-No sé mamá, simplemente creo que papá no quiere, y mucho menos piensa, en nadie más que en si mismo.- Carlos le mencionó tranquilamente a su madre, a quien él estaba ayudando a poner la mesa al momento de la comida.
La princesa del Infierno por supuesto no está de acuerdo con lo que dice su hijo.
-No digas eso Carlos. Tú padre simplemente tiene un exterior duro de roer.- Charlie le insistió al demonio-adolescente, dándole un par de palmaditas en el costado, mientras el vapor de la comida caliente subía y subía -Él te quiere mucho a ti y a tu hermana, simplemente tienes que sentarte y hablar con él.- La mujer-demonio de cabello rubio explicó respecto a la actitud de su esposo...
La clave de toda buena relación es la comunicación. Pero siendo un par de testarudos los dos, Carlos & Alastor (con más similitudes de las que cualquiera de los dos quiera admitir), se reusan a hacerlo.
-...Yo prefiero a la tía Vaggie, y los tíos.- Carlos mencionó tranquilamente, no solo porque en verdad le agradan más Vaggie, Angel Dust y Husk (sus tíos, no biológicamente pero si de-facto) - pero también porque él sabe que su padre está escuchando a través de las radios de la casa.
-Hehe, ahora yo mando aquí.- Alice, ignorando la charla de su madre y su hermano, exclamó sonriente mientras se sentaba en la alta silla de su padre, a uno de los extremos de la mesa.
Las fantasías de poder de la niña-demonio (que ni siquiera llega a los 10 años), son sin embargo prontamente interrumpidas cuando una sombra la saca suavemente del asiento.
-Querida- Alastor, salido de entre las sombras, saludó inclinando su alta figura encima de su esposa un instante, ambos correspondiendo un afecto mutuo.
-Papáaa- Alice se quejó un momento, ya que la sombra no la baja.
-Hola mi criaturita- Alastor exclamó, haciendo que una de sus sombras tironeara un poco de las mejillas de la niña, mientras que él se mantenía en sus respetables 5 pies de distancia... -Carlos.- Alastor llama secamente a su hijo mayor.-Alastor.- Carlos repitió con indiferencia.
-¿Quién te dio el derecho de hablarme así?- Alastor mencionó, los cuernos sobre su cabeza creciendo un instante & cubriéndose en llamas.
-Es tu nombre.- Carlos declaró, mientras que una gota de sudor cae por la cabeza de Charlie al ver a su esposo y su hijo sentarse en lados opuestos de la mesa, con poses muy parecidas, pero claramente sin llevarse muy bien.
-...- Charlie se mantiene en silencio, mientras unos cuernos empiezan a sobresalir de su cabeza, el resto de su familia suda frío. La princesa del Infierno es aterradora cuando quiere.