Capítulo 8

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Hurrem: ¿algo? ¿cómo que me podría estar pasando a mi?__ respondió a la Madre algo sarcástica

Madre: pues no lo se, por eso te pregunto, has estado muy distraída

Hurrem: solo es que últimamente mis príncipes han estado un poco inquietos y me han cansado, como ya le dije mi Sultana, eso es todo

Madre: ¿y por qué te encierras todo el día en tus aposentos?... ¿no será por lo de Mahidevran y Nurhan? Porque si es así, tu más que nadie debería saber como funcionan las cosas aquí, como madre de 2 príncipes, deberías saber como comportarte__ expresó seria

Hurrem: solo es cansancio, ya le dije su Majestad__ dijo ya cansada de las reprimendas diarias de la Madre

Madre: Hurrem... creo que no hace falta decírtelo pero... en estos momentos, Mahidevran y Nurhan son casi intocables y tu, por ahora, no tienes una buena posición en este palacio, así que es mejor que no tengas contacto con ellas, ya que, si algo les pasa... a ti te echaran la culpa y nadie te podrá salvar, ni a ti... ni a tus hijos__ advirtió

A la Sultana le sorprendió que fuera la Madre quien se lo dijera, pero más le sorprendió que, de cierta forma, tratara de advertir y aconsejar a Hurrem sobre que no se acercara a las 2 mujeres embarazadas, pareciera como si de alguna forma, la Madre, tratara de librar a Hurrem de un problema muy grande.

Hurrem: no se preocupe Sultana, yo no haré nada contra ellas, si eso es lo que le preocupa, ahora, ¿puedo regresar a mis aposentos? Porfavor__ hablo algo apurada

La Madre suspiro y asintió, y, por su parte, la Sultana Hurrem antes de irse hizo la característica reverencia que se hace al estar en presencia de la Madre Sultana para despedirse o saludar.

En todo el camino hacia sus aposentos, la Sultana Hurrem fue maldiciendo a todo el palacio, ¡agh! La Sultana Hurrem estaba que no podía del enojo y juraba que quien se le cruzara... lo sentía por esa persona, ya que la pobre persona sería blanco del desquite del enojo que traía la Sultana Hurrem.
Cuando la Sultana pasó por el harem, todas se quedaron calladas porque vieron que Hurrem iba sacando humo hasta por los poros, sí, la odiaban, pero eso no quitaba que cuando la Sultana Hurrem se enojaba, daba mucho miedo, parecía que estuviesen viendo al mismísimo diablo en persona

La Sultana en uno de los pasillos, se encontró al que menos quería ver en ese momento, Ibrahim.
Se le hizo raro, ya que ese pasillo era el que llevaba a los aposentos de Mahidevran, pero para la Sultana Hurrem no paso desapercibida la cara de preocupación que tenía Ibrahim.

La Sultana pasaría de largo la presencia de Ibrahim con una reverencia rápida, sino fuera porque Ibrahim la detuvo preguntandole algo que dejó pensativa a la Sultana.

Ibrahim: ¡Señorita Hurrem!... me dijeron que la Sultana Mahidevran se desmayo, ¿sabe por qué?__ dijo tratando de esconder su preocupación pero era evidente, su cara y voz lo delataban

Hurrem: no lo se Pasha, y ni me importa__ contesto lo más cortante que pudo

Dispuesta a irse, se dio la vuelta, pero nuevamente, Ibrahim quería pelear con ella.

Ibrahim: ¿no será que usted, por celos, le hizo algo?__ dijo rápidamente antes de que Hurrem se fuera

Hurrem: mmmm, yo jamas le trataría de quitar la vida a un niño inocente... no soy esa clase de persona, como usted entendera Pasha__ le dio una indirecta de lo que había hecho Mahidevran la vez que la envenenó cuando ella estaba embarazada

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⏰ Última actualización: Jun 25 ⏰

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