—Lamento llegar tarde —dijo el hombre en aquella cena.
Todos los rostros se volvieron hacia la puerta. Algunos contuvieron la respiración, otros soltaron un grito ahogado, muchos se llevaron la mano a la boca haciendo gesto de asombro y alguien cayó de su silla desmayado.
Ahí, de pie en el vano de la puerta, el hombre que debía estar bajo tierra, vestido de impecable etiqueta. A continuación, caminó hacia la mesa y tomó asiento. En unos instantes desapareció.
Aquella noche del accidente, toda la familia había quedado en reunirse después de años sin hacerlo. Y aquel hombre impaciente por llegar se estrelló contra un muro de la avenida. En efecto, su alma tiene el deseo de llegar a reunirse con su familia.
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Una noche apareció la llorona; y otros relatos que dan escalofríos
HorrorColección de relatos que te pondrán la piel de gallina, entre los cuales no existe un orden cronológico para leerlos.