Capítulo 2.

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El barco pirata que amablemente decidió acompañarlo a su destino, los piratas de Alvida, tiene los suministros suficientes como para que solo tengan que hacer una parada antes de llegar a Loguetown. El viaje apresurado por el East Blue es duro para Luffy, que pasa los días mirando al cielo sintiéndose impotente por no poder hacer nada para llegar antes a su hermano.

Dadan, por otro lado, parece bastante satisfecha con este giro de los acontecimientos. Se pasa el día ladrando órdenes a los que ella llama 'inútiles vagabundos de mar' y agita el mazo usando a cualquiera de los tripulantes como muñeco de entrenamiento.

Coby se acerca tímidamente a Luffy y se sienta junto a él, vacilante. Luffy, que está tendido bocarriba en la cubierta con los ojos cerrados, abre un ojo para mirar al pelirrosa.

"¿Tienes un sueño?"

El niño se sobresalta, como si en realidad no esperara que el otro adolescente reconociera su presencia. Se distrae un poco por la extraña pregunta pero ha aprendido a no cuestionar al particular muchacho.

"Mi sueño es ser marine", admite temblorosamente. "Pero luego terminé en el barco de Alvida-sama y no pude escapar."

"Eres un idiota total", dice el chico del sombrero sin reparos. "Deberías haber escapado, te faltan agallas."

"¡No todo el mundo es tan fuerte como tú y tu madre, Luffy-san! Jamás había visto a alguien que pudiera hacerle frente a Alvida-sama..."

Luffy parpadea. "¿Cómo has dicho? ¿Mi qué?"

"¡Tierra a la vista!", llama un pirata desde el nido del cuervo distrayéndolos de su conversación.

"¡Loguetown!", Luffy salta para ponerse de pie y sonríe con determinación. "Planeo ser el Rey de los Piratas así que seremos rivales", le dice al más joven antes de saltar del barco.


Capítulo 2: Loguetown, un plan fallido.

Hay un gran patíbulo en el centro de la ciudad. Luffy lo mira e intenta imaginar a su fuerte y valiente hermano mayor arrodillado ahí arriba. Se siente incorrecto, Ace no lo merece.

"Entonces..."

El adolescente se gira para mirar a Coby, que les da a Luffy y Dadan una mirada vacilante. El chico pelirrosa traga antes de hablar.

"Yo... ¡He decidido que perseguiré mi sueño! Sin vuestra ayuda jamás habría salido de ese barco... ¡Muchas gracias!", hace una gran reverencia. "Aunque nuestros caminos se separen aquí, siempre estaré agradecido con vosotros, yo... ¡Ay!"

Luffy se soba el puño que ha usado para golpear al niño. Coby parpadea para ahuyentar las lágrimas y mira horrorizado al chico con el que ha pasado los últimos días.

"No te callabas", se excusa el adolescente mayor ante la mirada traicionada del chico.

"Mira que montar todo este numerito en medio de la plaza...", masculla Dadan. "No nos despidas tan rápido, vamos al mismo sitio después de todo."

Coby muestra una expresión abiertamente interrogante.

"¿Al mismo sitio? No quiero sonar grosero pero no puedo imaginar qué asuntos tendrían un bandido y un pirata con la marina..."

"¡Eso ha sido grosero, mocoso!", exclama la mujer agitando el mazo.

"¡L... Lo siento!", chilla él.

"Deja de cuestionarlo todo y llévanos a la base de la isla."

"¡No es como si yo supiera dónde está!"

"¡Pues encuentra una manera de averiguarlo! ¡¿Cómo pensabas llegar si no?!"

"¡No tengo dinero para comprar un mapa!"

Pied PiperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora