*IMPARABLE*

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Aquella caída los había arrastrado por el gran jardín, dejando la tierra esparcida por todos lados debido a la fuerza.

Dentro del castillo hilda corría tratando de escapar, sosteniendo su largo vestido y viendo de apoco por detrás asegurándose de que ikki no la siguiera, sin embargo antes de siquiera cruzar la puerta, Mu ya se había atravesado en su camino, impidiendo el paso con sus alas.

La reina se detuvo asustada, observó que por la puerta derecha se asomaba Saori con su báculo, impidiendo su paso, igual con la puerta izquierda, sasha se había asomado por esta.

Con los nervios a flor de piel retrocedía, al ver como los tres se acercaban peligrosamente a ella, pero al darse la vuelta, para regresar a sus pasos, jadeo deteniendose abruptamente al encontrarse frente a un furioso y satisfecho Shaka.










Las hadas y soldados se acercaban cautelosos a la gran cortina de polvo que había provocado la gran caída. Temerosos a que talvez hayan muerto.

Pero entonces la tierra crujio, y todos fueron testigos como el rey del páramo se levantaba del suelo, junto a aquella gran ave negra, que extendió sus grandes alas rugiendo al cielo.

Y ese solo acto hizo que todas las hadas se inclinaran ante su creador, su líder, su rey.

A diferencia de las criaturas, los soldados aún estaban en guardia, procurando que aquel ave no los tomara por sorpresa. Fue entonces que hyoga, junto a isaac, llegaron al lugar. Shun al verlo corrió y se lanzó a sus brazos, ambos aliviados de que todo acabara.

Cuando ambos se separaron vieron como aquel aura dorada rodeaba al gran ave, el peli verde sonrío cuando observó nuevamente aquella mirada seria, ahora juguetona.

—— vaya, vaya...

—— Hola conejo.

Sonrió con sus ojos rojos, entonces corrió para abrazarlo, siendo correspondido por el mayor. Ambos soltando ligeras lágrimas de felicidad y alivio.

Hyoga igual sonrío al verlos bien, su vista se desvío el como seiya llegaba débilmente al lado de los otros.

Antes de que el castaño hablara, fue tomado de la cintura y unos carnosos labios apresaron los suyos, dándose cuenta de que ikki lo estaba besando, correspondio gustoso.

—— te extrañe, amor mio. —— hablo el alado al separarse del otro. Siendose sincero lo había extrañado mucho, ambos lo habían hecho, pero antes de que seiya contestara, cayó por un fuerte dolor en su abdomen, siendo sostenido por su pareja.

—— ¡seiya!

Hyoga igual se acercó al ver el estado del moreno, estando ahora los cuatro inclinados viendo confusos a seiya.

Sus vistas fueron directo a las manos ensangrentadas del castaño, fue entonces cuando shun hizo memoria de las palabras que había dicho seiya cuando ikki desapareció.

¿Qué pasaría si nunca vuelve? ¡Me quedaré humano para siempre! ¡Y no sólo eso! ¡Quedaré como madre soltera!

Las había ignorado pensando que era una broma, por la desesperación, debido a la situación al no encontrar a ikki.

Pero si fuera verdad, entonces seiya apenas empezaba con el desarrollo, pues nunca vio que su vientre hubiera crecido. Entonces sus manos llenas de sangre, aquel dolor... Solo significaba una cosa.

—— seiya, no me digas que...

—— tr-tranquilo, shun... —— interrumpió el castaño al comprender sus palabras. —— todo bien con ambos...

🔥FENIX 🔥<<Dueño del Mal>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora