Cap. 2

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Masacrik se preparó para esta cita. Aún que se convencía de que no era más que una salida casual. La última semana había estado hablando con Mimi por el teléfono todas las noches. 

Ella por otro lado veía ciertas opciones de carrera. Masacrik se enteró que a Mimi le gustaba usar jabones artesanales, claro que no por que ella le dijera... pero hablar con ella siempre era divertido. 

No era ciencia extensa, es claro que era Masacrik el que la acosaba en todo momento. El llegó a desarrollar un apego por Mimi, como una necesidad urgente de deseo de posesión.

Y aunque no era amor, se podía demostrar por su lenguaje corporal, su más profundo deseo de ser una persona normal con hobbies normales y poder enamorarse de alguien normalmente. Él sabía que nunca iba a poder ser así, así que siguió con su primer objetivo.

Mientras tanto Mimi, estaba escogiendo cual de sus vestidos usar. Quería causar una buena impresión para aquel hombre, aún que sol se conociera con el recientemente. Esas llamadas que duraban horas le habían dado la confianza necesaria como para querer algo con él. Igualmente seguía con esas miradas imaginarias de ella que sentía ser observada.

Masacrik era muy precavido al momento de realizar los acechos. Iba media hora antes a la casa de Mimi, miraba por las ventanas de aquella y salía de ahí media hora antes de su horario de llamadas. La casa de la chica estaba distante de la ciudad, pero no tan distante como la de Masacrik, que se encontraba entre pastizales de trigo.

El teléfono sonó.

Mimi corrió hacia el. Estaba solo en toalla y como todas las ventanas estaban cerradas, ella no estaba preocupada.

—Aló?

—Buenos días Señorita, ¿Es acaso muy temprano para recordarle de nuestro encuentro? —Masacrik dijo como todo un galán. A lo que Mimi río. 

Eran las 9 de la mañana y ella iba a pasar todo un día acompañada de Masacrik para hacer diversas actividades. 

—No, la verdad es que no. —Dijo Mimi con una sonrisa.

—Me alegro. La estaré recogiendo a las 10 y 30, para darle tiempo a prepararse. Además, mi casa está un poco lejos. 

Ella se percató de algo.

—Nunca te dije donde vivía jaja... —Dijo con una sonrisa nerviosa.

Masacrik la había cagado.

—Ehm... 

—Solo lo suponía. —Dijo Masacrik, tratando de hacerse el tonto. —Después de todo, mi casa está muy lejos de la ciudad en general. 

Mimi vio esto con naturalidad y lógica. 

—Esta bien. —Dijo ella sonriendo fuera del teléfono. —Te veo más tarde, tengo que terminar de alistarme. —Dijo Mimi soltando una risita, a lo que Masacrik también río y se despidieron. 

Luego de unas horas, Mimi salió de su casa preparada. Masacrik la estaba esperando afuera, ya que ella le había dicho en donde vivía justo antes de despedirse. Aún que para Masacrik esa información ya no era necesaria.

Ella usaba un vestido de flores con un collar dorado, unos zapatos blancos, su pelo normal y orejas de perrito blancas igual.

Mientras que Masacrik Usaba una camisa celeste, parecida a la que siempre llevaba, pero más formal y arreglada. Unos pantalones formales negros y su pelo bien peinado como siempre.

Cuando ella se acercó a él, este le beso la mano, como un gesto coqueto.

—Lista, bella dama? —Mientras Masacrik decía esto, Mimi se sonrojaba. 

—Claro. 

Se subieron al carro, y él manejó hasta la ciudad.

Pasaron el día comiendo, charlando, paseando, etc. Todo tipo de actividades cautivantes para la joven.

Pero, Masacrik tenía otros planes.

Quizá no hoy, pero el ejecutaría su plan malévolo. Un plan siniestro.

Estaban caminando por el parque.

—Quieres volver a encontrarnos algún día? —Preguntó Masacrik, acercándose a ella. Después de dejarla en el portico de su casa.

—Obviamente te avisaré cuando este disponible. —Dijo él, levantando su quijada suavemente con sus dedos.

Mimi se sonrojaba.

—Por supuesto... —Dijo un poco avergonzada.

Se despidieron después de ese día, y pasarían meses hasta que se volverían a ver. Ya que solo hablaban por teléfono y Masacrik solo la espiaba. 

//... //

¡NOTICIAS RECIENTES!

JOVEN DE 18 AÑOS ES ACCIDENTADA EN UN CHOQUE DE AUTO, EL SOSPECHOSO DESAPARECIÓ Y LA JOVEN ESTA MAL HERIDA.

Se dice que aquella señorita estaba manejando con un auto aparentemente de sus padres, hacia su domicilio. Cuando un imprudente conductor chocó contra ella y ahora está hospitalizada. —Dijo la conductora del programa mientras daba las noticias de la noche. 

//... //

Los padres de Mimi estaban en la sala de espera, al parecer, ella estaba perdiendo mucha sangre y tenía que ser llevada a urgencias.

Su madre, una mujer de 43 años con cáncer de pulmón por el cigarro que siempre fumaba, lloraba desesperadamente por su hija.

El padre, un hombre de 48 años con una vida estresante, estaba preocupado, por el estado de su única hija.

Al hospital llegaba normalmente el Doctor Masacrik. E iba caminando despreocupado por los pasillos de aquel lugar.

—¡Doctor! —Gritó Strawberry, una de las enfermeras por ahí, llamando su atención. —Ha llegado una paciente a urgencias... necesita una operación... Y quién mejor como el Dr. Masacrik como para realizar esta compleja acción...—

Si, Strawberry gustaba del Dr. Masacrik, y le gustaba alabarlo con ciertas palabras de elogio. Usaba orejas blancas de gato como casi todos en ese lugar y su pelo era rosado, con un cerquillo y pelo hasta los hombros. Ella se arreglaba así porque sabía que al Doctor le gustaban de esas.

—Ah, ya veo...— él dijo, caminando. —¿En qué sala está la paciente?

—En la 107 Doctor!— Dijo Strawberry.

—Esta bien. —Suspiró.—

Pasado un tiempo, llegó a la sala de operaciones, y empezó la acción. 

Le dejaron aquella operación a Masacrik porque era muy experimentado y bueno bueno lo que hacía. Hizo cortes, conexiones, y trasplantes. Todo con una mirada perversa y una sonrisa que no podía ser vista tras la mascarilla. 

En poco tiempo, Terminó con la operación, y era tiempo de seguir con su plan. Solo Masacrik y Mimi, en una habitación de operaciones, sin testigos. 

♡{TWISTED LOVE}♡ // Psychocuties ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora