⤷ Kidnapped

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Pogo finalmente cumple su deseo más ambicioso

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Pogo lo necesitaba desde hace mucho tiempo y Gustabo lo sabía. No podía controlarlo aunque lo intentó y cuando hizo uso de todas sus estrategias y nunca surtió efecto, supo que ya no podía hacer más nada. Por ese motivo, lo dejó hacerse cargo de todo.

La obsesión que tenía Gustabo por el Superintendente de la ciudad era algo sabido por la mafia y por el mismo Conway. Tampoco era como si no fuera mutuo, el rubio sabía que el otro hombre estaba igual o peor de obsesionado con él y su deseo de ponerlo tras las rejas. Pero ninguno había logrado acabar con el otro hasta ese momento.

Lamentablemente, Gustabo no pensó que acabar con Conway se traducía a una situación como la que se venía.

Por su parte, jamás creyó que el propio Pogo generaría tal obsesión por el otro hombre, siempre creyó que era él el obsesionado y que Pogo simplemente se dejaba llevar. Pero nada más alejado de la realidad, porque con el paso de los años fue testigo de cómo Pogo se obsesionó más y más con el Superintendente, y eso estaría bien para él, si eso no significaba que todo iba a terminar de esta manera. Pero ya no podía hacer nada más, Pogo había tomado absoluto control de él y ya lo único que podía hacer es dejarlo en sus manos y esperar hasta el momento en que de nuevo, él pudiera retomar el control, por ahora, se lo dejaba todo a él.


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Era jodidamente exquisito y lo quería todo para él. Le causaba gracia que el otro se hiciera de rogar, cuando era evidente que lo disfrutaba tanto como él. Pero eso le gustaba, le encantaba.

— No sabes cuánto tiempo esperé por esto, Jacky.

— No me digas así, enfermo de mierda.

Soltó su característica risa y estudió el rostro del otro, ahora se encontraba un poco herido por el forcejeo, pero aún así podía disfrutar de la vista. Jack Conway era un hombre de apariencia fuerte pero para él lucía como un muñequito del que podía disfrutar en todo momento. Sus carnosos labios, ahora con un poco de sangre, le generaban sensaciones inacabadas, y esos ojos, oh, tan oscuros, si se acercaba más, podría ver su reflejo en ellos. Y también podía ver el deseo, estaba seguro de eso, aunque la mirada del otro ahora denotaba molestia, había una chispa ahí que ni el mismísimo rey de la ciudad - como él se proclamaba - podía ocultar.

— ¿Sabes que estamos completamente solos, verdad? — ignoró el gruñido proveniente del otro — Le di la orden a mis hombres de retirarse, porque no quería arruinar mis planes contigo, llevo mucho tiempo pensando en esto. Todo para complacer a mi chico.

— Me vuelves a decir de esa puta manera de nuevo y te juro-

— ¿Te juro que qué? — escupió con burla mientras acercaba el cuchillo al cuello del pelinegro que sólo permanecía observándolo con notoria molestia — Conmigo no tienes que fingir Jacky, yo te conozco y sé que tú me conoces a mí. Pero no tienes que preocuparte, al fin y al cabo soy un romántico en el fondo... — reemplazó el cuchillo por su mano y con delicadeza recorrió el cuello del pelinegro, notando que tragaba saliva y los latidos de su corazón se aceleraban — Ahora te sigues recuperando, pero no te preocupes, no aceleraré las cosas y esperaré a que te recuperes, porque aunque no lo creas, te dejaré tomar el control de las cosas.

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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