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31 de julio de 2020

Max Verstappen se consideraba un hombre con una vida tranquila, aparte de su trabajo no era alguien que podrías ver en un fiesta o algún sitio con mucha gente, sin embargo, habían sido unas semanas estresantes; con su padre comiéndome los nervios por la siguiente carrera. Se preocupaba que tanta tensión terminará por afectarle en la competencia y por consiguiente lo que muchos querían llamar su primer campeonato.

A Max no le gustaba hacerse ilusiones, le habían enseñado que si no era el mejor entonces no tendría por qué espera tener lo mejor, su recompensa siempre se definía conforme a su desempeño, el cual su padre se encargaba de recordarle que no era suficiente y que nunca llegaría a ser campeón.

Queriendo dejar la discusión y todo ese estrés del Gran premio de Hungría, sin más salió de su hotel y dar unas vueltas por la ciudad, no tenía pensado beber solo distraerse y pasar la noche antes de regresar a su no tan grandiosa agenda.

Llego a unas de la zonas un poco conocidas y estacionó, por lo que pudo ver era el tipo de atracción para turistas así que tenía la probabilidad de mezclarse y no llamar la atención. Las luces de un local llamaron su atención mientras caminaba por la avenida, parecía un sitio aceptable y si la fila y el guardia de seguí le decían algo no tenía porque preocuparse si algún periodista apareciera.

Al entrar, se siente un ambiente cálido y acogedor, iluminado por luces tenues que crean una atmósfera relajante. El sonido de conversaciones animadas y música suave llena el espacio. Las mesas están adornadas con velas parpadeantes y vasos brillantes. El camarero sonríe desde detrás de la barra, invitando a la persona a elegir un lugar para sentarse y disfrutar de la noche.

Después de hacer su pedido en la barra pudo sentir como alguien lo observaba, esto no era nada nuevo sabía que aunque se encontraba en un país diferente la publicidad sobre la carrera a sido tediosa las personas que seguían el deporte seguro lo reconocerían pero había algo particular esta vez...

Al hacer un escaneo del lugar logró encontrarse con unos ojos oscuros al igual que su cabello. Esta sentada en una de las mesas más al fondo aparentemente en un grupo con dos parejas a su lado. Su cara no refleja la típica sorpresa de un fan, si no es más como una petición para salir de un sitúa incomoda.
Le llamo a uno de los meseros y pidió que le entregaran otro cóctel a la señorita. No pretendía llamar la atención así que una vez pagado los tragos comenzó a relajarse.

Minutos después se percato que el asiento a su lado era ocupado por la mujer de antes, luego la escucho hacerle otra pedido al mesero y así al tener los dos tragos le paso uno y dijo:

- no me gusta deberle a nadie - sus ojos reflejan curiosidad o interés pero su expresión es amable .

- lo aceptaré - la luz tenue resalta el brillo de su copa y crea un ambiente íntimo

- y gracias por eso, no sabia como salir de allí - comenta luego de ponerse cómoda y dirigir su mirada él

- aunque creo que tus acompañantes extrañan tu presencia - ella sonríe dando un último vistazo a la mesa donde se encontraba, ahora como mayor espacio el lugar se a vuelto un baile de extremidades

- por supuesto - A pesar de estar siendo observado, se sientes cómodo y relajado, disfrutando del momento y de su bebida. Soy Elena

- Max

Se miran furtivamente de vez en cuando, con una chispa de deseo en sus ojos. Hay una energía eléctrica en el aire, cargada de tensión sexual. Cada gesto y mirada es intensamente cautelosa y sugerente. A medida que la noche avanza, la tensión entre ellos aumenta, creando una atmósfera cargada de anticipación y deseo.

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Después de regresar al de su estadía en Hungría y tener sus semanas de descanso en casa la siguiente carrera era en Bélgica.

Max se concentro en lo único que había aprendido a hacer... ser el mejor, la semana arranco con las primera pruebas y no quería hacerse ilusiones pero todo apuntaba a que esta victoria sería suya.

Sigue escuchando los comentarios de sus mecánicos y cada tanto los de su padre, aveces lograba ponerlo de los nervios saber que el estaba tan cerca observando el mínimo de sus errores pero lograba mantenerse en la pista. Siguió avanzando hasta tener la cuarta posición delante suya estaba su actual compañero de equipo y frente a ellos los dos Mercedes. Al ser una práctica Max pensó que su lugar en la pista era más que suficiente, tenía probabilidades de adelantar si mantenía el ritmo y no gastaba su neumáticos.

Luego de otros minutos dio por finalizado la práctica y se adentro al garaje de Red Bull, al quitarse el casco y la demás vestimenta estaba en camino a los vestidores pero antes su padre lo interceptó.

Luego de esa platica tan emotiva y sobre todo alentadora se dirigió a su destino inicial, ya ahí tomó los suplemento y fue a las regaderas, al ser la primera carrera después del descanso era obvio que su padre estaría expectante más de lo normal, incluso Horner le dijo que se lo tomara con calma y siguiera la estrategia pero su padre tenía el don de sacar ala gente de sus mejor actitudes con tal de que las cosas se hicieran a su manera.

Max no era ningún santo, muchas de las sus acciones del su padre solían reflejarse en él, y por mucho que se esforzarse en cambiarlas era una tarea difícil, más aún cuando tienes a la raíz del problema pegado a la nunca.

Dejo que todo el peso de ese día se fuera mientras sentía el agua correr por su piel en pequeños chorros, la temperatura era perfecta, lenvantó la cabeza para que la sensación lo lleve por completo; el agua cae suavemente desde la regadera, creando un sonido reconfortante que llena el ambiente. El vapor se eleva lentamente, envolviendo la escena en una neblina relajante. Las gotas de agua resbalan por el cristal de la cabina, creando pequeños arroyos que brillan con la luz tenue. El aroma fresco del jabón impregna el aire, mientras que el calor reconfortante de la ducha relaja sus músculos y calma su mente. Es un momento de tranquilidad y cuidado personal, donde el resto del mundo parece desvanecerse, dejando solo la sensación de bienestar y renovación.

Las tardes después de una práctica siempre se sentían más pesadas que las de la carrera y esto le está pasando facturas. Amaba correr, de verdad que si, adoraba ir a cientos de kilómetros esa adrenalina que le hacía sentir vivo aquello por lo cual sentía que sabía quien era y el porqué estaba en este mundo, todo aquello por lo que ha trabajo y se a esforzado tanto valdrá la pena.
No importa cuanto su padre quiera decirle lo contrario no importa todos esos comentarios que lo tachan de lo peor él sabe hasta donde es capaz de llegar y lo va a demostrar.





















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Aquí esta el primer capitulo, sinceramente no estoy muy satisfecha pero supuse que deberíamos tener al menos un poco de contexto antes de que llegue todo el drama.
Otra vez gracias por leer y si hay algún tipo de error hágame lo saber

Besos a tod@s
^♡^ PIA

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𝐈 𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐖𝐚𝐧𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐓𝐨 𝐍𝐨𝐰 𝐖𝐡𝐨 𝐈 𝐀𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora