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Ya no puedo seguir fingiendo, así que terminemos ahora con esta "amistad"

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+18

La relación no tan profesional entre Gustabo y Jack no era un problema para ellos. El acuerdo había sido simple: Hoy follamos y mañana hacemos como si nada hubiera pasado. Era sencillo.

Hasta que empezó a no serlo, por lo menos para Gustabo.

Tener que fingir en comisaría que Conway era simplemente su jefe y ya está, le jodía demasiado. Y no se trataba de querer un trato especial sólo porque se estaba follando al jefe, sólo que a veces era difícil asimilar que para el otro lo que tenían parecía no tener importancia. O esa era la impresión que le daba el mayor.

Pero cuando pensaba en las cosas que solía decirle Jack en sus momentos más íntimos, le hacía cuestionarse si para el mayor todo era una simple relación con beneficio carnal y sólo eso. Costaba creer eso cuando sus palabras le daban la impresión de que eran más que amigos. Más que follamigos.

"Vamos, capullo, demuestra por qué eres mi agente favorito"

"Siempre me haces sentir bien, Gustabín"

"Eres un gilipollas, pero por algún motivo no puedo alejarme de ti"

"Gustabín... tú eres especial"

¿Si todo eso no era una jodida declaración de amor entonces qué cojones era? Gustabo debió haberse vuelto loco. Se pasaba las noches recordando cada una de sus palabras sin hallar un sentido que no fuera el hecho de que Jack también sentía algo más allá por él, aunque el muy hijo de puta lo negara.

Pero todo tiene un límite y el de Gustabo había llegado, motivo por el cual se había decidido a hablar con Conway esa misma noche cuando se encontrarían como solían hacerlo esos últimos meses, pero esta vez no sería para follar, sino que le dejaría las cosas claras. Esa amistad debía terminar, por su bien.

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Cuando el timbre de su apartamento sonó, sintió nervios, pero con valentía se dirigió hacia la puerta en donde el mayor ya lo esperaba apoyado en el marco de la puerta. No se dio cuenta de que había permanecido varios segundos observándolo sin decir absolutamente nada hasta que Conway le habló.

— ¿Qué haces ahí como un gilipollas, no me invitarás a entrar? — una pequeña sonrisa se asomó por la comisura de sus labios y sin esperar una respuesta le plantó un beso desesperado en los labios.

— Eh, espera...

Tomó las manos del mayor que ahora estaban rodeando su nuca y le obligó a separarse.

— ¿Qué cojones, Gustabín? Te noto raro hoy, más de lo normal.

Vaya, qué halago.

Caminó un poco hasta llegar al salón y bajo la atenta mirada de un Jack completamente extrañado por su actitud, tomó asiento, no sin antes indicarle al otro que hiciera lo mismo. Bajo una mirada de escepticismo, el mayor lo hizo.

Intenabo - One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora