ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ⁿᵘᵉᵛᵉ

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—¿A quién estamos esperando, alteza? — Preguntó Minho

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—¿A quién estamos esperando, alteza? — Preguntó Minho.

—Tú no se, yo estoy esperando a Seungmin. — Respondió con simpleza.

El mayordomo quiso reírse, el príncipe seguía molesto por sus tantas interrupciones cuando estaba con el omega, pero mantuvo la compostura.

Y como si Christopher lo hubiese invocado, Seungmin apareció por las puertas del castillo, la mirada de Christopher se iluminó y fue hasta el Omega, quien sonrió al verlos.

— Príncipe Bang, buenos días. — Hizo una pequeña reverencia cómo saludo.

El alfa lo abrazo, tomando por sorpresa al más joven.

— Bienvenido otra vez al palacio, Seungmin.

— Ay no lo digas así, parece que llevo años sin venir. — Le dijo mientras lo veía divertido.

—Me tuteaste. — Dijo bajito.

— ¿Ah?

Christopher sonrió, Seungmin lo miraba confundido, ¿qué animal me había picado?

— Me acabas de tutear.

El omega abrió su boca en forma de "O", no se había dado cuenta de aquel detalle.

—Oh, lo siento, no me había dado cuenta.

— No, no, no, al contrario. — Tomo las manos del omega. — Si lo hiciste significa que me tienes más confianza, eso me alegra.

—¿No le molesta que lo trate de tú?

El alfa negó. — Puedes hacerlo, no quisiera que mi futuro novio me diga tratando de usted.

Maldito alfa, haces que cada vez caiga más a ti. Pensó Seungmin.

—Lo tomaré en cuenta, ya me tengo que ir.

— ¿A dónde? — Le pregunto el alfa en un tono infantil.

— ¿Cómo que a dónde? Tengo que trabajar, iré a la cocina a avisarle a la señora Yoona que ya regresé y luego me cambiaré.

— Quédate conmigo.

El omega lo miro en desacuerdo, junto sus manos con las del alfa.

— Mi príncipe, me gusta estar contigo, créame. Tanto mi lobo como yo amamos tenerlo cerca.— Confesó con las mejillas sonrojadas. — Pero, cómo le he dicho anteriormente, usted tiene responsabilidades que cumplir y no puede no hacerlas solo por mi.

— Sí puedo.

— No puedes. — Insistió. — Y si pudieras, yo tengo trabajo que hacer, ¿sino cómo me gano el dinero?

—¿Y si te pago para que estés conmigo? ¡Claro! Así los dos salimos ganando y pasamos tiempo juntos.

El rió, sin poder tomar enserio lo que había dicho el alfa.

— En serio me tengo que ir. — Se acercó al alfa y dejó un besito en su mejilla. — Nos vemos más tarde, Christopher.

Ahora fue el turno del alfa quedarse estupefacto mientras veía como el omega se iba de allí.

Ahora fue el turno del alfa quedarse estupefacto mientras veía como el omega se iba de allí

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El principe y el sirviente ┋ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora