, cuando comía no sentían más que satisfacción al pensar que estaba siendo alimentado.
Una tarde, cuando alguien estaba mirando, chocó contra una pared. Pensamiento. Ella no era competencia de ninguna manera, Draco y T/n estaban en una relación comprometida y se comunicaban bastante bien, pero la forma en que ella lo miraba como si él alguna vez mirara hacia atrás, como si no perteneciera a alguien... T/n Agarró el brazo de Draco.
"Te necesito para algo, ven".
Se burló, molesto por haber sido apartado en medio de la conversación.
"Está bien, no es necesario que me arranques el brazo".
T/n miró sutilmente a su alrededor, todavía sujetando como acero el brazo de Draco a pesar de su tirón, antes de entrar a un armario de escobas.
"¿Qué sucede contigo?".
Se juntaron los labios y las manos inmediatamente agarraron esa cintura maldita.
"¿Cómo estás tan hermoso?".
"Yo... ¿hermoso?".
Quedó asombrado. Nunca lo habían tratado así. Siempre se había esperado que él fuera el hombre, que abriera puertas y tomara la iniciativa, pero eso no existía aquí. T/n lo trató como si fuera algo delicado, como si fuera una especie de chica.
"No soy una chica, ¿sabes?".
Supierl de inmediato a qué se refería, y el brillo en sus ojos y la mano en el borde de sus pantalones dijeron 'oh, lo sé muy bien'.
"No tu no eres. ¿Pero no puedo tratarte como a algo precioso? Porque tú eres."
Lo miro y una mano se acercó a su mejilla, no muy diferente a como lo había hecho días atrás en clase. La mirada en sus ojos no era indescriptible ahora. Fue paciente, adorador. Divertido y devoto. Fue mucho.
Se quedó sin palabras, tragó saliva y sus ojos captaron el movimiento como un tiburón enamorado de un pez particularmente pequeño.
"No he podido concentrarme".
"¿Alguna vez has?".
Tiraron de su cintura en broma. “Ese no es el punto”, se detuvo junto a su oreja, con la respiración entrecortada y caliente, “Te amo, más que a nada. Me encanta todo lo que haces. Ojalá pudiera... arrastrarme dentro de ti y vivir allí para siempre".
Draco se estremeció y el calor en sus entrañas lo estaba mareando.
“Pareces loco. Demente."
"Solo para ti mi amor. Solo para ti."
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