De la misma forma que Charlie era la viva imagen de su padre (Lucifer, Rey del Infierno), su hijo y ella eran muy similares en apariencia - compartían el mismo tono de piel blanco, los mismos tonos rosados en sus mejillas, y un muy bonito cabello rubio. Casi como si fueran muñecos de porcelana.
El corazón de Charlie y Carlos también están en sitios similares, pero mientras que Charlie preferiría ver el lado bueno en Alastor, el hijo de ambos más bien detesta a su padre.
-Eres el demonio más narcisista, arrogante y egoísta que conozco.- El chico le dijo a su padre, que levantaba ligeramente la mirada de su periódico para ver a su primogénito.
-Carlos, no digas esas cosas~- Charlie llamó a su hijo, tratando de evitar otra pelea.
-Muy halagado por el comentario hijo.- Alastor comentó (contando que Carlos conoce a Lucifer, eso es otra victoria para Alastor). El demonio de la radio no tardó en volver a fijar su atención en las noticias del día, volviendo a ignorar las quejas de su hijo respecto a su comportamiento (las cuales continuaban...).