Aeternum Vale

EPÍLOGO

Adiós... para siempre, ¿eh? ¿Cómo te atreves a decirme eso?

.

¿No recuerdas la primera promesa que me hiciste?

.

Me enojaré si lo olvidas.

.

¿No estás... despertando?

.

¿Realmente lo olvidaste?

.

Realmente no vas a despertar, eh.

.

Bien. Yo lo haré en su lugar.

.

Espérame.

.

Yo...

.

...iré a ti.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

"... ¿Qué pasa si muero?"

San inclina la cabeza ante la pregunta y resopla. "De ninguna manera permitiría que eso sucediera".

"Dije ¿y si?" Wooyoung pone los ojos en blanco. "No eres divertido, en serio".

"Eso es realmente grosero, Wooyoung-ah". San le suspira. "Sabes que nunca dejaría que te sucediera nada malo. En el momento en que nos convertimos en compañeros, me juré a mí mismo que te protegería con mi vida porque...

Los ojos de Wooyoung se suavizan.

"...porque yo soy tu vida", lo interrumpe. "¿Verdad?"

San parpadea un par de veces antes de inclinarse hacia adelante para darle un suave beso.

"Así es", susurra. Pero luego, avanza para pellizcar juguetonamente la mejilla de Wooyoung. "Sé que te he entrenado bien, Wooyo".

Wooyoung le da una palmada en el brazo fingiendo rabia. "No soy un animal. Deja de tratarme como si fuera tu mascota, maníaco de los gatos".

"Tú..." San esquiva un puñetazo dirigido a él y luego levanta las manos en señal de rendición fingida, riendo a carcajadas. "¡Está bien, está bien, lo siento! No hay necesidad de ponerte violento Wooyoung-ah".

Se quedan en silencio, con una sonrisa dibujada en su rostro. Wooyoung está a punto de decir algo, pero de repente San se le adelanta.

"Pero", comienza San. Con mucho cuidado, toma la mano de Wooyoung entre las suyas y luego entrelaza sus dedos. "Si por casualidad sucede, entonces lo haré..."

San se acerca y le susurra algo al oído, y sin que él lo sepa, una sonrisa se ha apoderado de sus labios.

"¿Lo prometes?" Wooyoung levanta su dedo meñique, todavía con una sonrisa en su rostro, pero notablemente más grande que antes.