8. Y ahora, ¿Qué está pasando?

621 60 6
                                    

Suga regresó y se sentó frente a mí, me entregó todos los papeles que debía firmar y volvió a llegarle otro mensaje a su celular, al ver la expresión de alegría de su rostro decidí arruinarle sus planes, ya sea que fueran con Ruby Jane o con la "Princesa".

—¿Qué te parece si vamos a cenar esta noche? Para celebrar el cierre del negocio.

—Claro, me parece estupendo —aceptó de inmediato.

—Acaban de inaugurar un restaurante de comida italiana en el centro, ¿Qué tal si nos vemos ahí a las ocho?

—Genial.

—Puedes llevar a tu novia si gustas, yo iré con una amiga.

—Me gusta la idea, de acuerdo. Entonces nos vemos en la noche —Me tendió su mano— Un placer hacer negocios contigo, Lisa.

—Ya lo creo —respondí estrechándosela con una sonrisa sarcástica.

En cuanto salí de ahí le llamé a Naeyeon, había encontrado la forma de devolverle el golpe a Ruby Jane, le iba a mostrar lo que yo sentí cuando la vi con su noviecito y mi mejor amiga me ayudaría con eso.

—Hola, baby. ¿Cómo estás? — respondió entusiasta como siempre.

—Bien, niña. ¿Y tú?

—También, ¿A qué debo el honor de tu llamada?

—Quiero invitarte a una cena de negocios que tendré hoy.

—Genial, ¿Alguno de los invitados está soltero y disponible?

—Temo decirte que no, pero aún así, ¿Puedes ponerte muy bonita, por favor? Una nunca sabe con quién se pueda topar en un restaurante.

—¿De casualidad hay alguna razón oculta para que quieras que me arregle con esmero?

—No, por supuesto que no, sólo iremos a cenar con un corredor de bolsa y su novia.

—Okay, ¿A qué hora pasas por mí?

—A las 7:30, puntual ¿Eh? Sabes que no me gusta esperar.

—Sí, mi comandante. A esa hora estaré lista y guapísima, claro que eso no me costará ningún trabajo, jajaja.

—Ay, niña. Te veo más tarde, te mando mensaje cuando esté afuera de tu edificio.

—Okay, besos.

Dentro de mí había cierto entusiasmo por la posibilidad de ver a Ruby Jane esa noche, sobre todo por ver la expresión de su rostro cuando supiera que conocía a Suga y la que haría al verme con Naeyeon. Quería comprobar si yo le importaba, aunque fuera un poco, para así tomar una decisión sobre lo que haría más adelante.

Pasé por Naeyeon y se veía realmente bien, debía reconocer que mi amiga era muy guapa y cuando se arreglaba minuciosamente lucía mucho mejor. En el trayecto al restaurante me estuvo platicando sobre su día, había llegado un nuevo profesor a su escuela y al parecer había surgido un clic entre ellos. Llegamos al lugar y aún no estaba Suga, así que pedí una mesa cercana a la puerta para que me localizara fácilmente, mi corazón empezó a latir más aprisa por la esperanza de verla, pero el entusiasmo me duró poco cuando vi que Suga entraba solo.

—Buenas noches, disculpen el retraso, me entretuve en la oficina.

—No te preocupes, diez minutos no es nada. Te presento a Im Naeyeon, mi mejor amiga. Él es Min Yoon-gi Suga, mi corredor de bolsa.

—Encantado de conocerte, Naeyeon —dijo tomándole la mano y dándole un beso en la misma.

—Igualmente, Suga.

Libre hasta que apareciste en mi vida | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora