Capítulo 14 - Trato: Parte 2

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Los días pasaron rápido hasta que...

Salió el sol el 11 de septiembre, el día estaba tan deslumbrante que al despertar pude ver mucha claridad, aunque las ventanas no estaban abiertas.

Me siento muy feliz por la llegada de mi cumpleaños número 23, tengo vida, mucha salud ya que hace mucho no me enfermo, y gente a mi alrededor a la que quiero muchísimo.

Hay muchas cosas por la cual estar agradecida, y pienso en eso mientras de rodillas hago una oración de agradecimiento a Dios por permitirme un año más de vida.

Me levanté del suelo y pude ver al otro lado de mi cama, que el suelo estaba repleto de pétalos de rosas. ¡Wow! Por eso olía tan fresco al despertarme.

Los pétalos dirigían al baño, y caminé descalza hasta alcanzar el siguiente cuarto. La bañera estaba llena de agua caliente, y también repleto de pétalos. El olor a rosas era aún más intenso dentro del baño.

Miré en el tocador del baño y, había un regalo allí, era un óleo de rosas, más un perfume en un frasco transparente.

No tenía nada escrito, así que por el momento pensé que se trataba de cosméticos que usaría ahora que me iba a bañar.

Como no había nadie en mi habitación, me desnudé y no dudé en meterme en la bañera, me senté dejándome envolver del agua caliente, suspiré porque se sentía tan relajante que podría dormir acá otra vez.

Pero tenía que estar preparándome para la fiesta desde temprano...

Cuando salí del baño, me di cuenta que tres mucamas habían entrado, las tres hicieron reverencia y yo asentí saludándolas, una de ellas cargaba mi bandeja de un desayuno especial, las demás...

—Hemos venido a hacerle un masaje relajante, para ablandar sus músculos y que esté fresca durante el día.

Me pareció excelente, así que con la misma bata de baño, me acomodé sobre la cama para que ambas mujeres hicieran su trabajo.

Una de ellas me ayudaba a comer uvas, y las demás masajeaban mi cuerpo con el mismo aceite de rosas que habían dejado en el baño.

Este detalle fue planeado, y me encanta.

Estaban terminando el masaje cuando escuché la puerta abrirse, pude escuchar además la voz de Marie, gritándole a alguien que no entre a la habitación.

—¡Feliz cumpleaños, princesa! —Exclamó Marie con un grito mientras yo me vestía.
—Felicidades preciosa, te hemos traído nuestro regalo. —Lucie tenía una caja que me pasó. —Ábrelo.

Dentro había unos bombones de chocolate que abrieron mi apetito.

—¡Gracias!, son tan lindas, las quiero mucho.

Ambas me abrazaron con mucha fuerza, y yo alcé mis brazos para atraparlas.

Ellas a penas me dejaron vestirme, me sacaron de la habitación, y luego vi a Harry en conjunto de James esperando fuera de la habitación.

Me reí porque ya entendí a quién Marie le gritaba hace un rato.

...

Luego de todo un día, muchas felicitaciones y regalos, duramos casi dos horas antes de que inicie la fiesta al caer la noche.

Me vistieron y me maquillaron unas cuatro personas, sin mencionar a James y su madre quienes traían el vestido ya listo.

Cuando ya estuve lista, salí de la habitación, y ahí estaba mi hermano esperándome. Sonrió tiernamente cuando me vio ya lista para la fiesta.

Anhelos ~ [MLB Universe +18] - Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora