—¿Spreen?— escuchó aquella voz a sus espaldas, aquella voz que reconocería en cualquier lugar que estuviera y no pudo evitar dejar caer la caja de palomitas de maíz que tenía entre las manos. Suplicaba que sólo fuera parte de su maldita imaginación.
—Ambar— bufó al voltear y darse cuenta de que sí era aquella chica que pensó que jamás volvería a ver, después de terminar con ella al darse cuenta de que no sentía nada, ni siquiera un poco de atracción, ella le trató de hacer la vida imposible, recuerda perfectamente cada cosa que le hizo, pero bueno, así fue antes de que se fuera a otro país a vivir ¿Porqué volvió?
Volvamos al comienzo, mucho antes de que aquella rubia de ojos resplandecientes apareciera, cuando todo iba bien. Habían quedado en encontrarse en el cine y ver una película.
—Al fin llegan, los estaba esperando— mencionó Natalan exasperado al ver que Spreen y Roier se acercaban lentamente a él. ¿Por qué se demoraron tanto? bueno, esa respuesta es simple, estaban acordando como tenían que actuar frente al pelinegro.
—Como sea— Spreen puso los ojos en blanco, no pudo importarle menos la molestia de Natalan— ¿Qué película vamos a ver? ¿Tú vas a poner la comida? ¿No?— le preguntó y lo hizo tan rápido que a Natalan no le dio tiempo a contestar, al menos no hasta que vio que se calló por completo.
—Sí, yo invito todo— puso los ojos en blanco y suspiró más molesto que antes. Trató de calmarse solo porque Roier estaba ahí, no quería quedar mal parado, volver a enamorar a Roier era su intención, deseaba que volviera a sentir lo que sintió por él hace ya varios años.
—Que bueno— sonrió falsamente— ahora me desagradas menos— le guiñó el ojo y palmeó su hombro, el contrario solo atinó a asentir aguantándose las ganas que tenía de golpearlo. ¿Porque Roier se tuvo que fijar en él? ¿Qué le vio?
—Que chistosito que es tu novio— le comenta Natalan a Roier acercándose demasiado a él— ¿O será que está celoso?— rió burlonamente mientras acariciaba coquetamente el hombro de Roier y miraba al pelinegro al hacerlo, haciendo enojar a Spreen quien apartó al castaño de Natalan bruscamente, al jalarlo del brazo para que este a su lado y muy lejos de Natalan. Sería raro que no actuara como si estuviera celoso ¿No? se supone que son novios, pero ahora en estos momentos es donde uno comienza a preguntarse ¿Esto es actuado o algo está cambiando entre ellos?
—¿Qué película querías que viéramos?— carraspeó Roier tratando de huir del momento incómodo que se formó entre los tres por aquella simple acción de Spreen.
—El guasón— restándole importancia a los celos de Spreen, el pelinegro sonrió— dicen que es muy buena, pero si no les parece, ustedes pueden elegir la película para ver.
—A mi me parece bien ver esa película— opinó Roier.
—A mi igual— estuvo de acuerdo Spreen.
Natalan se acercó a comprar los tres boletos, y también la comida: palomitas y gaseosa. Al terminar con lo suyo volvió con el castaño y el pelinegro y los tres entraron a la sala de cine, aún no comenzaba la película y como no había tanta gente aún Spreen aprovechó para tomarle una foto a Roier al verlo tan distraído, pero sin querer se olvido de quitarle el flash a la cámara de su celular y terminó siendo atrapado por el castaño.
—Me has tomado una foto ¿No?— preguntó para asegurarse de que no había sido su imaginación, Spreen no se atrevió a mentirle, así que solo asintió con una pequeña sonrisa en sus labios— muéstramela— estiró su mano indicándole que le dé el celular, pero él se negó a dárselo, así que optó por poner la foto que le ha tomado en pantalla completa y enseñársela, no quiere que el vea la cantidad de fotos que le ha tomado al verlo distraído. No puede evitarlo, el castaño se ve tan tierno de esa forma, su hermosa mirada color chocolate y sus labios rosados entreabiertos, simplemente perfecto, se ve tan tierno y lindo aun si no esta pensando en absolutamente nada.
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[Adaptación] Finjamos Ser Novios. 🍊🌷 {Sproier}
FanfictionDonde Spreen y Roier siendo mejores amigos comienzan a fingir ser novios tras la llegada de Natalan, el primer amor de Roier, y quién rompió su corazón. Nunca imaginaron lo que podía pasar si seguían con aquella farsa, no imaginaron los sentimientos...