Capítulo 6.

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Las superficies de dominó rosadas de Mirro-World tienen al niño cautivado. Luffy está rebotando de emoción mientras sigue a Brûlée con su séquito tras él. Katakuri los observa desde el final del grupo.

Cuando salió de Whole Cake no tenía planeado involucrarse en una debacle entre los piratas de Barbablanca y la Marina. De hecho, en cualquier otra ocasión, Katakuri felizmente se habría sentado para actuar como espectador. Sin embargo, el joven aspirante a pirata que tiene frente a él se ha convertido en su nuevo objeto de estudio, como los insectos que Daifuku coleccionaba cuando tenían siete años.

Luffy no es fuerte. No ha tenido la oportunidad de ver cómo se defiende, pero sabe con certeza que en este momento es tan frágil como una mariposa, únicamente reforzado por la flexibilidad de su Akuma no Mi. Katakuri lo sabe bien, se ha criado en el Nuevo Mundo y conoce la fuerza de un niño del Grand Line. Luffy puede ser fuerte para el East Blue, pero no es rival para lugares como Impel Down y Marineford. Sabiendo esto, Katakuri no puede esperar a ver al adolescente en acción. Sabe que no es fuerte, pero también sabe que es determinado y testarudo. Si ha llegado hasta el Grand Line por sí mismo con solo estas dos cualidades, Katakuri se pregunta qué tan lejos podrá alcanzar.

Brûlée lidera el grupo hasta un espejo sucio y sin marco. Ella lo estudia con disgusto y lanza una mirada a su hermano mayor. Obviamente, ninguno de los dos ha estado nunca en Impel Down y Katakuri siente curiosidad por la prisión supuestamente inexpugnable. Cuando asiente, su hermana atraviesa el espejo con una mano.

"Ahí está," dice ella con hastío. "¡Ahora, largaos! ¡Por mí podéis quedaros en una de las celdas!"

Luffy se lanza hacia el espejo sin dudarlo, sus ojos brillando de emoción. Thatch lo sigue con urgencia, preocupado por dejar al niño solo al otro lado del espejo. Izo y Dadan intercambian una mirada antes de cruzar el espejo también.

"Se acabó," dice Brûlée con un suspiro de alivio. "Menudos imbéciles. ¿A quién se le ocurre entrar en...?"

"No te muevas, Brûlée," dice Katakuri acercándose al espejo. "Volveré en un rato," se despide cruzándolo sin dejar que su hermana pueda rebatir.


Capítulo 6: De aventuras en el infierno.

Una vez entraron a Impel Down, la atmósfera cambió drásticamente. El frío de la prisión era abrumador, y los ecos de gritos lejanos reverberaban a través de los pasillos. Dadan se estremeció y por primera vez desde que salió de la isla de Dawn se preguntó por qué demonios estaba haciendo esto.

En primer lugar, ella aceptó cuidar de Ace y de Luffy bajo coacción. El chantaje de Garp la hizo acoger a los niños, incluso si muchas veces a lo largo de los años consideró que la prisión podría ser un mejor destino que estar a cargo de sus diablillos. Ahora, está voluntariamente en la peor prisión del mundo solo para salvar a Ace. Está harta de las ironías de la vida.

Ahora, escondida con su variopinto grupo y con Luffy desaparecido, no puede evitar desear haber dejado inconsciente a ese imbécil para que no saliera de la isla en primer lugar. Izo mira a Katakuri con fuego en sus ojos. Su tono suena acusador cuando habla.

"Podrías haber acabado con Magellan de un solo golpe. Sé que no es rival para ti," dice venenosamente. "Por quedarte de brazos cruzados, ahora el niño está perdido."

A pesar del calor del nivel 4, Katakuri no suda ni un poco. Sabe que el hombre está hecho de mochi, por lo que no puede entender cómo no se está derritiendo en este momento. El hombre mira a Izo como si fuera una hormiga, lo cual es justo considerando la diferencia de tamaño.

"No sé en qué momento di a entender que ayudaría en algo más que entrar a la prisión," dice el hombre tranquilamente. "Estoy aquí como espectador únicamente."

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