Contrato Sexual +18 (KookTae)

Capítulo 1

Aclaraciones:

En la historia habrá escenas sexuales.

Personajes muy cuestionables (ejem, Jungkook, ejem).

Temas sensibles.

Jungkook.

¿Dónde estaba el maldito Taehyung? Llevaba media hora tocando el maldito timbre junto a mi cama.

Volví a estirar mi brazo aún con los ojos medio cerrados y presioné nuevamente el timbre hasta que el mencionado apareció en mi habitación.

Quien sabe que tonterías andaba haciendo, sólo era bueno para perder el tiempo. No sólo era tan pobre que seguramente compraba su ropa en tiendas de segunda mano, sino que era tan estúpido que repetidas veces había pensado en despedirlo. Casi siempre terminaba descartando esa idea ya que después de todo él trabajaba para mí desde hace años y me conocia a la perfección.

Que flojera tener que entrenar a otro perro.

Indiqué las pantuflas a un lado de mi cama y Taehyung se lanzó para tomarlas. Me colocó una y luego la otra. Sin más, me puse de pie y me deshice de mi pijama de seda azul.

Taehyung desvió su mirada de mi cuerpo desnudo, no le permitía mirarme, y recibió el pijama. Entré al baño a ducharme y al salir Taehyung manteniendo su vista en la ventana de mi cuarto, me ayudó a colocarme mi bata.

Seguidamente, Taehyung después de peinarme fue hasta al armario y me entregó el uniforme de la universidad doblado e impecable.

–No iré a la universidad hoy.

–¿Está seguro? Recuerde que su padre dijo...

–Taehyung, ¿te pago para que te metas en mi vida?

–No...

–Entonces, sólo cumple tu maldito trabajo y mantén la boca cerrada.

–Si, joven Jungkook, disculpe –Balbuceó apenado.

Tonto, era tan tonto que daba risa. Si quisiera darle más dinero lo contrataría como bufón, sólo el hecho de verlo temblar me divertía. Y ni hablemos cuando algo le salía mal y lloraba como si se le acabara la vida, joder, era mi entretenimiento de la semana.

Taehyung me mostró varias opciones de ropa y me decidí por una camisa veraniega: hacía mucho calor afuera.

–¿Alguien me llamó? –Le pregunté mientras Taehyung me colocaba el reloj en una mano.

–Sólo el joven Jimin, dijo que venía a las tres a acaparar su piscina.

–Maldito enano, lo odio –Refunfuñé– .Sí, dile que venga.

–Está bien.

Taehyung me condujo al piso de abajo donde me tenía el desayuno preparado y tomé asiento revisando mi teléfono.

–Córtame el waffle en trozos pequeños –Le ordené a Taehyung antes de que se fuera y continué mirando fotos de chicas en Tinder, pero todas me parecían más de lo mismo.

Taehyung asintió y se inclinó para cortar el waffle de una manera demasiado sexual aunque claro él no se percataba de que estirando mi mano podía tocarle el culo.

Por un segundo, mi mirada se desvío hacia allí.

No estaba nada mal.

Lamentablemente, Taehyung volvió a enderezarse y me brindó una sonrisa.

–Bueno, si me disculpa –Hizo una reverencia y cuando se dirigía a la cocina probablemente a desayunar, lo llamé nuevamente.

–Te olvidaste del jugo.

–Está junto a usted.

–Quería de limón, no de fresa.

–Está bien –Taehyung asintió.

Cuando Taehyung estaba a punto de tomar el vaso, sin querer lo dejé caer encima de él mojando al instante su uniforme de trabajo.

–Eres un idiota, no sé como papá contrató a alguien como tú –Lo miré despectivo.

Taehyung intentaba limpiarse y no le quedó otra opción más que abrir su camisa. Mi ojos se deleitaron al visualizar un par de pezones cafés muy bien erectos tal vez por el frío de la bebida.

Taehyung corrió a la cocina para limpiarse y yo lo veía sin entender mis nuevos pensamientos con respecto a Taehyung.

Pensamientos muy calientes.