5. La Verdad Detrás de Los Dupont

796 683 36
                                    

Emprendí junto a Amir un viaje cargado de recuerdos y con mi mente en conflicto. Era imperativo que Jean Dupont confiara ciegamente en mí, lo cual no fue difícil debido a las conexiones sentimentales que aún estaban presentes. Aunque debía fingir según los planes de Alika, sorprendentemente, no tuve que hacerlo. La verdad es que sentía una unión genuina después de tantos años.

El viaje a París fue como un retorno al pasado y al mismo tiempo una inmersión en un futuro incierto. Los recuerdos de nuestra infancia en el Castillo Hasana; se entrelazaban con las nuevas realidades que enfrentábamos. Me sentía dividida entre mi lealtad hacia Hasan Khan y mi deseo de preservar las relaciones que habían sido importantes en mi vida, como la de Jean Dupont.

Al llegar a París, me sumergí en el papel que debía desempeñar. Con cada palabra y conversación con Jean, la nostalgia se mezclaba con la tensión del momento presente. Jean, con su calidez habitual, me recibió con los brazos abiertos, sin sospechar las verdaderas intenciones que me habían llevado hasta allí. Su confianza en mí era palpable, pero también sabía que debía ser cautelosa y no dejar rastros de mis verdaderos propósitos.

Los días en París transcurrían entre conversaciones y gestos amistosos, pero bajo la superficie, los planes se iban tejiendo con precisión y determinación. Cada sonrisa fingida era un paso más hacia el objetivo final, mientras las sombras de los secretos y las intrigas acechaban en cada conversación salir a la luz la verdad.

Pero la entrada de Paul en el juego fue un giro inesperado que amenazaba con desbaratar todos los planes meticulosamente trazados por Hasan. Era un amor reprimido y sofocado durante tantos años, un sentimiento que creí haber dejado atrás en la niñez. Sin embargo, al verlo de nuevo, me di cuenta de que aquel cariño infantil no se había transformado en amor, sino que siempre había estado latente, esperando ser resucitado.

La presencia de Paul en París añadió una capa adicional de complejidad a la situación. Mis emociones fluctuaban entre la lealtad y el anhelo por lo que podría haber sido con Paul en otro tiempo y lugar. Las miradas fugaces y los encuentros fortuitos despertaban recuerdos enterrados bajo capas de tiempo y distancia, y me obligaban a cuestionar mis propias motivaciones.

Mientras tanto, los planes de desmantelar las alianzas de la familia Smirnoff y la familia Petrov seguían en marcha, pero ahora con una nueva variable que debía ser gestionada con cuidado. La presencia de Paul podía ser tanto una ventaja como un obstáculo, dependiendo de cómo se manejaran las emociones y los acontecimientos que se avecinaban en la intrincada red de secretos y estrategias que tejíamos en París.

Estar con Paul adulto era lo mismo que estar con aquel chiquillo gordito de mi niñez pero ahora éramos adultos y nuestras travesuras podían ser dibujadas en las sabanas de su cama; no quise lastimar a Amir, pero esto era mas grande que todo lo que había sentido; era carnal y físico, y entendí que; el calor de otro cuerpo puede dejar yagas en la piel, su besos eran marcados con pasión.

No considero que nuestra relación duró mucho, ni poco; creo que fue justo para darme cuenta de que cada día que pasaba junto a él, me alejaba más de mi cometido en la vida, de mi propósito que era simplemente detener y eliminar los conflictos. Por razones que más adelante les contaré, era cercana a Sophia Petrov y, con la información falsa que tenía Amir, que le fue transmitida por Alika para que se la comunicara a Jean, decidí emprender un viaje a Rusia.

Hasan, siendo consciente de la paternidad de Jean con Sophia y la verdadera naturaleza de esta, sabíamos que la reunión entre ambos iba a ser peligrosa. Aunque nunca esperamos que terminara en muerte, sabíamos que era una gran posibilidad. Era un encuentro, como nos había transmitido Hasan, como lanzar una moneda al aire, donde podía salir bien o mal.

El ambiente tenso y cargado de secretos añadía una capa de incertidumbre a la situación. Las miradas esquivas y las palabras cuidadosamente elegidas revelaban un juego peligroso donde cada movimiento podía tener consecuencias irreversibles. Hasan nos había advertido sobre la astucia y la ambición desmedida de Sophia, pero incluso él parecía inquieto ante la posibilidad de un desenlace fatal en ese encuentro. Que fue lo que finalmente terminó ocurriendo.

Aunque su carisma y encanto pudieron ocultar por un tiempo sus oscuros actos, la verdad siempre se abre paso. Jean, como muchos líderes poderosos, tenía un lado oscuro que solo aquellos cercanos a él conocían en su totalidad. La dualidad de su personalidad, la del hombre amable y divertido que compartía momentos con nosotros, y la del estratega despiadado que manejaba vidas como piezas de ajedrez en sus conflictos, era impactante y perturbadora. Mi decisión de dejarlos solos en ese encuentro fue un acto de autopreservación y también de enfrentamiento con la realidad de quién era Jean en verdad.

Ingresaron al despacho de Maxim Magomedov, padre de Sophia Petrov, y desde que se cerraron las puertas, mi corazón se encogió. Conocía la posibilidad de que ambos salieran vivos de esa situación era imposible, y mi ansiedad creció enormemente. Tenia un presentimiento que alguno de ellos iba a morir. Y así fue. Escuché desde la habitación de Sophia cómo abrían las puertas del despacho; tras unos segundos de espera, se abrió la puerta y se acostó a mi lado, abrazándome, mientras yo fingía estar dormida. Pero también, comprendí lo peligroso que era el juego en el que estábamos involucrados junto a Hasan y Alika.

John llegó a la casa de Sophia junto a Anne. Yo continué con mi actuación, consciente de que lo que estaba en juego era aún más grande de lo que parecía. Al rato, hice que desperté; y aunque sospechaba que Jean Dupont había muerto Sophia lo negó y eso me hizo confirmar su baja. Me sentía terrible, pero sabía que no era mi propósito detenerme. Debía continuar actuando según el plan trazado.

Y en ese momento estaba enfrente de mis próximos objetivos, John y Sophia, donde John aun se mantenía fiel a creer que Sophia lo estaba apoyando; Y Sophia ya sabía que iba a ser traicionado por varias familias, Anne sintió celos de mi, que era algo que quería, ya que si las alejábamos podríamos dividir las familias y mas fácil de vencerlas, pero eso era trabajo de Olivia Brown, otra aliada fiel a Hasan.

Luego regresamos a Paris y trate de sacarle información a Sophia pero ella me mintió, aun no se si por protegerme o para evitar que me alejara de ella, pero al llegar a Paris me reuní en secreto con Hasan que me revelo un poco mas de sus planes; y ahora el objetivo iba a ser los Gonzales; tenía la información del secuestro de Karla la hija de Mathias por parte de Sophia; él trataría de convencerlo para que la rescatara, donde al igual que Jean iba a lanzar una moneda al aire, donde podría perder la vida Sophia o Mathias.

Y donde resulto perdedor Mathias. Algo que entristeció mucho a Olivia Brown, pero que Hasan trato de controlar sabiendo lo importante de llevar a cabo los planes.

Poderes - El Diario de MaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora