— existir... ¿por qué existo? — se preguntaba constantemente marco desde la muerte de su hermana, estaba viviendo en automático desde entonces pero todo cambió esa noche, camille dió vida a algo que ya estaba muerto dentro de él.
temprano por la mañana la llamó, suerte le pidió que intercambiarán números.
— cenemos esta noche —
afirmómm claro, ¿donde?
quiero comida italiana,
vamos a epicure.okey, pasa por mi
a las 8:00. besos.fin de la llamada
— ¿será que también le gusto y por eso me está invitando a salir? — Se preguntaba para si misma una camille completamente emocionada. — aunque podría ser solo por trabajo, al parecer el también hace algunos trabajos como modelo en ciertas marcas — pensó intrusivamente una ahora preocupada camille. estaba almorzando en uno de sus restaurantes favoritos y claro, su platillo favorito, sin embargo la rara sensación en su estómago entorpecian los alimentos que entraban ¿serán mariposas?.
al salir del restaurante se dirigió directamente a su casa y con eso quiero decir al patio trasero a fumar hasta que se le calmen las ansias de la cita para poder organizarce. dieron las 4:00 de la tarde, necesitaba tiempo para pensar las cosas.
se metió a la bañera con aceites naturales, bombas de espuma y velas esenciales, sus favoritas. estuvo al rededor de media hora en la bañera, pensando las cosas, que temas de conversación debería proponer, como sonreír, como verse más linda e infinidad de cosas, tantas que termino fumando de la ansiedad.
salió de la bañera cuando notó que sus dedos se estaban arrugando, odiaba los dedos arrugados. comenzó a prepararse, hizo su skincare y luego se maquilló, su maquillaje generalmente es sutil menos en la parte de sus ojeras, tenia un largo proceso para que no se notara que estaban cubiertas. optó por un vestido color crema largo, de tiras y ceñido a su figura; unos guantes de igual color que iban hasta un poco más allá de sus codos, tacones beige y con un bolso de igual color, no le gustaba mezclar muchos colores, le causaba demasiada ansiedad. de accesorios usó un collar de perlas que le regaló su madre, unos aretes que colgaban un poco, el anillo que le regaló su padre por sus 18 años y cambió la carcasa beige; le encantaba fijarse en los pequeños detalles.
camille empezó a preparar su cabello, lo alisó con la plancha de cabello dándole una pequeña curvatura al final, dándole el toque con una balaca de tela color crema. se perfumó guardó en su bolso su billetera, su celular, un labial y chicles.
eran las 7:30, quedaba tiempo así que algo en su cabeza le dijo que buscara el nombre de marco en google, así podría saber un poco más de él. puso en el buscador "marco salvatore" y lo primero que apareció después de su biografía fue el enlace de una noticia la cual decía "el famoso jugador tiene un accidente de auto y muere su hermana menor, beatrice salvatore".
su primera reacción fue asombro, la segunda lástima, se imagino todo lo que debía cargar el pobre con eso. ni siquiera entró a leer la noticia, no quería tratar el tema con amarillismo. siguió mirando, había varias noticias de él firmando contratos con equipos famosos e incluso de él en algunas pasarelas famosas, este chico hacía todo bien.
su mayordomo habló — señorita camille, el señor marco la está esperando afuera — camille se exaltó del susto — claro, ya iré — se dió un último vistazo al espejo y salió a verse con su cita.
marco la esperaba afuera del asiento del copiloto sosteniendo la puerta — wow señorita borbón, se vé usted hermosisma esta noche — camille se sonrojo, había algo que no hiciera bien este hombre.
a pesar de que el pelinegro sonreía su cabeza daba vueltas con la imagen de su hermana vestida en colores similares, se estaba volviendo loco.
camille subió al auto y él igual, condujeron hasta el restaurante en un silencio nada incómodo, era el silencio más cómodo que había sentido toda su existencia.
al llegar los llevaron a un lugar privado, alejado de todos; al parecer marco había movido algunos hilos para eso. ambos ordenaron rápido y tomaron vino. él no dejaba de mirarla, tenía su mirada fija en ella; ni siquiera dejó de mirarla cuando aquella linda mesera llegó a servirles vino y "accidentalmente" rozó su mano con la de él. — ¡había algo que este hombre no hiciera bien! — pensó camille viendo aquella escena.
— entonces... ¿querías hablar de algo en específico? — se animó a hablar camille. — mmm... no lo sé; quería verte — sonrió — ay, vas a hacer que me sonroje — dijo camille riéndose mientras cubría sus mejillas. — eres muy linda y amable camille, en verdad me gustaría saber todo de tí. cuéntame tu vida — posó su rostro encima de su mano y sonrió. — ¿con todo te refieres a todo? — sonrió nerviosa. — a todo — volvió a sonreír.
— pues bueno, soy nacida aquí, tengo 19 años, mi color favorito es el amari — paró, ya que fue interrumpida por el mayor, — no, eso no. traumas, eso quiero escuchar; crees que desde aquí no noto tus ojeras, tus ojos cansados y que además de eso fumas como adicta — río con esto último — ¿tanto se nota? — tocó su rostro un tanto triste — no, no, simplemente soy observador, además, eso no te quita lo preciosa. — este hombre me va a matar de ternura — pensó camille. él la miró para que prosiguiera — bueno, como te habrás percatado, sufro insomnio; podría tomar pastillas para ayudar, pero me vuelvo tan dependiente a ellas, que se convierten en una adicción, además, tal vez tengo dos intento de suicidio en mi historial... — tomó un descanso y el la miró asombrado — pero no lo hice porqué quisiera morir, solo quería que mis padres se preocuparan un poco por mi, que no vieran solo a una modelo; que vieran una hija... cuando se enteraron "me mandaron a un internado en inglaterra" cuando en realidad estaba internada en una clínica psiquiátrica... yo solo quería atención... — miró desanimada la copa de vino que tenía en la mano. — ¿cuántos años tenías? — la miró con preocupación — acababa de cumplir dieciséis... — sonrió efusivamente — wow camille, no sé que decir... me imagine lo del insomnio pero eso, es sorprendente; siento si te incomode con eso — la miró comprensivo. — no, tranquilo; todo está bien... — sonrió.
al segundo entró ahora un mesero con los platos que habían ordenado. el cual camille reconoció al instante; el presidente de aquel club de fans el cual no era de lo más sano. a marco no le va a gustar nada lo que camille le va a contar.
