Amai | Trueno [Resubiendo]

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Hace tiempo no me hablan bien de vos a tus espaldas, Nena me ando desangrando, en furia, duda y desconfianza

Amai

—¿En serio Amai? Vas a tirar toda nuestra amistad a la mierda por esto?— Preguntó mientras yo me cambiaba y agarraba mis cosas

—Vos me estás poniendo condiciones, Mateo.— Dije mirándolo —Te estoy diciendo que no pasa nada y no me crees.— Hablé elavando la voz

A decir verdad, Mateo tenía razón.
Le estaba mintiendo y ocultando cosas desde que nos conocimos.

—Amai si te pregunto es porque me importas, ya se que son cosas tuyas, pero hasta a veces me da miedo que te pase algo, todo el mundo me vive diciendo cosas de vos y sin embargo hago oídos sordos y sigo acá con vos— Dijo de la misma manera que yo, pero parece que lo último no quería decirlo.

—¿Quien te dice cosas de mi?— Pregunté pero el se quedaba en silencio. —Mateo, ¿Quién te dice cosas de mí?— Hablé parandome enfrente suyo

—No importa, no viene al caso

—Si, si que viene, ¿Que te dijeron?— Pregunté otra vez, por afuera de me notaba enojada, pero por dentro tenía miedo y vergüenza de lo que le pudieron llegar a contar sobre mí.

—Nadie Amai, la gente, me dice cosas de vos, pelotudeces que elijo no creer, porque no me importa lo que me digan de vos entendes?— Dijo mirándome —mai, porfavor te lo pido, yo te puedo ayudar, mis amigos también— dijo agarrándome las manos en modo de suplica —Confia en mi.

Yo suspiré, entendía que no quería que le mienta más, y estaba en toda su razón, pero me daba tanta vergüenza que no podía decirle nada.
Prefería callarme y hundirme sola en mi misma porquería. No tenía ganas de arrastrar más gente conmigo para que terminen igual que yo.

—Perdon...— dije mirándolo a los ojos —mañana te traigo la ropa.— Murmuré

—¿En serio Mai?— Susurró tenía los ojos un poco llorosos —No te vayas así, detesto pelear con vos...es cuestión de que me expliques y yo te voy ayudar, te veo mal en serio, hay cosas que no me cierran y me da miedo que te este pasando algo. No quiero perder tu amistad por estás cosas, pero esto me hace mal también, porque no me puedo hacer el otro sabiendo que algo pasa, y realmente me esta afectando y siempre mi cabeza esta pensando en si estas bien cuendo estas lejos mio.

Sus palabras me generaban un dolor en el pecho, no por hiriente, si no por las lindas cosas que decía.
El realmente se preocupaba, Pero yo no estaba lista para hablar.

—Te quiero mucho teo— Dije sonriendo —Gracias por todo— lo abracé despidiendolo

—Mai, no te vayas— dijo cuando solté sus manos y empecé a caminar a la puerta

—Perdon Mateo, es por tu bien.— Contesté sonriendo cuando entré al ascensor, apreté el número cero y las puertas se cerraron.

Al llegar abajo se escuchó como abría la puerta con el botón desde arriba de su casa, me fui caminando hasta la casa de Pedro.
Busque a Nereo, charle un poco con Penny y nos fuimos a mí casa.

—Amai, porque no abrís?— Preguntó cuando me quedé quieta agarrando el picaporte —¿Estás bien? Se te nota rara, no hablaste nada en todo el viaje— Dijo Nereo

—Si, está todo bien— Murmuré.

Suspiré antes de entrar, no quería.
Sabía que ella estaba ahí.

A penas entré, la ví sentada en el sillón del living, mirando a un punto fijo

—Anda a bañarte nere— murmuré el asintió y la saludó pero ella nisiquiera se mutó.