You still love me?

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Las lagrimas saladas caían por el rostro celestino de cierto hornero, este se encontraba en el baño, encerrado, tratando de no pensar en lo cruel que fue con su pequeño, con su tiburoncín, con su lindo Alemania, pero iba a ser muy sospechoso a largo plazo y tenia que mantener el margen tal y como esta, no podia manchar su reputación ni aniquilarla, tenia que estar tal y como es, no deseaba que su amado lo odiase por sus desiciones inadecuadas e impulsivas; la mente del argentino era como un torbellino de pensamientos u emociones, era demasiado para su 'fragil ser' no podia demeritarse de esa manera, tenia que seguir con esta mentira aun que le cueste lo poco que le queda de dignidad.

Sus pensamientos fueron suspendidos cuando escucho el suave golpe contra la madera de la puerta, de forma rapida el Sol de mayo se lavo la cara, se seco para luego salir del baño como si no hubiera llorado, Estados Unidos veia de arriba a abajo la apariencia de su pareja, acerco su mano agarrando el menton del argentino y luego plantarle un suave beso en la frente, algo bastante dulce

— [¿como estas cariño?] — preguntó con voz melosa, su mano derecha se poso en la cadera del albiceleste mientras que la izquierda se poso en el cachete de su pareja

La habitacion se sentia levemente tensa, las cortinas blancas se movian levemente por el viento de la noche, la cama estaba perfectamente tendida, eso significaba que el estadounidense aun no se acosto en la cama, estaba esperando a su hornero, Argentina se sintio conmovido, su novio lo tenia tan en cuenta ¡como deseaba casarse con el!
definitivamente se sintio grandemente conmovido ¿quien no lo haria? Su novio lo amaba demasiado, Estados Unidos lo amaba demasiado. La habitacion esta ligeramente fria, el viento soplaba y movia las cortinas blancas, los muebles constrantaban con la escena y hacian que aquella habitacion se sintiera más acogedora

— (estoy bien, no te preocupes) — respondió Argentina con una voz calma ocultando el hecho que anteriormente estaba llorando como si fuera un niño, los ojos del argentino se posaron en el rostro de Estados Unidos — (¿pero sabes que me haria sentir mejor?) — susurró llevando sus brazos a envolver el cuello de Estados Unidos, él solamente correspondio abrazando la cintura de Argentina.

La luz de la luna era tapada por las nubes haciendo la habitación más oscura, pronto se encontraban entre besos inocentes que pasaron a ser algo envolventes y húmedos, cuando la luna otra vez tenia su hermoso esplendor ambos se encontraban besando en la cama demostrandose amor mutuamente.

— pará — detuvo entonces el argentino, no queria que las cosas se pusieran más inapropiadas asi que dejo al estadounidense con las ganas y solo se acosto como si nada, aunque en su mente rondaba muchas preguntas "¿alemania estara bien? ¡obvio que estara bien! Es un niño inteligente, me pregunto si podre estar junto a estrellitas hasta la muerte, es mi hombre ideal" sus pensamientos iban a cualquier rumbo probable como si se tratase de un rio que tiene demasiada corriente.

...

Los dias eran cotidianos y repetitivos, USA abrazaba por la espalda a Argentina mientras besaba el cuello de este de manera leve, y le susurraba lo tan hermoso que era, el argentino por su parte se empalagaba del cariño de su Estrellitas y no pudo evitar devolverle el cariño con otro beso en los cachetes y uno en los labios, ya era rutina para ellos estar pegados como chicles y empalagosos como dulce de leche

— [cariño ¿hay algo de por aquí que no te agrada?] — preguntó Estados unidos acurrucado en el cuello del albiceleste aspirando el muy leve aroma que tenia este — [este aroma es tan adictivo] — murmuro para si mismo con otra tonalidad de voz, sus ojos con un color levemente diferente

— (¿que no me agrade?) — repitio lo ultimo que escucho y miraba directamente el desayuno que estaba haciendo — a mi no me agrada el jardín trasero, esta muy vacio e insulso no tiene carisma, hasta el patio trasero de canadá esta mejor — hablaba en la lengua que fue obligado a aprender (español) con un tono con algo de molestia y sinceridad, dejaba lo que habia hecho en unos platos e la cocina quedo en un silencio bastante chocante, la cara del estadounidense estaba algo oscura, cuando Argentina giro a verlo su rostro paso a una leve sonrisa y asintiendo levemente