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la luz de la luna se hacía presente en aquella habitación donde se encontraban dos países del mismo sexo demostrando se amor de manera cálida y tranquila, pequeños besos por aquí, pequeños besos por allá, eran besos amorosos sin la intención de algo más depravado, sin la intención más baja en instintos, eso era por parte del albiceleste, solo quería demostrar amor puro y bueno, sin la intención del acto carnal o la reproducción en sí. Por el otro lado se encontraba el de rayas y estrellas, ansioso por un acto más atrevido, fogoso y carnal, aquellos besos inocentes lo estaban matando por dentro, deseaba indebidamente tener sexo con el menor pero este no quería y no se dejaba

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“que tierno, no entiende los besos esquimales...tan parecido a marmelade, lo lamento USA pero tendras que esperar unos años, no quiero romper aquella promesa”

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USA estaba bastante desesperado con lo cual pronto acorralo al menor contra la cama pero se llevo una gran sorpresa y dolor cuando Argentina le pateo sus partes intimas

colorado ya sé que quieres ir más alla y te sientes listo pero yo aun no, dame un tiempo ¿sí? — conto dulcemente el albiceleste mientras colocaba las manos en los cachetes de estados unidos, amaba ver aquellos ojos de oceano profundo, amaba como parecia reflejar el como se sentia este

pero- — fue rapidamente interrumpido por un dedo que se apoyaba en sus labios

— pero nada, ve al baño y antiendete, despues ven a la cama para dormir — con una sonrisa en los labios, Argentina se tapo con las sabanas y se fue claramente a dormir

El de estrellas quedo pasmado, su calentura no bajo del todo e tendria que complacerce así mismo por culpa de un santo argentino que no queria entregarse a él aún.

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el aire cada vez se volvia más frio y dificil de respirar pero eso no iba a detener al pequeño alemán, queria estar cerca de la presencia del albiceleste, de su comodo aroma...

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Los hermosos cantos de las aves se hizo sonar, Maryland se encontraba en la cocina tomando un vaso de agua, habia tenido una horrible pesadilla, de forma repentina se escucha la puerta siendo golpada de una manera brusca, eso hizo gritar a Maryland, haciendo que Argentina baje rapidamente preocupado

— ¿¡Que paso!? — exclamo.

— something banged on the door! [¡algo golpeo la puerta!] — grito maryland asustada

— aah...no debe ser nada — se acerca a la puerta sin preocupaciones y la abre — ves, no hay nada — dice sereno para luego proceder a mirar el suelo — ¡POR LAS PATAS DE MI ABUELA! — grita espantado arrodillandose hacia el suelo para levantar al pequeño aleman — ¡Alemania! ¿¡Que haces acá!? — pregunto exaltado el albiceleste al ver al niño con los cachetitos y nariz roja

Maryland no entendia que sucedia, pero sabia que debia traer algo rapidamente y así fue, trajo una cobija la cual el albiceleste agarro y envolvio al pequeño aleman inconsciente

— la puta madre Malvinas, no podes cuidar a un pibe bien — se quejo el argentino para si mismo, camino hasta la sala con el pequeño en brazos, se acerco a la chimenea y intento prenderla — rapido, rapido porfavor — murmuraba

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