Poemas de media noche

Verbo llover

Que locura fue cuando me dijiste que "llover" no es verbo. Claro que es verbo, pero solo unos pocos somos capaces de emplearlo, pues conocemos el poder de las palabras al hablar o escribir.

Claro que es verbo, solo quienes sabemos emplear la metáfora ante nuestros sentimientos lo sabemos, tal cual como un secreto del alma del poeta. El poeta, y sólo el poeta, conoce los pequeños secretos, que se evitan enseñar, sobre la escritura; aunque creamos que lo sabemos todo sobre la escritura, hay cosas que aprendemos y entendemos, únicamente, cuando nos enamoramos de la escritura, como si de nuestra persona amada se tratara.

Es fascinante como es que el poeta es capaz de emplear un verbo, que para la gente que no ha descubierto el placer de escribir, no son verbos, no son acciones. El poeta triste, el poeta feliz, es capaz de describir su sentir de la manera más exquisita y sublime, incorporando cada palabra que puede, así como el cielo se adorna con cada lucero que tiene oportunidad.

Así que sí, el verbo llover existe. 

Mi alma llueve de alegría, como un suave arrullo de la brisa del mar, cuando te veo. Mi alma llueve y me hace feliz, como una tormenta por la noche. Mi alma llueve y llueve, solo llueve, no lo evita, y no le desagrada, pues amo a la lluvia, tal y como te amo a ti. La amo, porque no hay razón para huir del abrazo de lluvia. Te amo, porque no hay razón para huir de tus brazos.

Así, el verbo llover existe, así como existe nuestro amor. Así, el verbo llover existe, y yo solo quiero bailar contigo bajo la lluvia de nuestros sentimientos. Solo quiero besarte bajo la lluvia. Solo quiero que nuestras almas lluevan juntas.

~(Para aquella persona que hace a mi alma llover.)