Capítulo 4.

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Dejo de escuchar ruidos y me destapo los oídos abriendo los ojos. Las luces están encendidas nuevamente y no noto ninguna otra presencia. Se ha ido. Más calmada vuelvo a entrar en la habitación en la que me he despertado y empiezo a buscar mi ropa sin éxito. Sin pararme a meditar si hacerlo o no le quito la bata a uno de los médicos muertos y me la pongo encima del camisón para volver a casa. En otras circunstancias no hubiese sido capaz ni de acercarme pero el miedo y los nervios junto con las ganas de volver a casa y olvidarme de esto hacen que no lo tenga en cuenta.


Cuando salgo del hospital siento frío y empiezo a tiritar. A pesar de que sea verano, a diferencia de mi antiguo hogar aquí hace bastante frío, como si fuera otoño. E ir vestida únicamente con un camisón y tapada con una bata no es lo mejor para combatir este frío. Escucho un ruido detrás de mí y me giro rápidamente esperando encontrarme al niño o a la chica, pero solo ha sido el movimiento de una lata producido por el viento. Me estoy volviendo loca, si es que no lo estoy ya. Paso por delante de un edificio con la palabra "Bücherei" escrita en la puerta y por lo que recuerdo de mis clases de alemán significa biblioteca. Sabiendo que mi familia estará buscándome muy preocupados decido entrar a investigar.

Al entrar la bibliotecaria me mira incrédula por mi vestimenta pero no comenta nada, simplemente me indica donde están los ordenadores y el tiempo límite de su uso, o al menos eso creo haber entendido. Me siento frente a uno de los ordenadores y empiezo a buscar información sobre los habitantes de este pueblo ingresados en un manicomio. Puede que la chica con la que me he encontrado en las dos ocasiones se haya escapado de allí.

Después de más de media hora y de haber leído y visto todas las fotos de los enfermos mentales del pueblo integrados en algún manicomio me doy por vencida. No he encontrado a la chica ni a naide que se le parezca. Justo cuando voy a apagar el ordenador siento el impulso de buscar los accidentes de coche y los atropellos producidos en el pueblo en los últimos diez años. Me siento como una idiota por el hecho de pensar en que lo que sucedió con la chica pueda tener algo que ver y estoy a punto de cerrar la pestaña cuando veo una foto de una adolescente que sufrió un accidente de coche hace 7 años en la misma calle en la que aparté a la muchacha. Observo la foto con atención durante unos instantes y no hay duda de que es ella. Hago click en su ficha y encuentro un artículo escrito sobre ella por una periodista americana llamada April Nichols.

Su nombre es Agatha Von Kleist. Nació en 1989 en la ciudad de Berlín y murió a los 19 años, pero no fue en aquel accidente de coche, murió ahogada en el lago Holton, que se encuentra en la entrada del pueblo, hace poco más de 6 años. Según las investigaciones de la señorita Nichols, la historia de Agatha es la de una chica que nunca fue aceptada por los demás niños por el simple hecho de no haber nacido en este pueblo. Por si eso no fuera poco la intentaron asesinar tres veces. La primera vez fue cuando ella tenía 9 años y estaba sentada en un columpio. Los niños empezaron a decirle que se fuera del pueblo y acabaron empujándola del columpio haciendo que tuviera una fuerte caída. La segunda, sucedió a sus 15 años al intentarla tirar de la noria en las fiestas del pueblo después de haberla gritado que se fuese numerosas veces según los testigos. La tercera fue el accidente de coche que parece ser provocado por los mismos y de la misma forma. Cuatro años más tarde la encontraron en la orilla del lago ahogada, con la palabra "OUT" escrita por medio de cortes en sus brazos y en su pecho.

Por primera vez desde que empezó todo comienzo a entenderlo. El columpio, la noria, el accidente... Es lo que le pasó a Agatha. Pero hay algo que aún no consigo entender... ¿Por qué puedo verla si se supone que murió? Nunca creí en los fantasmas, espíritus ni esas cosas. Siempre me parecieron chorradas, hasta ahora. Busco en la guía el número de April Nichols para ponerme en contacto con ella pero me encuentro con que está muerta. La periodista murió un día después de publicar el artículo sobre Agatha Von kleist en este mismo pueblo. No encuentro información sobre cómo fue su muerte.

Salgo a toda prisa de la biblioteca con el corazón latiéndome a cien por hora y sin poder creerme lo que está ocurriendo. Llego a mi calle y veo que el niño de la pelota está jugando en mi jardín. El miedo se apodera de mí y me acerco lentamente y sin poder evitar temblar y buscar por todas partes y direcciones a Agatha. El niño deja de jugar y me mira a los ojos con frialdad y una sonrisa maliciosa en su rostro.

-No está aquí –Su voz consigue provocarme una punzada de dolor en mi mente. Quiero preguntarle donde está, quién es él y por qué está pasando todo esto pero no consigo hablar ni tampoco moverme. Estoy paralizada por el miedo.

-Quiere que os vayáis –Sigue diciendo el niño en tono brusco- igual que esa mujer que estuvo aquí y escribía tanto –Supongo que se referirá a April- Pero tú eres demasiado astuta y no ha conseguido llevarte, todavía.

-¿Llevarme? ¿A dónde? –Miro al niño incrédula y él se limita a mirar hacia la ventana de la habitación de mi hermana.

-Al lago, con tu familia –Sigo la mirada del niño y veo la palabra "OUT" escrita con sangre en la ventana.

OUTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora