7. Día del padre

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día del padre

«A veces, pensó,
dentro de aquella casa en medio de un mar cerúleo, podías elegir la vida que querías vivir.
Y, si eras una persona con suerte,
a veces esa vida te elegía a ti».

—La casa en el mar más azul, T.J. Klaune.

CHARLIE HABÍA DESAPARECIDO

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CHARLIE HABÍA DESAPARECIDO. No había rastro de la niña por ninguna parte en la casa, lo cual por supuesto había puesto a Adán con los nervios de punta. Cuando Lucifer le dijo que debía salir de manera urgente a enfrentar una dispuesta entre Lord Infernales, pensó que era una exageración. Podía dar un chasquido de dedos y ya estaba, pero Lucifer no era solo de imponer cosas, le gustaba el diálogo incluso si pérdida la concentración entre medio de tanto insulto. Entonces, creyendo que se demoraría poco, Adán aceptó quedarse en casa cuidando de Charlie.

Una pequeña de seis años que seguía mirándolo tímida.

Y ahora mismo, una pequeña que estaba pérdida en una maldita y exageradamente casa inmensa. ¿Cómo le explicaría a Lucifer que la niña se perdió?

Siguió buscando, abriendo puertas al azar de un lado otro. Un puto calamar gigante casi le succiona el alma, ¡y había una puta puerta que llevaba hacia un vacío oscuro y siniestro! La casa era en si misma una trampa mortal, repleta de las miles de colecciones almancenadas por Lucifer. Esperaba por todo los cielos que la niña no acabará siendo consumida por una dimensión de locura.

—¡Charlie! ¡CHARLIE QUERIDA TE JURO QUE SI NO SALES A LA CUENTA DE TRES...! ¡Si no sales, me pondre a llorar! Dios mío, en serio voy a llorar. —murmuró Adán alterado.

En su interior sentía que la niña lo miraba con molestia. Con una clasd de apatía que le indicaba que ella nunca podría quererlo, porque sencillamente era un intruso en su hogar. En parte Adán lo entendía, pero mentiría si no dijera que estaba haciendo todo lo posible por ser al menos un buen amigo para ella.

Escuchó de pronto el choque de varias ollas y sártenes cayendo, su instinto basado en los peores escenarios le indicaba que quizá la niña había términado aplastada por los muebles de la cocina. Corrió desesperado. Allí el desastre era total, las ollas estaban desparamadas por el suelo, había cucharas caídas, y entonces su corazón pudo calmarse al ver a la niña por fin. De pie frente a la mesa que le llegaba con suerte a la altura de la frente, la niña lo miró asustada. Sus grandes ojos se veían llorosos, tenía una mancha de azúcar flor en la mejilla, crema pastelera teñida de rosa en el cabello, el cual tenía una coleta baja mal hecha y toda suelta.

Juntaba sus manitos entre si, la punta manchada de la misma azúcar, su ropita de dormir aún puesta la cual combinaba con un delantal pequeño. Especialmente para ella.

—Santo cielo, Charlie. Me tenías preocupado, te búsque por toda la casa, casi pensé...Me asuste tanto, pensé que te habías ido. —dijo Adán, pérdido en aquel sentimiento de miedo. Se puso de rodillas, abrazando a la niña.

La pequeña Charlie soltó un sollozo, aferrando sus manos al cuerpo más grande.

—Perdón, papi. ¡Lo arruiné todo!—exclamó la niña, llorando a moco suelto.

Adán se alejó un poco, negando, limpiando con sus dedos las lágrimas.

—Nena, no. Vamos a arreglarlo, todo esta bien.

Entonces notó que ella, por primera vez lo llamó papá, papi. Su corazón maltratado se enterneció ante esas sencillas palabras.

Charlie asintió, sorbeando su nariz. Juntos levantaros los artículos, lavaron las cucharas y acomodaron todo. Fue ahí cuando Adán notó lo que estaba haciendo la niña. Sobre la mesa descansaba una bandeja del horno con varias galletas, las cuales tenían glaceados de varios colores y cada una era una figura. Sus ojos vieron arco iris, estrellas brillantes, ovejas, a Lucifer, a Charlie y a él. Más allá, lleno de azúcar un par de dibujos similares reposaban.

Sí, similares pero no iguales. La pequeña Charlie sostenía la mano de él y Lucifer, todos con sonrisas grandes y un sol de gafas tras un arco iris. En el cielo, letras grandes y chuecas indicaban FELIZ DÍA PAPÁ. Adán pudo notar que estaba empezando a llorar.

—¿N-No te gustó papi? ¡Yo puedo mejorarlo, es que no sé cómo dibujarte si ya eres tan bonito!

—Ay nena. Me encanto, eres toda una artista. —sonrió tomándola en brazos. — ¿qué te parece si peinamos ese cabello y te ponemos una ropita limpia?

Charlie se rió, mostrando sus dientes y entre medio el espacio vacío ante el que había pérdido hace poco.

Lucifer llegó a casa cansado, estaba a casi nada de haber convertido en sapo a todos los Lord molestos y gritones. Pero no lo hizo, aunque pensó en las posibilidades. Al llegar, las luces estaban apagadas, solo estaba encendida la luz de la televisión, donde se escuchaba la voz de ¿Paddington? Se quitó la chaqueta, entrando con el ceño fruncido. En el sofá Adán estaba tenido con las piernas recogidas a su lado Charlie tenía la cabecita apoyada sobre su hombro, ambos envueltos en una manta mientras comían galletas.

Lucifer sintió sus ojos llorosos, estaban usando los pijamas enteros de patito que él mismo hizo —y que Adán se negó a usar, mientras le enzeñaba el dedo de en medio—.

—¡Mis vidas! Como los extrañe.

Charlie lo miró emocionada.

—Papá, papá llegaste. ¡Feliz día papá! Mira yo hice estas galletas, mira somos nosotros y este dibujo. Mira papá, papi me peino, papá ven ven con nosotros, ven a ver está película de ositos...Papá, estoy tan feliz de que sean mis papis.

A veces, quizá, no importaba el lugar, si no quiénes estaban.

Adán y Lucifer se miraron en silencio, sonriendo.

Una hora más tarde, cuando Charlie dormía a pata suelta, con un piecito dando pequeños saltitos en la cara de Lucifer. Lucifer tocó el hombro de Adán.

—Estaba pensando. –susurró para no despertar a su hija. — ¿Qué te parece si hacemos más bebés?

—Cierra la boca. Aún falta que Charlie crezca.

—Pero mi amor.

—Calla o duermes con las cucarachas.

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NOTA DE AUTORA: Bueno gente, ya llego el último día. Agradezco a quienes estuvieron leyendo estos os💖 por supuesto que salieron ideas que merecen su propio fic, pero eso tendrá que esperar. Me iré de a poco en poco.

Que vivan los hombres (estos dos giles❤️‍🩹)

Gracias por leer, fue un placer. Didi, se va. ✨️✨️

ADAM'S APPLE ☆ week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora