Inefable (CANCELADA)

7.- Nuestra historia

Un año y un mes antes

Inefable... -Leí en un libro viejo que me encontré en algún lugar de la habitación comprada por un fin de semana en un tranquilo pero divertido mar.

Poco tiempo después de aquella fiesta mi familia viajó a un mar no muy lejano para distraerse un rato, disfrutar de la cálida y abrumadora compañía que nos dábamos de a ratos

Y entonces ya son algo? -Pregunta Charlie curioso mirándome entre la arena entretenido.
Eh? Yo y quien? -Cuestione tener idea de lo que hablaba.
Pues de Marcó, obvio? -Hablo indiferente.
Marco.... Oh, no hemos hablado desde el día de tu fiesta -Respondí acomodando los vasos de plástico contaminante.
Juralo, no puede ser -Dijo algo extrañado, tal vez molesto.
Neta, por? Acaso le tengo que hablar -comente mientras lo miraba.

Hola! -Llegó una familiar y alta voz.
Hola Omar -Dijimos al insomnio Charlie y yo, saludando a mi hermano.
Los demás ya vienen, entonces pasen todo el chisme -Hablo tomando asiento.
Malena no ha hablado con Marco -Dijo Charlie rápidamente.
Mejor así, aparte ella no fue la que pidió el número -Respondió Omar.
Si, pero también puede tomar iniciativa, aun que no me da confianza el -Comentó Charlie.

El pidió mi número? -Pregunte, ganando la completa atención de los dos chicos.
Lo hizo, dijo que le gusto tu estilo, y que es lindo -Dijo Charlie mirándome con atención.
Es una manera de decir que le fuiste atractiva -Hablo Omar levantando una ceja.
Lo mire con inseguridad.
Si claroo -Dije y el sarcasmo palpable se notaba de aquí a Quintana Roo.

Cuando un grito alegre inundó nuestros oídos, miramos a ver al causante del fuerte ruido
Niños, a jugar! -Grito mi padrino, el vivía lejos de la familia, solo lo veíamos en vacaciones pero realmente lo amamos.

Los dos chicos que me acompañaban se levantaron de sus asientos para irse junto a mi padrino al mar, después de unos cuantos segundos los seguí, me acerqué a la orilla y sentí el agua fresca acariciar mis pies, miré el agua cristalina, que reflejaba el cielo azul, y una sensación de paz inundó mi ser.

Cada ola que llegaba a mis pies parecía llevarse con ella cualquier preocupación, dejando solo una calma profunda. En ese momento, todo en mi vida parecía encajar perfectamente, como las piezas de un rompecabezas. Me sentía en armonía con el mundo, disfrutando de la simplicidad del momento y agradecida por todo lo que tenía, tal vez no todo está bien pero me sentía bien.

Male! Ven -Grito mi padrino.
Sonreí levemente y entre al agua, fue un buen día para la familia de Malena.

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