Como expliqué antes, hoy fui asesinada. Mi muerte se debió a mi curiosidad y, gracias a ese hecho, me veo ahora dentro de un ataúd rodeada de flores, con las personas que amo llorando encima y alrededor de mí. Pero si pudiera volver atrás en el tiempo, haría lo mismo. Tomaría de nuevo ese libro sin pensarlo, incluso sabiendo cómo terminaría todo. No cambiaría nada de mi historia y volvería a morir. Pero solo desearía haber tenido unos minutos más, como lo expresaré al final de esta historia, para escribir dos párrafos finales en mi diario.
También gracias a ese hecho, me encontré siempre rodeada de amigos, de nuevas aventuras y de diversos amores, pero también de tragedias y dolor que me moldearon en lo que me convertí. Conocí el poder real, no a través del dinero ni por miedo, sino un verdadero poder que nunca imaginé llegar a conocer, algo que no estaba en mis planes pero que ocurrió.
Hoy, estaba con dos de las personas que más he querido y admirado, Amir a mi lado y Sophia con su novia, una hermosa vista desde un balcón, reíamos y recordábamos historias, hasta que entró mi verdugo al lugar, apuntaba a mi mejor amiga, no podía quedarme sentada, sabíamos que era una persona muy peligrosa. Me levanté, quise mediar, quise hacerlo entender, que todo lo que estaba haciendo no iba a ser beneficioso para ninguno, y le dije: "John, no puedes hacer esto, únetenos. Si dejamos de pelear entre nosotros, podemos ser..." Ahora no recuerdo cómo seguía esa última frase; ya no tiene mucho sentido tratar de recordar lo que iba a decir.
En las historias de los libros con los que crecí, los que morían siempre decían frases épicas o declaraciones de amor a sus musas o salvadores, pero mi última palabra fue "ser", mientras mi cuerpo pedía las fuerzas e iba cayendo al suelo. Pude ver por última vez a Sophia, parada e inmóvil sin creer que yo estaba muriendo, y luego encima de mí, Amir, con lágrimas en los ojos. Traté de decirle cuánto lo amaba, pero ya no pude pronunciar ninguna palabra. Es increíble la sensación de pesadez cuando estás cerca de despedirte de este mundo; pero hay un instinto que te da fuerzas para querer continuar.
Él me decía que me amaba y que resistiera, que todo iba a pasar, pero yo sabía que mi cuerpo se comenzaba a apagar de forma apresurada. Ya el aire no ingresaba en mis pulmones como antes, cada bocanada de aire era más difícil de aspirar. De a poco iba perdiendo la sensibilidad de sentir cómo salía la sangre a través del orificio de la bala, y solo me quedé viendo su rostro. Quería tomarlo con mis manos y besarlo, pero había perdido el control de los músculos de mis extremidades. Quería responderle que no llorara y que solo me abrazara.
Traté de no parpadear, no quería perderme ni un instante ver su rostro. Un pestañeo en mi posición era una eternidad, no podía permitir que el tiempo me robara este último momento de verlo, ya que no sabía cuánto más duraría y mucho menos cuándo finalizaría mi vida. Quería llevarme esa fotografía en mis últimos pensamientos.
Mi vista comenzó a nublarse, poniéndose todo muy borroso hasta que se oscureció por dentro y sentí miedo, pero aun lograba percibir de alguna manera la presencia de todos y aunque escuchaba cada vez con menos claridad, escuche un segundo disparó; y pensé quien lo habría recibo y percibí de alguna forma cuerpos caer al suelo, y luego de eso perdí mi vida, todo se volvió negro, sin pasado, sin presente ni futuro, un negro e insensible silencio lleno toda mi vida.
En cada viaje conocí a diferentes personas, todos con historias tristes y alegres, pero con una enseñanza que me llevaré a la tumba. Encontré a un amor en el balcón de mi recamara. Un hombre que me enseñó a ver la vida de otra manera, a disfrutar el día a día y a no pensar en el mañana, a vivir el ahora. También encontré a un amor pasajero, un extranjero que me mostró la ciudad desde su perspectiva y que me llevó a ver el arte con otros ojos.
Pero entre todos, mi gran amor fue Amir, el hombre que siempre estuvo a mi lado en las buenas y en las malas, que nunca dudó de mí y que me amé con locura. Fue quien me enseñó el valor de la libertad, el poder del amor y la importancia de la verdad. Fue mi cómplice en cada locura, mi amigo en cada caída y mi amor en cada despertar.
Me voy en paz, sabiendo que viví una vida llena de aventuras, amores y aprendizajes. Que cada paso que di, cada decisión que tomé me llevó a ser quien soy hoy. Y aunque mi historia termina aquí, sé que mi legado vivirá en aquellos que me amaron y que seguirán mi camino.
Paso el tiempo, como un enorme río implacable que fluye siempre constante, indetenible; llevándose consigo nuestros momentos más preciados mientras nos enseña la valiosa lección de apreciar cada instante que nos regala junto a las personas que amamos; ahora solo tengo eso, mis recuerdos, en la memoria de mis amigos, de mi familia y de mi amor que se irán de a poco olvidando, hasta que desaparezcan y yo lo haga en ese momento. No se puede describir como se siente que el futuro te deja atrás.
Y si se preguntan que hubiera hecho con esos minutos de más, hoy hubiera escrito en mi diario:
"Entre amigos, viví una de las noches más memorables de mi vida. El escenario era simplemente mágico mientras esperábamos el atardecer para presenciar la aurora boreal, un sueño que siempre anhelé realizar. Sophia y Anne irradiaban sonrisas más amplias de lo habitual, Amir me abrazaba con ternura y fuerza, y en mi mente surgía una pregunta recurrente: ¿Cuál sería el momento perfecto para compartirles una noticia que los llenaría de alegría? Porque Amir y yo pronto íbamos a ser padres."
![](https://img.wattpad.com/cover/365546161-288-k424572.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Poderes - El Diario de Mary
Misterio / SuspensoEn las sombras del pasado, se esconden los susurros de secretos que aún no han visto la luz del día. Mary Sani, con su pluma entre manos, se sumerge en las páginas de este diario en busca de respuestas que yacen ocultas en los recovecos más profundo...