Anhelos ~ [MLB Universe +18] - Libro 2

Capítulo 17 - Horizonte

POV Isaac

Habíamos salido de la mansión Agreste, camino hasta mi hogar. Y es inevitable no dormirse en el viaje... Miré a Izumi, quien estaba completamente dormida a mi lado, su respiración suave y tranquila me ayudó a entender que estaba muy cómoda.

Pero la mañana está fría, y estaba algo descubierta.

La cubrí con una manta que estaba al otro lado del carruaje y, solo me limité a relajarme y mirar el paisaje, el verdor de las plantas y el aire fresco.

El aire fresco matutino y el silencio que nos envuelve también me relajaron. Cerré los ojos y sentí el calor de Izumi a mi lado, me tranquilizaba demasiado. Aunque no podía arrullarla en mis brazos por respeto a su espacio personal, me bastaba con estar cerca de ella.

Es mejor, si solamente me dormía a su lado, además, era inevitable no quedarse dormido igual.

Solo que vez empiezo a tener uno de esos sueños extraños...

Otra vez me encontraba en este espacio desconocido, pero irónicamente, no me hacía sentir intranquilo a pesar de su misterio. Esta vez estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, mientras los destellos de luz brillaban tenuemente a mi alrededor, como un campo de luciérnagas en una noche serena.

—No tengo... la vitalidad que necesito para traerte hasta aquí... —dijo una voz familiar que no había escuchado desde la vez de mi separación.

Reconocí inmediatamente el timbre melancólico de aquel espectro.

Abrí los ojos con un sobresalto y busqué en la penumbra la fuente de la voz. Delante de mí, la figura espectral de un hombre apareció de repente, haciéndome estremecer.

A pesar del espanto, traté de estabilizarme y lo miré fijamente.

—¿Traerme hasta aquí? —pregunté con una mezcla de curiosidad y aprensión. —¿Dónde estoy?
—¿Nunca te dije?, Estás en la delgada franja que divide el mundo entre los vivos y los muertos —respondió el hombre con voz ronca, su figura temblando ligeramente en la penumbra.

Su apariencia era deplorable, como si hubiese librado mil batallas sin descanso. Su rostro estaba demacrado, y sus ojos, antes llenos de vida, ahora parecían apagados.

—Escucha... lo que te voy a decir, Isaac. —continuó, permaneciendo quieto mientras me miraba intensamente—. No tengo mucho tiempo... y necesito, ¡necesito!... —de repente, comenzó a toser, una tos seca y dolorosa que resonó en el silencio—. Necesito ascender... y mi pago es... tu reconc...
—¿Mi reconciliación? —interrumpí, tratando de comprender la urgencia en su voz—. ¿Qué?, ¿Qué es lo que tengo que ver contigo?

De repente, un mareo me invadió, y el mundo a mi alrededor comenzó a desvanecerse. La imagen del espectro se volvió borrosa y etérea. Sentí que la conexión con este extraño limbo se estaba rompiendo, llevándose con él las respuestas que tanto necesitaba.

—Me debes todo, literalmente... —respondió el espectro, sus palabras cargadas de una pesada verdad.

Mientras el espacio a mi alrededor se disolvía en la oscuridad, me quedé con esas preguntas, Sin embargo, su mensaje había sido claro. La incertidumbre se arremolinaba en mi mente:

¿Qué quería decir con reconciliación? ¿Y por qué yo le debía todo?

Sentí un nudo en el estómago al pensar en las implicaciones de sus palabras. ¿Podría ser que mi destino estuviera ligado al suyo de una manera que aún no comprendía?

Tengo que saber qué clase de conexión tengo con El espectro...

—¿Isaac? —Escuché esa dulce voz llamándome nuevamente.