A solas

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 28

Dejo a Denki en el centro de la cama con delicadeza, se alejo solo lo suficiente para deshacerse de sus ropas y volver a su amante.

Sus dedos frotaban aquel botón de Denki mientras su boca atendía uno de los pechos de este, sentía las manos del rubio en sus hombros y como las uñas se incrustaban en su piel cuando el orgasmo llegó a él.

—Izu— gimoteo Denki sintiendo la sobreestimulación en su sexo ante el orgasmo y el hecho que Izuku no paraba de frotarla, cuando el peliverde retiro la mano fue solo para sustituirla por su boca, disfrutaba de aquella zona como si fuera lo mejor que había probado en la vida mientras sus dedos seguían explorando su interior con suaves embestidas.

Aquella boca y esa mano lo llevo al paraíso nuevamente haciendo que arqueara su espalda y tirará quizá con mucha fuerza de los cabellos de izuku.

Lo sintió alzarse para besarlo, Izuku realmente no estaba dándole tiempo de pensar, y Denki agradeció aquello, mordió el labio del peliverde cuando por fin entró en él.

Con una suave descarga Denki le hizo saber a Izuku que quería invertir posiciones y este lo movió dejándolo sobre él.

—Mierda— Izuku había desarrollado cierto gusto de ver a la versión femenina de Denki montarlo, llevo sus manos a sus pechos mientras subía y bajaba sobre el.

Sus manos apoyadas en las rodillas ligeramente alzadas de Izuku, las manos de este en sus pechos, el enorme miembro en su interior hacían a Denki sentirse perdido en una gran vorágine de placer, aceleró sus movimientos notando cómo Izuku se sentaba, el beso que le dio era demasiado posesivo y cargado de placer, la intromisión de la lengua contraria en su boca le hizo gemir y las manos ahora en su trasero ayudándole a mantener el ritmo le hacían sentir en la luna.

—Denki— jadeo Izuku que llevó su mano a los cabellos de la nuca y tiró con fuerza robando un gemido fuerte, atacó el cuello del rubio dejando marcas evidentes sintió como el cuerpo de su pareja comenzaba a tensarse— córrete para mí mi amor.

Denki no pudo más y ante aquella petición de su esposo sintió su orgasmo llegar fuerte, poco después el de Izuku, sintió el calor recorrerlo ante la satisfacción. Su frente reposo en el hombro de Izuku y este frotó su espalda con amor.

Procuro a Denki limpiando y acomodandolo a su lado, parecía que su plan había funcionado y logro distraer a su esposo.

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A la mañana siguiente despertó sintiendo el vacío a su lado, se levantó sin prisa y colocó una playera de Izuku, no se molestó en usar ropa interior pues creyó que no había nadie más en el departamento.

Mientras avanzaba por el pasillo el aroma de la comida llegó a él, dio un paso con vacilación antes de detenerse por completo.

Su mano voló a sus labios antes de correr en dirección al baño más cercano.

Izuku había preparado el desayuno, se tomaría el día para poder hablar con Denki cuando escuchó una puerta ser azotada

Se apresuró por el pasillo encontrando a Denki en el suelo del baño vomitando, con cuidado se acercó y sujeto el cabello de su esposo antes de arrodillarse detrás y comenzar a frotar su espalda

—Creo que el desayuno no olía bien— susurro Denki dejándose caer de espaldas sabiendo que Izuku lo sostendría.

—Vamos a la habitación, limpiare la cocina para que no te siente mal el olor otra vez— se ofreció Izuku sintiendo una pequeña emoción al saber que aquello podría ser una señal positiva.

—Llevame— gimoteo Denki, escuchó la risita de izuku y luego como lo alzaba. Rodeo el cuello del peliverde con sus brazos— esto es terriblemente emocionante— dijo al fin— no te vayas, dame amor, y luego vayamos a la clínica.

Tal como lo pidió Izuku paso la mañana en la cama hasta que Denki tuvo hambre y antojo de fruta, la emoción que recorría a Izuku era indescriptible y feliz cumplió la petición de su esposo.

Salieron cerca del mediodía a la clínica, ambos estaban nerviosos y muy emocionados.

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—Me alegra verlos nuevamente— sonrió la doctora que ya tenía los resultados en sus manos

Vio a ambos jóvenes y sonrió dejando a la vista la hoja en la que resalta en rojo un POSITIVO.

Los ojos de Denki se llenaron de lágrimas y la sonrisa que se dibujó en Izuku fue maravillosa, lo habían logrado

—Estamos embarazados— soltó Izuku riendo de felicidad— Denki mi amor lo logramos.

Denki por su parte aún no salía de su asombro, estaba tan feliz su sueño estaba ahí creciendo dentro de su cuerpo, formándose día a día.

—Seremos papás — murmuró al fin rompiendo en un llanto lleno de alegría— ¡seremos papás!— repitió