Un nuevo amanecer para el Sultanato Otomano.

CAPITULO 7

En la habitación solo hubo un silencio, no incómodo, pero era de esos silencios raros, el Sultán solo admiraba la belleza de aquella chica pelirroja, después de tanto tiempo sin verla parecía que era otra mujer, estaba más bella que antes, no es que antes no fuera bonita, sino que, tal vez, él si la extraño mucho y muy dentro de él la quería volver a ver pero su orgullo no se lo permitía contando también que la Madre le había lavado el cerebro junto con Ibrahim y pues bueno se dejó llevar por los chismes.

Hurrem: su majestad, usted pidió verme... hay algo que haya hecho mal?

Suleimán: Hurrem... ¿por qué hiciste eso?, sabes muy bien cuales son las reglas de este palacio ¡¿qué pretendías con Mustafa?!___ dijo algo enojado

Hurrem: su majestad... yo no pretendía nada con el príncipe, como se lo dije a la Madre Sultana el príncipe venía a verlo a Usted, pero le dije estaba MUY ocupado___ dijo recalcando el MUY como una indirecta___ así que el príncipe me pidió ir a ver a sus hermanos, todo el día estuvimos en mis aposentos jugando, el estuvo muy feliz aquel día y terminaron muy agotados los príncipes por el juego...

Suleiman: ¿y por qué te quedaste con Mustafa si sabias que debías haberlo llevado con su madre y así nos hubiésemos evitado todo este alboroto?

"Demonios" pensó Hurrem, si, le dijo toda la verdad, pero no había ensayado la otra parte de la historia, claro está que no le puede decir que no lo había llevado con su madre porque no quería tener problemas con la serpiente de Mahidevran ni con las brujas de su madre y hermana, pero tampoco le puede gritar y dejarlo con la palabra en la boca porque eso sería un suicidio, así que tuvo que improvisar cuando escucho la pregunta de Suleiman.

Hurrem: yo... no quise despertarlo y ya era bastante tarde aquella noche, pensé que lo mejor sería que se quedase a dormir...___ sin que el Sultán se diera cuenta dejó salir un suspiro de alivio ya que le pareció ver que el Sultán le creyó.

Suleiman suspiro y hablo nuevamente.

Suleiman: bueno tal vez eso quedó aclarado... lo que no me queda claro es porque... ¿cómo te atreviste a hacerle algo así a alguien de mi harem?,haber hecho eso es como si me lastimaras a mi Hurrem... debes entender que como todos aquí debes seguir reglas, así que por tu bien y el de tus hijos espero que no intentes hacer algo en contra de Mahidevran o Nurhan, ellas están al mismo nivel que tu... así que como las puedo castigar a ellas te puedo castigar a ti también, no hagas nada malo y ocúpate de los niños... te puedes ir.

¿Alguna vez han sentido como si quisiera solo golpear tan fuerte a alguien hasta que se retracte de lo que te dijo y te pida perdón? Bueno pues eso es justamente lo que nuestra Sultana sentía, pero no sólo eso también quería llorar, enojarse, golpearlo... tenía tantos sentimientos juntos que no sabia que hacer, quería preguntarle el porque de su actitud, porque su mejor amiga, porque la humillba todo el tiempo, porque la rompía en mil pedazos cuando ella solo quiere que la respete así como ella lo respeta a él profundamente, si la seguía amando... porque si tal vez la Suntana Hurrem ya estaba convencida de que el Sultán ya no la quería y que todas las promesas y palabras de amor eran falsas, pero muy dentro de ella guardaba una esperanza de que todavía seguía existiendo ese amor que se profesaban el uno al otro... pero al parecer no... ya no había nada solo recuerdos, y no había que ser adivino para saber eso, la forma en que la amenazó solo pudo comprobar que ya no había nada de amor ahí y eso fue lo que mas le dolió a la Sultana pero también le dio mucha rabia y coraje.