IV

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Me desperté con un dolor de cabeza increíble, mi cabeza daba vueltas y me dolía ¿que había pasado ayer? No me recordaba absolutamente nada; mire a mi alrededor y noté que esta no era mi habitación, lo que me asusto más ¿donde me encontraba?

Me levante asustado; la habitación tenía poca luz, era muy linda, las paredes de un tono negro, guitarras y patinetas en cantidad, era realmente cómodo y cálido. No tenía mi ropa de ayer sino que ahora tenía una sudadera, definitivamente no era mi habitación ni mi casa, busqué mi teléfono y no lo encontré por ningún lado.

- Por fin despiertas - aquella voz, la reconocía perfectamente - si que tienes el sueño pesado.

Él se encontraba recostado en un sillón junto a su guitarra y su cigarrillo que recién lo estaba consumiendo, es que el realmente se podía ver increíble, solo llevaba un polo blanco rasgado, sus jeans rasgados y sus botas junto con sus cadenas.

- Perdón, ¿donde estoy? - me levante de la cama y fui con dirección hacia el.

- Estás en mi habitación, ayer te pusiste mal y no querías darme la dirección de tu casa - se levanto del asiento y dejo su guitarra.

- Perdón, seguro cause muchas molestias - me senté a su costado mientras me tapaba la cara de la vergüenza.

- No fue ninguna molestia, tu amigo Kenma también se encuentra aquí solo que esta en la habitación de Kuroo - me volteo a mirar mientras expulsaba el humo por sus labios.

- Esperare que él despierte para irme, que pena - me tape el rostro más.

El solo se puso a reír, mientras se me acercó y me dio su cajetilla.

- ¿Quieres uno? - asentí y saque de la cajetilla el cigarro mientras él lo encendía.

- ¿Te gusta mucho de estos cigarrillos? - lo mire a los ojos mientras él tenía el encendedor en sus manos

- Si, quizá ese pueda ser mi mayor vicio - me sonrió mientras prendía otro.

- A veces los vicios pueden consumirnos, no es correcto que fumes mucho e incluso siendo un excelente guitarrista - le quite el cigarrillo y lo apague.

El solo se me quedó viendo y se puso a sonreír como un idiota; hizo lo mismo conmigo, me quito el cigarrillo de la manos y lo apago.

- Tu también deberías de dejar eso, eres un lindo chico con linda voz, causarás consumirte y no podría permitírmelo - me sonrió mientras se acercaba mas a mi ¿que es lo que realmente quería?

- Eres un idiota - me recosté en el sillón mientras admiraba sus ojos marrones.

Él me sonrió mientras me sujeto la mano, se acercó a susurrarme "Pronto tendrás la misma libertad que yo, te lo prometo" , no dije nada solo pude sonreírle mientras él me miraba atentamente y me regalaba una de sus sonrisas, no se que había pasado ayer realmente pero me sentía feliz con un chico desconocido que no conocía profundamente pero podía transmitir más que palabras junto a su guitarra, podía transmitir sentimientos.

- Descansa un poco más, nos hemos quedado bebiendo hasta altas horas de la madrugada - se levantó del sillón para encender la televisión.

- No me acuerdo nada en verdad, puedes decirme que paso ayer? - me levante y me volví a recostar en el sillón intentando acomodarme

- Dormir en el sillón duele sabes? Recuéstate en mi cama, te lo contaré pero primero me iré por una taza de café, querrás algo? - dejó el control en la pequeña mesita y se paró en frente mío.

- Un vaso de agua estaría bien - me puso un poco nervioso tenerlo de frente.

- Bueno está bien, ahorita vuelvo - me sonrió y salió de la habitación

Me recosté en su cama mientras seguía admirando la habitación decorada, pero toda mi concentración se fue en aquella televisión y el canal.

~ Y díganos Señor Kageyama, cual de sus dos hijos será su heredero....

Oikawa entró y cambió de canal mientras se acomodaba en un rincón de la cama sosteniendo su taza de café y en otra el vaso de agua junto con el control.

- Te traje el vaso de agua, al parecer Kenma sigue durmiendo al igual que Kuroo - me entrego el vaso y se acerco más a mi.

- Muchas gracias - le regale una sonrisa mientras él me miraba y se acomodó a un costado de la cama.

El tono un sorbo de café mientras me miraba atentamente a cada movimiento, quería preguntarle qué pasó ayer.

- Me podrías decir qué cosas hice ayer, no me acuerdo absolutamente nada - me desvío la mirada y empezó a formarse una sonrisa en sus labios

- Enserio quieres saber lo que hiciste ayer? - tomó un sorbo de café mientras veía atentamente su taza.

- Sería peor si no lo supiera - tome un poco de agua mientras me acercaba a él.

Me miro fijamente y comenzó a reírse, agarro mi vaso junto con su taza y lo coloco en la pequeña mesa de su habitación. Se me acerco de nuevo y me agarro de las mejillas, sentí como comenzaban a arder y tomarse en un tono rojo.

- Estabas hablando como un idiota y vomitaste encima de Atsumu.

Mi cara pasó de estar roja a un color peor que ese, me estaba muriendo de la vergüenza. ¿Como muraría ahora a Atsumu? Dios, por qué acepte tomar con unos desconocidos. Me aleje y me cubrí el rostro mi cara ardía mientras él se reía.

- Fue algo realmente increíble - se tiro a la cama a reírse.

- Atsumu seguro debe de estar odiándome por anoche, que pena, ¿como mirarlo de nuevo? - lo escuchaba reírse mientras yo moría de la vergüenza.

- Jajajajaja tranquilo, Atsumu se lo merecía, andaba un poco engreído estas semanas y lo que pasó anoche lo sacó de su nube - me sujetó suavemente de las manos y me las quito de mi rostro.

- Si hice eso, quizá pude hacer algo peor, cuéntame que mas hice - lo mire con algunas lágrimas en los ojos mientras él me sonreía.

- Bueno, empezaste a contarme tu vida, te pusiste un poco terco y fuera de eso, lo más importante. Me diste un beso.

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⏰ Última actualización: Apr 27 ⏰

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