Idea

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Su celular estaba a completamente muerto debido a la cantidad de mensajes y llamadas que este recibía, ni hablar de su computadora,  los correos y enlaces a los diferentes artículos se acumulaban como nubes en un día de tormenta, densas y amenazantes, los problemas parecían multiplicarse sin solución aparente.

Así que completamente incomunicado se dirigió a través de ese pasillo de hotel hasta la puerta de su compañero de equipo, sin duda este día no podía empeorar a sí que con un par de toque la puerta se habría dejando ver al mexicano con un semblante que competía con el de Max.
La confusión y sorpresa fue lo primero en surgir, luego siguió el cansancio que no auguraba nada bueno.

- puedo pasar -preguntó el más alto

- adelante -Sergio abrió la puerta dejando pasar al rubio, formulando en su mente la siguiente conversación, si bien su relación con Max no la consideraba mala, sabía de buena mano que el menor necesitaba a alguien como su mejor amigo o algo mejor como su hermana pero para su suerte no era seguro salir a buscar a alguno de ellos.

El hotel está sitiado de periodistas con cámaras gigantes, la seguridad se veía cada vez menos y estaba seguro que en nada los gerentes del hotel llamarían a las autoridades.

Los minutos empezaron a seguir, Max optó por sentarse en la silla que le daba espaldas a las ventanas, Sergio le dio su espacio y espero sirviendo un par de vasos con agua, considero servirse un trago pero si Max había decidido que el sería el primero en escuchar la historia entonces tendría que mantenerse sobrio porque por Dios y la Virgen nada de esto tenía sentido.

Max volvió a soltar otro suspiro, ya no sabía si era el estrés, el cansancio, la frustración o todo a la vez solo sabía que tenía que hablar y una ves que esas tres palabras salieran de su boca nada sería igual, la realidad del asunto se establecería, las decisiones que empezará a tomar tendrían un peso mayor así que en cuento Sergio le dio el vaso y se sentó frente a él fijo sus ojos en los del mayor mantuvo la cabeza en alta y dijo

- Tengo una Hija

Sergio sabía que tenía que hablar, sabia que Max necesitaba que hablar que le dijera cualquier cosa sabía que si él decidía empezar a insularlo el menor de ojos azules lo aceptaría sin objetar.

Pero fue demasiado en todo sus años de carrera jamás había visto el miedo como lo estaba viendo el los ojos de Max. Tal vez el mismo era consciente pero poco a poco podía ver el atisbo de lágrimas que se forman alrededor y como a fuerza de voluntad las contiene mientras espera la respuesta de Sergio, pero al parecer la paciencia aún no es el punto fuerte del menor.

𝐈 𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐖𝐚𝐧𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐓𝐨 𝐍𝐨𝐰 𝐖𝐡𝐨 𝐈 𝐀𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora