- 𝐑𝐀𝐘𝐍𝐄 𝐀𝐌𝐄𝐒|| 𝐓𝐘𝐏𝐄 𝐎𝐅 𝐁𝐎𝐘𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃|| Rayne Ames x tu

𝟬𝟴

𓂅: ̗̀➛ RAYNE es el tipo de novio que...
si le regalas un conejo, el se pondría muy feliz
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Rayne podría parecer el hombre más serio, misterioso, algunos pensarían que solo se la pasa enojado, entre otras cosas. Aunque tu sabias que era muy diferente a lo que decían, o quizás solo era diferente contigo, pues el solía ser algo cariñoso contigo, se dejaba que tu lo mandaras para lo que sea, entre otras cosas.

Nadie podría saber que la debilidad de Rayne sería un conejo, si tú le das uno, el dejaría de ser serio, incluso sería más cariñoso con el conejo, lamentablemente, pero así lo amabas.

Era una tarde, una tarde muy tranquila y el clima era muy fresco, estabas de camino hacia tu casa, habías comprado comida para hacerle de comer a tu querido novio, habías terminado de hacer la compra e ibas hacia la casa, caminado. Estabas muy pensativa en el camino, hasta que de reojo viste una nueva tienda, una tienda de animales.

Te dio curiosidad aquella tienda y decidiste entrar, quizás y irías a adoptar a un animal, pues sabias que a Rayne no le molestaría, así que estaba bien. Habías entrado y estabas viendo a todos lados, habían varios animales que te gustaban, habían muchos perros, hámsters, entre otros más animales.

Todos eran muy lindos para ti, querías tener todos los animales posibles pero lamentablemente no se podía. Seguías viendo y viendo, hasta que se te cruzó un conejo, viste en una jaula aquel conejo, ese conejo te veía muy fijamente, mientras comía, pensaste rápidamente que el sería perfecto para el hogar, además que a Rayne le encantaba los conejos, por lo que decidiste adoptarlo, habías ido con los trabajadores y estos solo hicieron las cosas que se tenía que hacer para que adoptaras a aquel conejo.

Después de todo lo que se tenía que hacer para que tuvieras al conejo, por fin lo llevabas, sabias que a Rayne le gustaría mucho el conejo, demasiado. Estuviste un buen rato caminando, ibas con varias bolsas y con el conejo era un poco más difícil, por lo que ibas caminando muy rápido, hasta que por fin habías llegado.

Estabas muy cansada pero por fin habías llegado a casa, rápidamente abriste la puerta como pudiste y dejaste las compras en el sillón, ya después lo acomodarías. Decidiste agarrar al conejo y tenerlo en tus brazos, estaba algo tranquilo pero sabias que se podría perder, compraste la comida que necesitaba y todo lo demás para que el conejo esté cómodo en su nuevo hogar.

Sabias que tenías que hacer la comida pero eso podría esperar, además que a Rayne se le olvidaría comer en cuanto vea al conejo.

Pasaron varias horas y por fin era la hora en que Rayne solía llegar, tu habías estado muy entretenida con el conejo, sabias que tu novio ya llegaría, por lo que decidiste agarrar el conejo y ponerlo detrás de tu espalda, para que fuera sorpresa.

Justo cuándo habías puesto el conejo detrás de tu espalda, llega tu novio, al llegar, el vio que estabas parada, sun lado del sillón, viendo que todas las bolsas de la comida seguían ahí. Rayne rápidamente dejó sus cosas a un lado y agarró aquellas bolsas que estaban en el sillón, pues vio que eran muchas y no le gustó la idea de que tú hubieras llevado estas bolsas todo el tiempo, pensó que seguro te habías cansando demasiado.

Rayne dejo todas las bolsas en la mesa y fue sacando cada producto y cosa que tenían las bolsas, estaba ayudándote, estaba preocupado por ti, no quería imaginar lo cansada que estabas al ir con todas las bolsas, aveces se maldecía el mismo por tanto trabajar y no poder ayudarte mucho.

Quedaba una última bolsa u cuando Rayne abrió la bolsa, vio que era comida pero comida para animales, comida para conejos...

Rayne rápidamente te volteo a ver con la bolsa de comida para conejos, tú le diste una sonrisa y le enseñaste el conejo que habías comprado para el. Rayne se quedó quieto por un rato y rápidamente agarro el conejo, acariciando mucho el conejo, estaba demasiado mimado con el conejo, estaba tan feliz, le estaba dando muchos cariños a aquel conejo. Parecía un niño pequeño, tú sólo conocías a Rayne así, sabias que aquel conejo le gustaría y así fue.