En un mundo donde las sombras del crimen organizado se extienden como un manto oscuro, Japón no es la excepción. Entre las numerosas agencias encargadas de hacer cumplir la ley, la UA no es más que una pequeña pieza en un tablero lleno de mafias y c...
En las sombrías callejuelas de Musutafu, se desarrollaba un escenario macabro. Un individuo perpetraba actos de tortura con una crueldad escalofriante. Obligaba a su víctima a soportar un tormento sofocante, cubriéndole el rostro con una toalla y dejando caer agua, privándola de la capacidad de respirar. La persona, atada a una silla inclinada hacia atrás para intensificar el sufrimiento, se retorcía desesperadamente en un vano intento de liberarse.
De repente, un chasquido de dedos resonó en el lugar, deteniendo la tortura de golpe. El verdugo retiró la toalla empapada del rostro de la víctima, permitiéndole respirar nuevamente. Una voz desconocida interrumpió la escena con una pregunta contundente:
¿?: Y bien, ¿tienes algo que decir, Mineta?
En ese instante, el nombre del torturado se hizo claro: Mineta, un traficante de variados productos ilícitos. Era un joven de estatura elevada, cabello morado y un tatuaje de un lobo en el cuello, con una cicatriz marcada en su ojo derecho.
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Mineta, intentando recuperar el aliento, balbuceó: "¿Qué hice mal? ¡Entregué todo el dinero que me pediste!"
La figura desconocida caminó alrededor de Mineta y le propinó un tremendo golpe en la cara, haciendo que la sangre brotara de un corte y su cabeza se tambaleara por el mareo.
¿?: -limpiando su mano con un pañuelo manchado de sangre- "No me quejo del dinero que me diste, Mineta. Es la forma en que lo conseguiste lo que me preocupa."
La persona desconocida se dirigió hacia una mesa donde había fotos y documentos varios, que examinaba con detenimiento.
¿?: "La venta de armas y drogas está dentro de los límites, pero ¿sabes qué es curioso?" -arrojando fotos de Mineta llevando mujeres y niñas dentro de un contenedor y recibiendo un maletín con dinero- "No recuerdo haberte dado permiso para traficar personas en mi ciudad."
La figura desconocida clavaba una mirada penetrante en los ojos de Mineta mientras hundía un cuchillo en sus rodillas. Con un retorcimiento brusco, Mineta lanzó un grito desgarrador, agitándose desesperadamente en la silla atada mientras lágrimas de dolor surcaban sus mejillas.
¿?: -sacando el cuchillo de las rodillas de Mineta- "Te brindé una oportunidad para enriquecerte, pero tu avaricia te llevó a tu perdición."
Mineta balbuceó entre sollozos: "Solo fueron algunas mujeres y niñas. No era suficiente para cubrir lo que me pedías. ¡Tenía que hacerlo!"
Al escuchar las excusas de Mineta, la figura desconocida estalló en carcajadas, riendo a carcajadas por la insensatez que acababa de escuchar. Las risas eran tan estruendosas que provocaron que una lágrima se deslizara por su mejilla.
¿?: -limpiándose la lágrima con un pañuelo- "Eres gracioso, Mineta. Pensé que éramos amigos, que podías confiar en mí y pedir un poco más de tiempo. Pero veo que solo eras un estúpido avaricioso."
Con un chasquido de dedos, la figura desconocida comenzó a preparar unos zapatos de cemento para Mineta. Este, entre sollozos y lágrimas, intentaba suplicar por su vida. Una vez que el cemento se secó, la figura se plantó frente a Mineta, quien estaba al borde de una piscina, llorando y rogando desesperadamente.
¿?: -con una mirada fría y despiadada- "Ci vediamo, idiota."
Con un empujón de su pie, la figura arrojó a Mineta a la gran piscina, condenándolo a ahogarse. Desde la superficie, la figura observaba impasible cómo Mineta luchaba por su vida, sus ojos suplicantes buscando desesperadamente una salida. Sin embargo, la figura desconocida no mostraba ni el más mínimo atisbo de compasión, solo observaba cómo la vida de Mineta se desvanecía con el agua.
¿?: -sacando su teléfono y llamando- "Mineta está muerto. Encuentra a alguien para ocupar su lugar en el negocio de armas y drogas." -colgando el teléfono-
La figura desconocida dirigió una mirada significativa a su matón, indicándole que limpiara el lugar mientras él esperaba en el auto para marcharse. El matón asintió con respeto y se puso manos a la obra, contemplando la figura imponente de su jefe alejándose hacia el automóvil.
Esa gente perdon por estar desaparecido por mucho tiempo pero me abrume y no tenia ideas para seguir haciendo el de ver universos y mi otra historia pero no las dejare a un lado las continuare despues , ahora hare esta historia la cual sera un poco mas oscura pero divertida a la ves espero que les guste y subire el primere capitulo cuando lo tenga hecho y ya saben una estrilla y un seguir me alegra y alienta para segir escirbiendo.
