31. Discusión

186 24 5
                                    

La fiesta había sido un éxito total. Bueno, casi.

Casi porque desde que el olor de Momo se hizo presente Sana no dejaba de pensar en eso. Sentía el terror invadiendo su cuerpo, cosa que le recordaba ese arranque de ira dónde pensó que le arrancaban lo que más quería.

-Sana, deja de pensar en ella -Jihyo llamó la atención de su omega- Tiene una orden de restricción, además no sabe de la existencia de Gunwook.

-Jih, creo que ya lo sabe -Minatozaki suspiro con tristeza- ¿Por qué otra cosa se volvería a aparecer sí no es por Gunwook?

-Te estás llendo a los extremos, Sana.

-¡Y tú te lo estás tomando mucho a la ligera! ¡Por una maldita vez en tu vida toma las cosas con seriedad!

Sana estaba fuera de sí. Lo mínimo que hubiese esperado era consuelo de parte Park.

-Me lo estoy tomando en serio. Por eso mismo confío en que tomamos las medidas adecuadas para que no volviera a aparecer por aquí -Park intentó mantener la calma- Además, ella no sabe a dónde nos mudamos cuando salimos de Seúl.

-Alguien pudo decirle.

-¿Pero quién? -en verdad no quería enojarse con su esposa- ¿Tzuyu? Literalmente perdieron el contacto cuando Momo la atacó y ahora solo se la pasa con Dahyun. ¿Dahyun? Lo mismo con la única diferencia de que no conoce a Momo. ¿Chaeyoung? Lo mismo que Dahyun. ¿Nayeon o Jeongyeon? Literalmente fueron las que más ayuda nos brindaron. ¿Mina? Podrá ser una imbécil pero no creo que a ese nivel.

-Confias mucho en ellas -Sana había comenzado a llorar.

-No llores por tonterías -la última pizca de paciencia que le quedaba a la alfa se estaba llendo de sabático.

-¡¿Te parece una tontería que me preocupe por qué la persona que casi mata a mis hijos volvió?! -Minatozaki gritó.

Los hijos de el matrimonio Park estaban ya en sus habitaciones. Yunjin tenía los audífonos para concentrar su atención en la videollamada que sostenía con Chaewon. Seungheon había caído profundamente dormido. Solo Gunwook estaba despierto, había comido demasiado durante la fiesta que su estómago dolía un poco.

El niño pudo notar el ruido en la planta baja de la casa, por lo que bajo a investigar.

-Yo estoy velando por la seguridad de nuestros hijos, Sana -Jihyo ya había perdido la tranquilidad para este momento- Yunjin y Seungheon están a salvo.

-¿Y Gunwook? Ella lo está buscando a él y tú me dices que las cosas no se podrán feas.

Minatozaki era un mar de llanto para ese momento. La incertidumbre y el miedo se habían apoderado de ella.

-Gunwook... Según tú, Momo ya evadió todas las medidas preventivas que hicimos. Así que no se que más puedo hacer para protegerlo.

-¿Cómo puedes hablar así de tu hijo? Pareciera que no lo quisieras.

-Lo quiero demasiado, pero si pensar con la cabeza fría y no adelantarme significa eso para ti, yo no puedo hacer más.

-Sabes, mi miedo siempre fue que lo trataras diferente. Hasta ahora, jamás me imaginé que fueras a ignorar el peligro que lo acecha.

-Esta bien, Sana. Piensa lo que quieras -Jihyo planeaba retirarse a dormir, ya no quería seguir con la discusión pues sabía que diría algo de lo que se arrepentiría.

-Momo lo tendría de prioridad -Sana susurró eso, ninguna de las dos estaba pensando las cosas con calma.

Desafortunadamente Jihyo había oído eso con claridad, por lo que la rabia se apoderó de ella.

-¡¿Te arrepientes de estar conmigo ahora?! ¡¿Preferirías que Yunjin estuviera muerta en este momento?!

-¡En estos momentos si me estoy arrepintiendo de estar con alguien que no toma las cosas con seriedad! -eso hirió a Park de forma emocional- ¡Igual comienzo a creer que ella no hubiera tenido ese ataque de ira si tú no hubieras aparecido de la nada! ¡Y yo tontamente caí!

-Bien, haz lo que quieras no importa. Yo puedo hacerme cargo de Yunjin y de Seungheon.

-¡¿Y de Gunwook qué?! ¡¿Tú dijiste que lo tratarías como si fuera tuyo?!

El niño había escuchado eso. La inocencia aún no le permitía dimensionar lo que estaba oyendo.

-¡Yo le he dado su lugar como si fuera mi propio hijo cómo para que ahora me vengas a decir que no me importa! -la alfa dio un golpe a una de las paredes asustando a Sana y a Gunwook- Pero, está bien. Acabas de susurrar que Momo lo tendría como prioridad. Así que adelante, entregárselo si quieres.

-Es tu hijo.

-No Sana, tu misma lo acabas de decir y de recordármelo. Gunwook no es mi hijo y tal parece que tú jamás has valorado el trabajo que he hecho por ustedes dos.

-¡¿Cómo te atreves...

-Ya te dije, no me importa lo que hagas. Sí quieres seguir conmigo y nuestros hijos o largarte a los brazos de Hirai junto a Gunwook.

-Cometí un error al haber vuelto contigo.

-Y yo arruine mi vida casándome con una omega que ya tiene destinado -Jihyo soltó con desprecio- Mi odio hacia ese tipo de parejas al parecer siempre fue justificado.

Antes de que las cosas se calentaran más Park decidió subir a la planta alta dónde se encontró cara a cara con Gunwook. Los ojos de Jihyo se llenaron de lágrimas al saber que el pequeño había oído todo.

Pero por primera vez, no tuvo el impulsó de abrazarlo ni de decirle nada. Su lobo le demandaba que se fuera y así lo hizo.

En verdad Jihyo amaba a Gunwook cómo a cualquiera de sus dos hijos biológicos. Pero las insinuaciones y lo que Sana había susurrado le dolió en alma.

Se sentí inútil. Porque el amor de su vida aún tenía muy presente a su destinada mientras ella tendría que conformarse con ser la segunda opción para la omega.

A los pocos minutos Sana también subió. Solo que no planeaba dormir en la misma habitación que Jihyo. Estaba furiosa.

-¿Mami, qué pasó? -la vocecita de Gunwook la volvió a la realidad.

-Nada, hijo. Voy a dormir contigo ¿Puedo?

El pequeño asintió y tomó la mano de su madre omega.

Al pasar junto a la habitación dónde dormía la pareja se pudieron escuchar sollozos. Jihyo estaba llorando pero Minatozaki decidió ignorarla a pesar de que su lobo le pedía que fuera a consolar a su alfa.

Los tres hijos ya habían visto pelear a sus mamás en alguna ocasión pero siempre terminaban contentas al día siguiente. Gunwook sonrió pensando que por la mañana todo volvería a estar bien con su familia.

En las afueras de la casa dos personas sonreían victoriosas. El plan de hacerle la vida de cuadritos a Park Jihyo parecía ser más fácil de lo que pensaron.

-Mina, vamos por un trago. Yo invito -Hirai estaba disfrutando, aquella discusión había sido musica para sus oídos- Tenemos que brindar porque pronto mi omega y mi hijo estarán de vuelta conmigo.

Un destino diferente °SaHyo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora