Una de las razones principales que el reino da para no cruzar las fronteras es el desfase del tiempo. Ninguna de las dimensiones mide el tiempo de la misma forma y cada una usa instrumentos distintos para hacerlo. Tras unas horas despierta tratando de entender dónde estoy y cómo funcionan las cosas a mi alrededor, el hada que nos encontró decide que no somos un problema para él ni para los habitantes de Efimeridad.
Lo que es un crimen que se castiga con la muerte en Eternidad, aquí en Efimeridad solo es una regla que cualquiera puede romper bajo su propia responsabilidad.
Cuando salgo al aire libre noto que la naturaleza está en todas partes. Crecen plantitas de todo tipo entre las grietas del suelo de piedra, en las paredes de los locales y en los techos de las cabañas. Hay mucha vegetación y color por todas partes. En Eternidad solo tenemos el valle, donde solemos poner las crisálidas. Solo se nos permite una planta por casa porque nuestro poder viene de la naturaleza, de la energía que hay en ella, entonces Tamis, nuestra reina, redujo toda posibilidad de rebelión limitando nuestro poder al trabajo y quitandonos las fuentes más cercanas.
—La punta de mis dedos pica —revela Exi frotándose las manos.
—A mí me pica todo el cuerpo desde que llegamos. Es como si de repente pudiera estirar la mano y agarrar la energía que me rodea —dice Celer con la mirada cargada de vida. Nunca la había visto tan emocionada.
—Es por toda la naturaleza. Aquí nos encargamos que nunca falte. Mantenemos todo en equilibrio —informa Xis apareciendo detrás de mí. Me remuevo alejándome un poco de él, no me acostumbro a tenerlo cerca, hay algo en su vibra que no termina de encajar.
—¿Y cómo evitan el uso incorrecto de la magia? Tanta energía regada es mala —inquiere Exi.
—¿Quién te dijo esa mentira? La energía está para ser usada, nuestros cuerpos son energía. A través de ella canalizamos nuestros poderes y por eso el sistema funciona.
—¿Qué sistema? En Eternidad solo podemos usar nuestros poderes para el trabajo, no en nuestra vida cotidiana. Es ilegal.
El ceño de Xis se frunce al instante y su mirada adquiere un brillo intenso.
—Es natural que no lo entiendas, según lo que nos han dicho su rey es el más alocado de todos los hijos de Tempus. Seguro todo este reino está de cabeza —expone Exi y la cabeza de Xis gira lentamente hacia ella, lo que parece ponerla nerviosa porque repone: —. Sin ofender a tu rey.
—Mi rey es muy organizado, esta dimensión mejoró considerablemente después que el asumió el trono. Creó institutos donde los más jóvenes pueden trabajar sus habilidades y luego ingresar al mercado laboral y volverse productivos. Cada hada tiene un papel importante, nos encargamos de la medición del tiempo a través de los fenómenos naturales, medimos el movimiento y el cambio material de los objetos para obtener resultados exactos.
—Vaya, no tenía ni idea. En Eternidad justo después de cumplir dieciocho años haces un examen, te llevan al Salón de los Tiempos y te asignan un reloj. La actividad que desempeñas depende de tu puntuación en el examen. Nadie te prepara realmente para ello, las cosas funcionan gracias a Pater Tempus.
Xis coloca los ojos en blanco.
—Nada funciona gracias a Tempus. Las dimensiones se mantienen gracias a sus gobernantes.
—Eso será así aquí, porque de donde venimos estamos oprimidos y nuestras vidas son solo nacer, desarrollarnos, trabajar, reproducirnos y morir. Sino es que te degollan antes. A Tamis le gusta mucho cortar cabezas.
Xis no responde ante eso. Lleva sus alas recogidas e invisibles tras una túnica de color morado oscuro, que parece ser su color para todo. Rebusca entre los bolsillos y acá una pequeña bolsa de cuero que me entrega.
—Nuestra moneda de cambio. Pueden usarlas en cualquier establecimiento para comprar todo lo que necesiten. Hay rubíes, esmeraldas, zafiros y diamantes. Los diamantes valen el doble que los anteriores, no se dejen timar.
—¿Te vas a ir? —pregunto cuando se eleva estirando sus alas que se abren paso a través de la túnica. Me mira y dedica una sonrisa.
—Tengo deberes. Las esperaré en la plaza antes de encender la mecha, después nos iremos a mi cabaña hasta que consigamos una vivienda provisional para ustedes.
—¿Y si hacemos algo mal y nos encierran? —pregunto llena de angustia. Sus facciones se aflojan en lo que parece ser compasión.
—Mora, estás en un lugar seguro. Tenemos un orden y a menos que mates a alguien o robes, no te van a encerrar en ningún lugar. Puedes estar tranquila.
Lo veo elevarse y ascender entre las nubes hasta que solo veo un punto morado.
🕰️🕰️🕰️
Deambulamos por las calles mirándolo todo. Aún sorprendidas de encontrarnos allí.
Mis preocupaciones vuelven cuando Exi habla.
—No vamos a volver a casa, ¿Verdad?
—Es difícil saberlo. Hay muchas cosas que ignoramos y tal vez es mejor permanecer aquí un tiempo hasta averiguar cómo regresar sin que nos decapiten —digo mirando directamente a sus ojos claros. Su cara pecosa hace una mueca.
—A mí me gusta aquí, se ven buenas personas, pero mi abuela debe estar preocupadisíma. Es un hada muy vieja, no merece sufrir ante mi desaparición.
Los padres de Celer están muertos, así que la crió su abuela que ya ronda los cien años. La pobre señora Soler debe estar devastada.
Es mi culpa que hayamos tenido que huir, debo encontrar una forma de volver, o al menos, de que mis amigas vuelvan a sus hogares. Pero aún estoy ordenando mis ideas, el viaje a través del portal desajustó todos mis engranajes y aún no se ni siquiera cómo aún tengo la capacidad de pensar.
Llegamos a una tienda donde parecen vender túnicas y Celer se emociona, así que entramos y compramos tres, una para cada una. Son de la seda más suave que jamás me haya puesto y la parte de atrás se adapta a las alas para poder volar.
Pago un rubí por cada túnica y pasamos a un local de comida. Exi pide leche de amapolas, Celer néctar de rosas y yo un pastel de cacao.
El día se nos va comprando cosas, revisando tiendas y tratando de no pensar qué va a suceder con nuestras vidas a partir de ahora.
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Los Herederos del Tiempo #ONC2024
FantasyDisparador: 13. Dice la leyenda, que, en cada reloj, existe un pequeño ser mágico encargado de mover las manecillas y los engranajes del tiempo. ¿Pero qué pasaría si uno de ellos, el más torpe en su especie, no pudiera controlar la magia y causara...