Cap. 1

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Desde aquel misterioso encuentro, Mimi se empezó a sentir observada. Muy seguido.
Ocasiones en las que ella iba por la calle con tranquilidad, hasta antes de bañarse.

Aparte, nunca encontraba tiempo para llamar al Doctor.

—...debería haber tapado esa ventana...— Dijo Mimi apuntó de desvestirse. —No sé por qué la instalaron ahí en primer lugar...— Ella decía esto ya que arriba de su ducha había una pequeña ventana que daba al exterior de su casa, la que usualmente tapaba con papel pero que se cayó hace unos días. Y no la reparó pues no tenia tiempo por sus estudios. Deseaba entrar a una buena universidad después de ese año sabático que se tomó al cumplir los 18, y se estaba preparando para dar un examen.

Insegura si darse una ducha aquella noche o no, al final se decidió.

De iba desvistiendo poco a poco, sin darle mucha importancia a ese mal sentimiento de ser observada. Entro a la regadera, y encendió el agua caliente.

¿Cómo podía pagar todas estas comodidades, te preguntarás? Pues, por sus padres por supuesto. Ella vivía en la casa dónde su madre pasó la universidad, al igual que su abuela, y todo venía de familia. Además sus padres pagaban ciertos recibos como agua y luz. Igualmente Mimi tenía un pequeño negoció de confección con el que ganaba el diario, y eso le ayudaba mucho.

Se quedó parada por unos segundos mirando hacia arriba, de reojo a aquella ventana, y siguió con su ducha como de costumbre.

Derrepente, escuchó un ruido... —Pero que...?— Se preguntó al ver que el árbol que se veía desde esa ventana se movía. —... — Mimi se quedó en silencio mientras se cubria con la espuma del jabón.

Nerviosa, termino su ducha y salió envolviendo la toalla alrededor de su cuerpo. Se dirigió a su cuarto y se tendió en la cama.

Suspiró, pensando. Quizá toda la paranoia solo estaba en su cabeza, quizá una rata se había subido al árbol que había provocado ese sonido.

Se puso una pijama, y luego de una hora de ver televisión, se dirigió a la sala, era pequeña, pero bonita.

Se recostó en el sofá y decidió llamar al Doctor.

Marcando...

—Aló?...— Respondió Masacrik, una respiración agitada se escuchaba a través del teléfono.

—Buenas Noches...— Dijo Mimi con una sonrisa. —Lo desperté? Ya son las 10 de la noche... —No... respira no... no para nada...—

A Mimi esto le pareció un poco fuera de lugar, pero lo dejo pasar porque ya era muy tarde para cuestionarse cosas.

—Oye... como estás?... digo... se te escucha mal... —Dijo Mimi mirando el techo. —Disculpa... suelo agitarme cuando hago demasiado ejercicio físico. O al menos en una exuberante cantidad... —Respondió Masacrik, que se empezaba a calmar. Mimi río. —Bueno, espero que estés pasando una linda noche...

—Eh si bueno, Masacrik río. salí de mi casa a dar un paseo por la ciudad hace más de media hora y sigo cansado. —Tienes auto? Preguntó Mimi —Si, uno clásico. Azul oscuro con detalles crema.

—Fuiste a algún lado hoy? —Preguntó Masacrik, que también está sentado en el sofá de su propia casa.

—Me fui a comprar ropa. —Dijo Mimi. —Enserió? —Sí. Es que ya me voy a presentar a la universidad y necesitó estar formal... —Masacrik Sonrió cuando ella le dijo esto. —¿Qué edad tienes? —Le preguntó, aún que no le importaría estar hablando con una menor, ya que solo la buscaba para llevarla a hacerle sus experimentos, y era un plus si era mayor de edad.

—18... los cumplí el año pasado... es que me tomé un año sabático de no hacer nada...— Mimi Sonrió
—No te molesta que yo tenga 25, verdad? —Preguntó Masacrik.

Mimi lo pensó un poco. Es verdad, el ya trabaja en un hospital y ella recién va a postular a una universidad. La diferencia de edad iba a ser notoria. Pero a ella eso no le parecía un problema.

—No... la verdad no del todo...— Dijo ella con una sonrisa.

—Bien, ¿Qué vas a estudiar? —Le preguntó
—Aún no lo sé, quizá gastronomía, o confección.

—Ah, es bueno saber eso. Deberías estudiar lo que a ti te apasiona. —Respondió Masacrik, tratando de darle falsos ánimos.
—Yo desde que era niño amé la biología y todo lo que tuviera que ver con ciencia y el cuerpo humano. Aún que... te cuento un secreto?...

—Mimi río; como para decir que sí. —Nunca saqué mi título como doctor, solo terminé la universidad. Me enteré que con solo ejercer por suficiente tiempo mi carrera puedo sacar un título sin necesidad de una tesis. Tomará tiempo pero al menos no tendré que hacer una tesis que en cualquier momento puede ser rechazada.

—Inteligente. —Dijo Mimi con una voz con más confianza.
—Oye... quieres salir alguna vez? No sé... casualmente?...

Una sonrisa retorcida se producía en la cara de Masacrik, una que Mimi no podía ver.

—Por supuesto.

♡{TWISTED LOVE}♡ // Psychocuties ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora