Blas
Mordí mi labio para contener la risa al voltear y ver a Juani en el asiento del copiloto con mi suéter puesto y un cono de helado con dos grandes bolas de chocolate.
-¿Ya no estás molesto? -dije burlón al verlo mover la cabeza al ritmo de la canción que sonaba.
-No, ya no, porque admitiste que sí hiciste trampa y me compraste un premio -bostezó.
Reí un poco y di la vuelta para llegar a su casa.
-Creo que Valentina no está -dijo en silencio.
-¿Ah?
-Las luces están apagadas y apenas son las 10 de la noche -hizo una mueca- Vamos, la llamaré desde adentro.
Asentí y entré con él a la casa, que era bastante linda y olía muy bien.
-¿Por qué huele a...?
-Vale adora los inciensos -se encogió de hombros- Hay por toda la casa.
-Entiendo.
-¿Quieres un café?
- S-sí, por favor -mi mirada viajaba por cada rincón de la casa.
Había algunos cuadros, figuras hechas con arcilla, unos botes de pintura junto a algunos pinceles y restos de mezclas.
-Todo lo hace Valentina -Juani leyó mi mente- Algunas veces la ayudo, pero ella dice que le sirvo más si no estorbo.
Lo escuché reír.
-¿Tú no has hecho nada?
-Sí -caminó hasta tomar un cenicero en forma de corazón- Aunque ahora dejamos ahí los collares.
-Te quedó muy bien.
-Ella me ayudó a pintarlo. En realidad es muy talentosa.
-Se escucha agradable.
-Lo es -me sonrió.
El sonido de la puerta abriéndose llamó mi atención, una chica un poco más baja que Juani entró.
-¡Adivina! No me importa, igual te contaré. ¡El chico de la tienda y la chica que lo surte están esperando un hijo! Bueno, obviamente solo lo está esperando ella, pero don Roberto dijo que cuando iba a dejarle la mercancía se encerraban en el viejo cobertizo y ¡ea aquí el resultado... Oh, lo lamento, no sabía que teníamos visita.
-¿Bromeas? Sigue contando -Juan comenzó a reír por mi respuesta.
Ella rió un poco pero continuó.
-Pues eso, ahora están esperando un hijo o hija.
-¿Él se hará cargo?
-Supongo, los vi en la tienda de bebés juntos y él la estaba abrazando.
-¿Qué hacías en la tienda de bebés?
-Necesitaba más aceite -alzó el bote con un niño en la etiqueta- Pero qué mal educada soy... Un gusto, Valentina Díaz.
-Blas...
-Polidori. ¿Quién no te conoce? -me interrumpió riendo- Traje algo de comida, ¿te quedas a cenar?
-Claro.
Ella me sonrió antes de dirigirse a la estufa para empezar a cocinar.
Era pelinegra con dos pequeños mechones en tono rosado en el frente. Su rostro era lindo, con una bonita y respingada nariz, labios en tono naranja y delineador negro con dos puntitos rosados en un costado. Llevaba una falda negra tableada que resaltaba su cintura y un chaleco en tono morado pastel con una playera blanca debajo. Me sorprendí al ver las grandes botas de plataforma que llevaba.
-Sé que soy hermosa, Blas - la vi hacer una pose algo extraña- Pero necesito saber si comes picante o no.
-No mucho.
-De acuerdo -sonrió de nuevo antes de volver al sartén.
Volteé a ver a Juani, quien me miraba con un puchero y la taza de café en las manos.
-Gracias, lindo - sujeté la taza acariciando su mano.
-Él es muy celoso - Mía dejó un plato de comida frente a mí- Suerte con eso. -Apretó su mejilla riendo.
-¿Estás celoso?
-No - apartó su mirada de la mía.
-Los dejo. Iré a dejar mi ropa y vuelvo para comer - sacudió nuestros cabellos- Me llevo esto.
Quitó el plato de nuevo, devolviendo la comida al sartén y tapándolo. Tomó algunas bolsas del sillón y subió.
-No deberías estar celoso, y menos de tu mejor amiga - abracé su cintura- Me gustas desde que tengo 7 años.
-Yo no estaba celoso - sus manos se posaron en mi pecho.
-Cielo, te conozco muy bien - besé sus labios- Te lo dije, chiquito, ahora que te tengo otra vez, no pienso dejarte ir.
-¿Seguro?
-Muy seguro - unió una vez más nuestras bocas- Te quiero.
- Yo también te quiero, Blas.
- ¡Adóptenme! - Valentina bajó emocionada.
Ambos reímos, ella se encargó de servir junto con Juani, y yo me encargué de preparar 2 tazas de café. Nos sentamos para cenar.
-Entonces, ¿Jack y tú son amigos desde que son pequeños?
-Sí.
-Oye, enana -Juani tomó café- ¿Cómo conociste a Jack?
-Va conmigo en artes - se encogió de hombros.
-¡Por eso se me hacía tan conocido eso! - me levanté señalando el cuadro del mar que estaba en la pared- Es de Jack, ¿verdad?
- S-sí - se sonrojó un poco- Pero ya es tarde, hay que ir a dormir.
Se levantó algo apurada, escondía algo y yo lo iba a descubrir.
-¿Te quedas a dormir?
-De acuerdo, bonito - besé su mejilla.
-¡Vamos! - tomó mi mano haciéndome correr junto a él-Bienvenido a mi habitación.
-Es linda.
Comencé a caminar, observando la habitación con detalle. Tenía colgadas algunas fotos con Jack, María y Valentina. También había algunos cuadros y figuras. Era sencilla pero sin perder el toque Caruso.
-Ven - me jaló a la cama- Tengo sueño.
-A dormir, entonces.
Nos acomodamos, y él se recostó en mi pecho. Su mano tomó la mía, llevándola hasta su cabello; entendí lo que quería y comencé a acariciar.
-No tienes fotos conmigo en la pared.
-No nos hemos tomado - se abrazó más a mí.
-¿Es la única razón? - hablé gentil, acariciando su mano.
-Sabes cuál es la otra razón.
-Sí - besé su cabeza- Perdóname.
-Blas, deja de pedir perdón.
-No, no lo haré hasta que vuelvas a confiar en mí.
-Confío en ti -Nuestros miradas se cruzaron.
-No mientas -Besé de nuevo su frente- Te conozco bien y no me malinterpretes, no quiero presionarte, entiendo que te resulte difícil y aprecio mucho que sigas intentándolo.
-Gracias - Me abrazó.
-Gracias a ti.
-¿Por qué dices eso?
-Por dejarme ser parte de tu vida nuevamente - Lo cubrí bien con las mantas.
No respondió, pero sentí sus labios besando mi pecho y luego acomodándose mejor en la cama... No iba a estropearlo, no esta vez.
ESTÁS LEYENDO
"-1" ; Juani & Blas
Romance♪ | • Besar a un chico lindo. Con sutileza, tachó la línea con la ayuda de la pluma azul. "-1", anunció en voz alta mientras doblaba la lista para guardarla en el bolsillo trasero de sus pantalones, luego salió de su habitación con una sonrisa en el...