Estoy bien -dijo Malena respondiendo a quien resultó ser Alán.
Como vas con eso? -comento Alán a Malena.
Con eso? -cuestionó Malena con la cara llena de confusión.
Tus cicatrices -dijo Alán.
La mirada de Malena se desvió hacia abajo cuando mencionó las cicatrices en su brazo. "¿Cómo van tus cicatrices?" Esas palabras se repetían en su cabeza.
El corazón de Malena se apretó. No estaba lista para enfrentar esa conversación, no ahora. Las memorias dolorosas se agolparon en su mente mientras luchaba por mantener la compostura.
Están bien...-respondió con voz entrecortada, esperando que Alán no notara la tensión en su tono.
Alán asintió, pero algo en su expresión le dijo a Malena que su amigo sabía más de lo que dejaba ver. Malena se mordió el labio inferior, preguntándose si alguna vez estaría lista para compartir su dolor más profundo con alguien más.
El grupo de amigos jóvenes se encontraba regresando a las charlas cómodas, las risas se esparcen por la habitación amarilla.
Todos acabando de comer la deliciosa comida, algunos pocos dejando sobras el los platos llanos de plástico posados sobre la mesa.
La tarde se presentaba en el día de festejo por el tan esperado cumpleaños.
El grupo sale de nuevo al patio, pasaban un buen rato en ese acogedor lugar, la mayoría de ellos tenían alrededor de 15-16 años de edad, siendo Malena la menor del lugar con 12 casi 13 años, sin contar a los hermanos menores de Charlie que corrían por todo el lugar.
La familia de Charlie y Malena tomaba alcohol normalmente en fiestas o fines de semana, esa fiesta no fue la excepción. Había cerveza en cubetas llenas de hielo por algunas partes de la habitación amarilla permitiendo a cualquier persona tomar una, mientras el sol caía y la hermosa luna salía de entre las nubes, los mayores del grupo ofrecían al cumpleañero a probar.
Vamos Charl, prueba un poco, que si tienes permiso de tus padres -dijo Juan con una cerveza que todos compartían.
No se si pueda -responde Charlie sonriendo nervioso.
Nada pasa si solo pruebas -contesta Esme quien solo probó un poco.
Así termino probando la amarga bebida, la mueca de asco se presentó en su cara causando carcajadas y risas a sus amigos.
El grupo de jóvenes amigos se reunieron dentro de la habitación amarilla para despedir a los que se irían temprano de la agradable reunión.
Fue un gusto hablar contigo -dijo Esmeralda entrelazando su mano con la de Malena.
El gusto fue mio -responde Malena sonriendo con nervios y cierta alegría.
Adiós, niña libros -dijo Marcó a Malena de repente.
Yo no soy "niña libros" Esa es Ana -contesta Malena sonriendo confundida.
Así solo queda la familia de esos amistosos primos, disfrutando de lo que queda de esa noche.
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Inefable (CANCELADA)
RomanceAl final, solo eran dos adolescentes aprendiendo a amar Que se hicieron sentir lo que es inefable
